© Josep Antoni Pozo González
© 2012. Ediciones Espuela de Plata
Diseño de cubierta: Alfonso Meléndez, sobre un cartel de Lorenzo Goñi, 1936
ISBN: 978-84-15177-70-8
Este libro es una versión actualizada y corregida de la primera parte de la tesis presentada el 21 de junio de 2002 en la Universidad Autónoma de Barcelona[1], ante un tribunal formado por Francesc Bonamusa (presidente), Enric Ucelay-Da Cal (secretario), Eulàlia Vega Masana, Susana Tavera García y François Godicheau. La tesis fue dirigida por el profesor Pere Gabriel y Sirvent, y obtuvo la máxima calificación académica. A todos ellos quiero agradecerles su consideración, así como sus opiniones.
El trabajo presentado se centraba en el estudio de las formas de poder revolucionario surgidas localmente en toda Cataluña durante el verano de 1936 como expresión, tanto de la crisis del aparato de Estado republicano, como de la respuesta popular al levantamiento militar. A partir de una exhaustiva utilización de fuentes archivísticas –algunas de ellas inéditas en aquellos momentos para los investigadores– y hemerográficas, la tesis abordaba el problema del Poder durante los primeros meses de la guerra civil y su relación con los acontecimientos revolucionarios, y mostraba las claves que facilitaron el hundimiento de buena parte del aparato de Estado en Cataluña, representado por las instituciones del gobierno autónomo, y el surgimiento de un poder revolucionario ciertamente atomizado, pero de naturaleza diferente al poder legal, así como de los factores que influyeron y destacaron en su eliminación y en el proceso posterior de recuperación institucional. Se abordaba igualmente el estudio en particular de algunos de los elementos que acompañaron la situación conocida como de doble poder: la «pugna» entre el gobierno de la Generalidad y el Comité Central de Milicias Antifascistas, la realidad de la discusión interna dentro del movimiento libertario en relación al problema del Poder, y el análisis de como operó localmente la tendencia a constituir organismos al margen de los poderes legales que, por otro lado, acabarían ejerciendo el poder durante su periodo de existencia, a veces con el concurso de las autoridades legales y, a menudo, sin este concurso. Así, a partir del estudio de las formas o variantes que adoptó el poder revolucionario a escala local –cómo surgió, cómo actuó, cómo evolucionó y qué representó– y de sus características, similitudes y diferencias, se analizaba el fenómeno representado por los diferentes Comités Revolucionarios que funcionaron por toda Cataluña a partir de una doble perspectiva: en relación a las organizaciones, partidos y sindicatos, que formaron parte, y en relación al Estado, es decir, en relación a las autoridades legales, tanto en el caso de las instituciones, como en el caso de las personas que en un momento determinado o en un lugar determinado, representaron o simbolizaron el poder legal.
En el apartado de conclusiones explicábamos igualmente que para abordar el estudio de los diferentes poderes revolucionarios locales de manera científica, hay que analizarlos en su globalidad. Esto es, entendiendo que fueron organismos dinámicos –la mayoría de ellos no acabaron su actividad del mismo modo que la empezaron– y que, por esta razón, no se pueden considerar desde su constitución como organismos perfectamente definidos y acabados, como a menudo se ha hecho. El ejemplo del Comité Central de Milicias Antifascistas de Barcelona ilustra perfectamente lo que queremos decir: nacido inicialmente de un acuerdo entre las organizaciones que habían formado parte del Frente de Izquierdas en Cataluña, la CNT y el Gobierno de la Generalidad, rápidamente evolucionó como un cuerpo diferenciado del poder legal –por más que tuviera vínculos con éste y se aprovechara de ellos–, alejándose del papel de organismo paragovernamental –que era la función que algunos de sus integrantes le reservaban– y confirmándose durando los primeros días como una autoridad revolucionaria, para posteriormente, y en medio de presiones de signo diferente, iniciar un camino que llevaría otra dirección.
A pesar del tiempo transcurrido entre la presentación de la tesis y la publicación de este libro, creemos que la numerosa bibliografía aparecida con posterioridad –especialmente la que está asociada a un ámbito local y tiene como referencia principal el periodo 1936-1939– confirma algunos de los aspectos esenciales que planteábamos en nuestro trabajo.
En primer lugar, la enorme movilización de obreros y campesinos que vieron en la lucha contra el fascismo la oportunidad de pasar cuentas con todas las formas de opresión social y económica que se arrastraban desde hacía decenios y que el régimen republicano no pudo o quiso suprimir. Un repaso a la bibliografía de ámbito local o comarcal publicada en los últimos veinte años confirma este hecho que, de paso, contradice algunas de las afirmaciones que se pusieron de moda en la década de los ochenta del pasado siglo, en el sentido de que la revolución no fue una «preocupación» de las masas, sino sólo de una vanguardia, y que la mayor parte de las realizaciones revolucionarias fueron obra de una minoría ligada sobre todo a los aparatos sindicales, que las habrían llevado a cabo en medio de la indiferencia general.
Y en segundo lugar, la aparición espontánea de comités revolucionarios a escala local como expresión de la respuesta popular al golpe de estado, que rápidamente se transformaron en una autoridad, en un poder revolucionario, en su ámbito territorial de actuación. Estos comités revolucionarios, surgidos inicialmente para hacer frente al levantamiento militar y a la trama civil que le podía apoyar, y que asumieron durante los primeros momentos en pueblos y ciudades la tarea de control y vigilancia y detención de sospechosos, pasarían a ejercer a continuación y hasta su disolución, toda una serie de funciones reservadas a las autoridades legales, las cuales, por este motivo, quedaron relegadas a un papel secundario, cuando no fueran directamente anuladas.
Igualmente, creemos que hay elementos más que suficientes para poder afirmar que en el verano del 1936 se configuraron, en medio de una revolución social, dos poderes claramente definidos, que representaban cosas ciertamente diferentes: por un lado, el poder legal representado por el gobierno de la Generalidad, exponente de la legalidad republicana, y a quien los acontecimientos sacudieron profundamente –igual que al gobierno de la República– hasta el punto de perder buena parte de sus atribuciones, y por el otro, el poder real, representado por el Comité Central de Milicias y la multitud de poderes revolucionarios locales que, si bien no dirigieron su actuación en contra de los poderes legales de manera directa, en la práctica acabarían sustituyéndolos total o parcialmente según los casos. Esto sucedió de manera generalizada en los niveles inferiores del aparato político-administrativo del gobierno autónomo –ayuntamientos–, pero también en el escalón inmediatamente superior de la estructura, representada por las Comisarías Delegadas de la Generalidad y de Orden Público, ubicadas en Gerona, Tarragona y Lérida.
Todos estos elementos son los que exponemos en este libro, al que hemos añadido un apéndice analítico sobre la tipología de los diferentes comités surgidos en Cataluña, y otro documental, en el que se reproducen, por el interés que tienen, las actas del Comité Central de Milicias correspondientes a las sesiones en las que se discutió la disolución de este organismo. Por razones de espacio, hemos omitido todo el apartado que conformaba la segunda parte de la tesis –de la que hemos preparado también una versión actualizada y corregida que esperamos sea publicada próximamente–, que hacía referencia a las luchas políticas que mantuvieron la retaguardia catalana en continúa agitación hasta casi medios de 1937, y la relación que éstas guardaron con el proceso de recomposición del Estado.
Septiembre 2011
[1]. Josep Antoni Pozo González, El poder revolucionari a Catalunya durant els mesos de juliol a octubre de 1936. Crisi i recomposició de l’Estat, Departament d’Història Moderna i Contemporània, UAB, (2002), 3 vols.