Emergencias 3a edición

Tercera edición, 2015

© 2015 Enrique Alejandro Contelles Díaz

© 2015 MARCOMBO, S.A.
www.marcombo.com

Diseño de la cubierta: NDENU DISSENY GRÀFIC
Diseño y maquetación: Àngel Solé Cardona
Fotografía: Thinkstock

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ISBN: 978-84-267-2177-8

D.L.: B-18638-2014
Impreso en

Printed in Spain

Índice general

Unidad 0

Conceptos técnicos y definiciones preliminares

0.1.   Objetivos

0.2.    Definiciones previas

0.2.1. Peligro y riesgo

0.2.2. Emergencia

0.2.3. Autoprotección

0.2.4. Plan de Autoprotección

0.3.   Formato de planos

0.3.1. Márgenes: (1)

0.3.2. Cuadro de rotulación: (2)

0.3.3. Señales de centrado: (3)

0.3.4. Señales de orientación: (4)

0.4.   Planos de situación y emplazamiento

0.5.   Planos de detalle

0.6.   Plantas de situación

0.7.   Simbología básica empleada en las plantas de situación. Identificación en planos

0.8.   Escalas: interpretación, conversión de unidades

0.8.1. Concepto

0.8.2. Escalas normalizadas

0.8.3. Ejemplos prácticos

0.8.4. Uso del escalímetro

0.9.   Croquis: concepto y diferencias básicas respecto de los planos

Unidad 1

Legislación vigente para el control de las emergencias I

1.1.   Objetivos

1.2.   Generalidades, disposiciones y derogaciones

1.3.   Ámbito de aplicación

1.4.   Carácter de norma mínima / Carácter de norma supletoria

1.5.   Elaboración de los planes de autoprotección

1.6.   Registro de los planes de autoprotección

1.7.   Funciones de la Comisión Nacional de Protección civil en materia de Autoprotección

1.8.   Promoción y fomento de la autoprotección

1.9.   Vigilancia e inspección por las Administraciones públicas

1.10. Régimen sancionador

Unidad 2

Legislación vigente para el control de las emergencias II

2.1.   Objetivos

2.2.   Definiciones previas

2.2.1. Actividad

2.3.   Generalidades, objeto

2.4.   Alcance

2.4.1. Actividades con reglamentación sectorial específica

2.4.2. Actividades sin reglamentación sectorial específica

2.5.   Contenido mínimo del Plan de Autoprotección

Unidad 3

Legislación vigente para el control de las emergencias III

3.1.   Objetivos

3.2.   Generalidades, disposiciones y derogaciones

3.3.   Ámbito de aplicación

3.4.   Contenido del Código Técnico de la Edificación

3.4.1. Exigencias básicas

3.4.2. Documentos básicos

3.5.   Documentos reconocidos del Código Técnico de la Edificación

Unidad 4

Legislación vigente para el control de las emergencias IV

4.1.   Objetivos

4.2.   Introducción

4.3.   Clasificación de usos en el DB SI

4.4.   Zonas de ocupación nula, zonas de uso alternativo

4.4.1. Criterios generales de aplicación

4.5.   Propagación interior

4.5.1. Locales de riesgo especial

4.5.2. Espacios ocultos

4.6.   Propagación exterior

4.7.   Evacuación de ocupantes

4.8.   Instalaciones de protección contra incendios

4.9.   Intervención de los bomberos

4.10. Resistencia al fuego de la estructura

Unidad 5

Legislación vigente para el control de las emergencias V

5.1.   Objetivos

5.2.   Introducción

5.2.1. Los accidentes en los edificios

5.2.2. Un adecuado diseño para hacer edificios más seguros

5.2.3. Aspectos generales

5.3.   Clasificación de usos en el DB SUA

5.4.   Seguridad frente al riesgo de caídas

5.4.1. Resbaladicidad de los suelos

5.4.2. Discontinuidades en el pavimento

5.4.3. Desniveles

5.4.4. Escaleras y rampas

5.4.5. Limpieza de los acristalamientos exteriores

5.5.   Seguridad frente al riesgo de impacto o de atrapamiento

5.5.1. Impactos

5.5.2. Atrapamientos

5.6.   Seguridad frente al riesgo de aprisionamiento en recintos

5.7.   Seguridad frente al riesgo causado por iluminación inadecuada

5.7.1. Alumbrado normal

5.7.2. Alumbrado de emergencia

5.8.   Seguridad frente al riesgo causado por situaciones de alta ocupación

5.9.   Seguridad frente al riesgo de ahogamiento

5.9.1. Piscinas

5.9.2. Pozos y depósitos

5.10. Seguridad frente al riesgo causado por vehículos en movimiento

5.11. Seguridad frente al riesgo causado por la acción del rayo

5.12. Accesibilidad

5.12.1. Viviendas accesibles y alojamientos accesibles

5.12.2. Plazas de aparcamiento accesibles

5.12.3. Plazas reservadas

5.12.4. Mecanismos

Unidad 6

Legislación vigente para el control de las emergencias VI

6.1.   Objetivos

6.2.   Generalidades

6.3.   Ámbito de aplicación

6.4.   Caracterización de los establecimientos industriales en relación con la seguridad contra incendios

6.4.1. Clasificación de los establecimientos industriales en función de su configuración y ubicación con relación a su entorno

6.4.2. Clasificación de los establecimientos industriales en función de su Nivel de Riesgo Intrínseco (NRI)

6.5.   Requisitos constructivos de los establecimientos industriales según su configuración, ubicación y Nivel de Riesgo Intrínseco

