El manejo de la vía aérea en la anestesiología adquiere una importancia trascendental desde el momento en que se reconoce que la integridad de ésta es fundamental para el mantenimiento de la vida. La oxigenación por medio del intercambio gaseoso mantiene la actividad intrínseca de todas las células del organismo.
La responsabilidad fundamental del anestesiólogo es, precisamente, mantener ese adecuado intercambio. Para ello la vía aérea debe mantenerse continuamente permeable. Cualquier falla, omisión o deterioro por más de unos minutos puede resultar en daño cerebral o muerte.
Más de 85% de los casos de mala práctica están relacionados con eventos respiratorios, y de ellos 30% de las muertes atribuidas a la anestesia han sido como consecuencia de un manejo inapropiado de la vía aérea.
En 1990 la Sociedad Americana de Anestesiología (ASA) inició el proyecto que analiza las causas más frecuentes de contingencias y demandas en la práctica de la anestesia, llamado Closed–Claims Project, y es a partir de entonces y hasta la actualidad que los eventos respiratorios constituyen la fuente más importante de demandas por sus altas tasas de morbimortalidad. De ellas más de la mitad son debidas a ventilación inadecuada (38%) y a intubación difícil (17%). En cualquier paciente, niño o adulto, cuanto mayor sea el grado de dificultad para mantener la vía aérea "permeable" mayor será el riesgo de daño cerebral o muerte.
Cualquiera que sea el nivel de experiencia clínica y destreza o habilidad, el consenso aceptado entre los anestesiólogos a nivel mundial es que el manejo del paciente que tiene una vía aérea difícil representa el reto más importante al que se enfrentan en el diario ejercicio de la especialidad.
La laringoscopia directa en situaciones difíciles ha sido, de facto, nuestra primera elección; sin embargo, situaciones tales como una visualización difícil o imposible de las estructuras laríngeas que permita colocar adecuadamente un tubo traqueal, sin añadir mayor trauma o riesgo, debe ser del conocimiento de todos los involucrados en la práctica de la especialidad.
1. Anatomía de la vía aérea
2. Epidemiología de la vía aérea difícil
3. Protocolo en la valoración de la vía aérea
4. Comparación de los algoritmos actuales en vía aérea difícil
5. Oxigenación apnéusica
6. Intubación con técnica de secuencia rápida
7. Carro de vía aérea
8. Supraglóticos
9. Videolaringoscopios
10. Estiletes con vídeo
11. Anestesia de la vía aérea superior
12. Fibrobroncoscopio y endoscopio flexible: importancia en el manejo de una vía aérea
difícil
13. No se puede intubar ni oxigenar
14. Intubación retrógrada
15. Traqueostomía percutánea
16. La vía aérea difícil en la paciente obstétrica
17. Vía aérea difícil en pediatría
18. Vía aérea difícil en trauma facial
19. Vía aérea difícil en traumatismo craneoencefálico y raquimedular
20. Vía aérea difícil en la unidad de terapia intensiva
21. Manejo de la vía aérea y cuidados especiales en el paciente obeso
22. Vía aérea difícil en intubación selectiva (endobronquial)
23. Protocolo de extubación del paciente con vía aérea difícil
24. El ultrasonido en la vía aérea difícil
25. Importancia de la enseñanza y la simulación en vía aérea difícil