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Vivimos en el ruido del mundo, pero necesitamos antidotos frente a la saturacion visual: nuestra mirada ha de ser capaz de alcanzar espacios de silencio. Tras su ensayo Todas las pantallas encendidas. Hacia una resistencia creativa de la mirada, Anton Patino traza una teoria de la imagen sensible y nos ofrece este Manifiesto de la mirada para hacer de nuestra vida una obra de arte. Asi, centrandose en la imagen y la mirada, nos describe las claves de los procesos y resortes emocionales que configuran el hecho creativo. El arte es un sexto sentido de la existencia, y la imagen sensorial apela a una experiencia creativa donde los sentidos se entrelazan para reinventar el imaginario. La vida de los sentidos es el principal patrimonio que tenemos, y Patio nos propone una mirada expandida capaz de vislumbrar el enigma de lo real, a partir de esta consigna vital: Mirada + Memoria = Visin. La accin artstica activa una decisiva energa transversal, y configura sinestesias creativas. Pocos espacios como el mbito artstico asumen el riesgo de la libertad, y la esttica como aventura de la mirada irrumpe en lo cotidiano y remueve nuestra memoria, estableciendo nuevos rumbos y trazando recorridos inditos. El autor rastrea los procesos de la imagen -como encrucijada o aleacin espacio-temporal-, en pintura, cine, escultura, teatro, fotografa, dibujo, arquitectura, poesa o filosofa. En su periplo, establece puntos de encuentro con poetas y escritores como Lezama Lima, Pessoa, Joyce, Michaux, Artaud, Barthes, Susan Sontag o Jos ngel Valente; con pensadores como Bataille, Bachelard, Benjamin, Bergson, Deleuze, Agamben, o Zambrano; y con las experiencias artsticas de Bob Wilson, de Chirico, Louise Bourgeois, Pollock, Beuys, Giacometti, Pina Bausch, Tarkovski, Bill Viola o Yayoi Kusama. Todos ellos son convocados a un dilogo con la intuicin del arte, la imagen-emocin, el instante expandido, o el aprendizaje de la mirada. &quote;Antn Patio es un artista de una enorme cultura, sofisticado y, al mismo tiempo, pasional, entregado a la lectura y, por tanto, capaz de proyectar todo tipo de iluminaciones profanas en su frentica escritura. En estas trepidantes pginas, Patio vuelve a desplegar una reflexin resistente y oportuna.&quote; Fernando Castro Flrez, ABC Cultural