6.6.   Requisitos de las instalaciones de protección contra incendios de los establecimientos industriales

6.7.   Relación de normativa UNE

Unidad 7

Planes de autoprotección: Elaboración y contenido I

7.1.   Objetivos

7.2.   Gestión de Planes de Autoprotección: grupos de intervención

7.2.1. Los equipos de emergencia

7.3.   Clasificación de las emergencias

7.3.1. En función de su gravedad

7.3.2. En función de la ocupación y de los medios humanos disponibles

7.4.   Acciones a realizar durante las emergencias

7.4.1. El plan de alarma

7.4.2. El plan de extinción

7.4.3. El plan de evacuación

7.4.4. Esquema de operaciones para el desarrollo del plan

7.5.   Situaciones que requieren planes de autoprotección. Actuación de los grupos de intervención en esas situaciones

7.5.1. Fugas, vertidos y/o emisiones de productos en el ambiente fugas. Procedimientos generales

7.5.2. Incendios y explosiones

7.5.3. Inundaciones

7.5.4. Accidentes personales

7.5.5. Robo o atraco

7.5.6. Amenazas terroristas

7.6.   Sectores productivos con gran incidencia de situaciones de emergencia

7.6.1. Sectores clasificados como actividades de especial peligrosidad

7.6.2. Accidente mayor

7.6.3. Evolución del concepto

7.6.4. Normativa

7.6.5. Sustancias

7.6.6. Interferencias accidentales externas

7.7.   Consecuencias de accidentes graves y su propagación

7.7.1. Los accidentes graves

7.7.2. Las consecuencias

7.7.3. Prevención y limitación de las consecuencias

7.7.4. La evaluación

7.8.   Implantación y mantenimiento del Plan de Autoprotección

7.8.1. Responsabilidad de la implantación

7.8.2. Organización. El comité de autoprotección

7.8.3. Medios técnicos

7.8.4. Medios humanos

7.8.5. Simulacros de emergencia

7.8.6. Programa de implantación

7.8.7. Programa de mantenimiento

7.8.8. Investigación de siniestros

Unidad 8

Planes de autoprotección: Elaboración y contenido II

8.1.   Objetivos

8.2.   Introducción

8.3.   Métodos cualitativos del cálculo del nivel de riesgo de un edificio

8.3.1. Orden Ministerial de 1984

8.3.2. Marí

8.3.3. Osalán

8.4.   Métodos cuantitativos del cálculo del nivel de riesgo de un edificio

8.4.1. William T. Fine

8.4.2. Max Gretener

8.4.3. Carga de fuego ponderada y corregida

8.5.   Otros métodos

8.5.1. Método de los factores alfa

8.5.2. Método de los coeficientes k

8.5.3. Método de Gustav Purt

8.5.4. Método de Meseri

8.5.5. Método Dow

Unidad 9

Planes de autoprotección: Elaboración y contenido III

9.1.   Objetivos

9.2.   Introducción

9.3.   Cálculo de la ocupación

9.4.   Número de salidas y longitud de los recorridos de evacuación

9.4.1. Número de salidas

9.4.2. Longitud de los recorridos de evacuación

9.5.   Dimensionado de los medios de evacuación

9.5.1. Puertas y pasos

9.5.2. Hipótesis de bloqueo

9.5.3. Pasillos y rampas

9.5.4. Pasillos protegidos

9.5.5. Escaleras

9.5.6. Escaleras de recorrido interior no protegidas

9.5.7. Escaleras de recorrido interior protegidas

9.5.8. Escaleras de recorrido exterior

9.5.9. Punto de reunión: definición y condiciones

9.6.   Cálculo estimado del tiempo de evacuación

Unidad 10

Lucha contra incendios

10.1. Objetivos

10.2. Cadena del incendio

10.3. Elementos del fuego

10.3.1. Química del incendio

10.3.2. Combustible

10.3.3. Comburente

10.3.4. Energía de activación

10.3.5. Reacción en cadena

10.4. Reacción al fuego de los materiales de construcción

10.5. Formas de propagación de un incendio. La transmisión del calor. Peligros y prevención

10.5.1. Cadena del fuego

10.5.2. Peligros para las personas generados por los incendios

10.5.3. Prevención de incendios: medidas generales

10.5.4. Prevención de incendios: detectores

10.6. Técnicas de extinción según el tipo de fuego

10.6.1. Clases de fuegos

10.6.2. Normas generales para la extinción de los incendios

10.7. Agentes extintores

10.8. Instalaciones y equipos de extinción de incendios

10.8.1. Sistemas de extinción: extintores

10.8.2. Clasificación de los extintores

10.8.3. Instalación del extintor

10.8.4. Sistemas de extinción: boca de incendio equipada (BIE)

10.8.5. Sistemas de extinción: hidrantes

10.8.6. Sistemas de extinción: columna seca

10.8.7. Sistemas de extinción: rociadores (sprinklers)

10.9. Inspecciones y organización de la lucha contra incendios. Manejos de BIE y extintor

10.9.1. Inspecciones de seguridad contra incendios

10.9.2. Estudio de los datos de partida

10.9.3. Análisis de los factores de incendio

10.9.4. Organización de la lucha contra incendios

10.9.5. Valoración del riesgo de incendio

10.9.6. Propuesta de soluciones

10.9.7. Revisión y mantenimiento de los extintores y demás medios de extinción

10.9.8. Método de empleo de una BIE

10.9.9. Manipulación de los extintores en caso de incendio

10.9.10. Actuaciones en caso de incendios. Resumen

10.10. Explosiones

10.10.1. Definición

10.10.2. Prevención y protección

10.10.3. Normativa de seguridad

Unidad 11

Primeros auxilios

11.1. Objetivos

11.2. Activación del sistema de emergencia en primeros auxilios

11.2.1. Introducción

11.2.2. Actuación del socorrista

11.3. Bases anátomo-fisiológicas y procedimientos de diagnóstico

11.3.1. Exploración física del examen primario

11.3.2. Exploración física del examen secundario

11.4. Técnicas de socorrismo

11.4.1. Quemaduras de origen físico y químico

11.4.2. Tratamiento general de las quemaduras

11.4.3. Tratamientos específicos de las quemaduras más comunes

11.4.4. Hemorragias, fracturas y heridas

11.4.5. Intoxicaciones

11.5. Mantenimiento de botiquines de primeros auxilios

11.5.1. Cuidado y mantenimiento

11.6. Rescate y transporte de heridos y enfermos graves

11.6.1. Transporte adecuado

11.6.2. Métodos para transportar a una persona

11.6.3. Tipos de camilla

11.6.4. Formas de improvisar una camilla

11.6.5. Prevención

11.6.6. Tome precauciones

11.7. Técnicas de reanimación cárdio-pulmonar

11.7.1. Justificación de la necesidad de aprender la RCP

11.7.2. Breve fisiopatología de la parada cardio-pulmonar

11.7.3. Definición y diagnóstico de la parada cardio-pulmonar

11.7.4. Actuación: Reanimación cardio-pulmonar (RCP)

11.7.5. Técnica para colocar a la víctima en posición lateral de seguridad

Bibliografía consultada

Enrique Alejandro Contelles Díaz, Ingeniero Técnico Agrícola por la Universidad Politécnica de Valencia, Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales en las especialidades de Seguridad en el Trabajo, Higiene Industrial y Ergonomía y Psicosociología aplicadas, Auditor de los Sistemas de Prevención de Riesgos Laborales en la empresa, Coordinador de seguridad y Salud en Obras de Construcción y Máster en Protección Civil y Gestión de Emergencias por la Universidad de Valencia, ha dedicado gran parte de su vida profesional al ámbito de la prevención de riesgos laborales y más concretamente al ámbito de las emergencias y la construcción.

Durante 4 años fue Director Territorial de Prevención en el área de Levante en NEXGRUP - HCP SALUD S.L y posteriormente pasó a formar parte del equipo de Técnicos de Prevención del servicio propio de prevención del GRUPO BALLESTER INMOBILIARIA donde, entre otros muchos proyectos fue autor material de diversos planes de emergencia y colaborador en la ejecución y puesta en marcha de otros planes importantes tales como la Casa Consistorial del Excmo. Ayuntamiento de Valencia, Casa Consistorial del Excmo. Ayuntamiento de Cieza, Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, centros comerciales Alcampo de Castellón, Valencia y Alicante, el Hotel Albufera de Valencia, los edificios de oficinas Trade Center I y II o el complejo Sorolla Center de Valencia… entre otros.

También ha supervisado la elaboración e implantación de los planes de emergencia en más de 50 edificios pertenecientes al Ayuntamiento de Valencia entre bibliotecas, centros de mayores, edificios administrativos y museos.

Formador de vocación natural, ha participado en la impartición de diversos cursos de formación interna para todo el personal técnico de NEXGRUP en todas sus delegaciones del territorio nacional destacando las formaciones en el Código Técnico de la Edificación en sus Documentos Básicos SI y SUA u otras dedicadas específicamente a la prevención de riesgos laborales en el ámbito de la construcción, impartiendo también cursos básicos de 50 horas en materia de prevención de riesgos laborales para personal técnico y administrativo del Excmo. Ayuntamiento de Valencia y para la Fundación Laboral de la Construcción en Valencia.

Ha sido ponente y coautor de diversas ponencias en diferentes congresos celebrados en Madrid, Sevilla y Murcia y ha impartido distintas charlas técnicas para el Ayuntamiento de Valencia, Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas y Peritos Agrícolas de Valencia y Castellón y para el Centro Integrado Público de Formación Profesional Vicente Blasco Ibáñez, en el cual imparte como profesor especialista el módulo de Emergencias en Ciclos Formativos de Grado Superior de Técnico Superior en Prevención de Riesgos Profesionales desde hace más de 10 años.

También ha publicado varios artículos técnicos en revistas de divulgación especializada siendo además del autor del presente libro, de otro titulado Ejercicios y prácticas resueltas de emergencias pensado como complemento y aplicación de este mismo.

Durante los últimos años formó parte del equipo de Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales del servicio de prevención propio de ALDESA CONSTRUCCIONES S. A. donde supervisaba directamente la seguridad de los trabajadores de sus obras cumpliendo y haciendo cumplir toda la normativa existente en la actualidad en materia de Prevención de Riesgos Laborales, comprobando las medidas de seguridad en obra e implantando las disposiciones en materia de emergencia y evacuación tanto en las obras como en los edificios donde se encontraban las oficinas técnicas.

En la actualidad compagina su trabajo como profesor especialista en emergencias con el ejercicio libre de la profesión impartiendo formación general en Prevención de Riesgos Laborales y realizando Planes de Autoprotección, simulacros y formaciones específicas en emergencias a diferentes empresas tanto públicas como privadas.

Introducción

De nuevo tengo la oportunidad de volver a presentar este trabajo y no quiero hacerlo sin dejar constancia previamente del agradecimento a todos aquellos lectores que con sus consultas y sugerencias tanto a la editorial como a mí personalmente han contribuido al éxito de las anteriores ediciones, haciendo posible que esta obra vuelva a editarse nuevamente por tercera vez.

Para mí es un orgullo haber podido invertir nuevamente tiempo y esfuerzo en la elaboración de esta tercera edición que se presenta con todos sus contenidos completamente revisados y actualizados en lo que a legislación se refiere pero aportando además un material inédito que ha sido cuidadosamente analizado y seleccionado.

Cada tema contiene, además de la correspondiente legislación principal renovada, diferentes extractos y comentarios de las principales normativas españolas de apoyo que actualmente regulan el ámbito de las emergencias junto con aplicaciones prácticas en forma de ejercicios y trabajos propuestos además de diversas referencias bibliográficas que el lector puede consultar durante su lectura para reforzar o ampliar cualquier apartado de los aquí expuestos.

Además de haber aumentado en algunas de las unidades didácticas la cantidad de ejercicios de autoevaluación propuestos, tanto teóricos como prácticos, todas las unidades didácticas han sido reforzadas con comentarios, ejemplos y explicaciones personalizadas propias y exclusivas del autor, fruto de su experiencia tanto profesional como docente, las cuales a buen seguro contribuirán todavía más a una mejor comprensión de todo lo expuesto en cada una de ellas.

En esta edición se han utilizado más de 130 figuras y tablas resumen y explicativas así como un completo material fotográfico con casi 100 ilustraciones propias del autor, que complementan todo el trabajo.

Esta nueva edición recoge todas las modificaciones aplicadas al Código Técnico de la Edificación en sus Documentos Básicos SI y SUA, reforzadas con comentarios y aportaciones del Ministerio de Fomento actualizados a diciembre del 2013 y vuelve a desarrollar uno a uno todos los temas que marca el REAL DECRETO 1161/2001 de 26 de octubre, por el que se establece el título de Técnico superior en Prevención de Riesgos Profesionales y las correspondientes enseñanzas mínimas; BOE de 21 de noviembre continuando además con la misma tendencia y distribución temática que tan buenos resultados ha dado en las anteriores ediciones.

Estamos, en definitiva, ante un proyecto completo que destaca principalmente porque todo su contenido está expuesto de una manera didáctica y de fácil comprensión y aplicación para el lector. No en vano su autor combina con sus más de 15 años de trayectoria profesional como Técnico en Prevención de Riesgos Laborales una dilatada experiencia de más de 10 años como formador en esta materia tanto en el ámbito privado como en el público donde imparte de manera ininterrumpida desde el curso 2004/2005 el módulo de emergencias en Ciclos Formativos de Grado Superior.

Únicamente me queda, una vez más, mostrar mi más sicera gratitud a todas las personas que me han ayudado en el ámbito personal y aquellas que de alguna manera han colaborado tanto directa como indirectamente en la confección de esta tercera edición mediante sus comentarios, opiniones y propuestas, las cuales, lejos de caer en saco roto, han servido para que esta obra vuelva, por tercera vez, a ser una realidad.

Valencia, abril de 2014

El Autor

Agradecimientos

Quisiera agraceder especialmente la colaboración activa que han tenido en la preparación de esta obra a:

•  Nuria Barco Herrero: por su inestimable contribución a la confección de la unidad didáctica 11, gracias a la cual, en esta edición se presentan los primeros auxilios totalmente actualizados y con numerosas ilustraciones nuevas y renovadas.
•  Elena Oltra Rubio: por sus intestimables consejos que sin duda contribuyeron a mejorar y perfeccionar mis aptitudes como docente y por su contribución en las unidades didácticas de la 2.a edición en forma de ideas y sugerencias que han sido plasmadas en esta nueva publicación.
•  Susana Menor Rodríguez: por compartir conmigo activamente sus ideas, aportaciones y puntos de vista que, de manera directa me sirvieron para renovar con nuevos enfoques y características algunos de los temas de esta nueva edición.

Agradecimientos también para los alumnos y alumnas que han colaborado en la confección y posterior revisión del Plan de Autoprotección del CIPFP VBI ya que de esa actividad y de la convivencia con todos ellos también he aprendido cosas que me han permitido mejorar la presente obra.

•  Raúl Garzón
•  Carlos Pintado
•  José Alberto Sáez
•  Alejandro Tena
•  Nuria Barco
•  Eduardo Cuenca
•  Alberto Pacheco
•  José M.a López
•  Marta González
•  Germán Figueres

También quisiera agradecer muy especialmente el apoyo incondicional que desde siempre me han prestado todos mis compañeros de departamento: Juan Jesús, Empar, Salvador, Montse, Ana… y, como no, la dirección del Centro Integrado Público de Formación Profesional Vicente Blasco Ibáñez de Valencia, tanto en la persona propia de su director D. Juan Cuenca como en su equipo directivo: M.a Francisca Rubio, M.a Dolores Monsell, M.a Del Mar Martín, Alberto Herráiz, Amparo Vercher y José M. Francés, que me han hecho sentir todos estos años parte del propio centro.

Por último, pero no por ello menos importante, agradecer también a la editorial Marcombo y especialmente a su Consejero Delegado, Jeroni Boixareu, la confianza que desde un principio mostraron en este proyecto y el apoyo incondicional que siempre me han brindado durante los años que llevamos trabajando juntos.

Dedicatoria especial

A MIS MEJORES AMIGOS: JOSÉ PRATS, ROSANA SANCHÍS, ALEJANDRO PEIRÓ Y TERESA TELLO, aunque tardemos en vernos, aunque pase el tiempo y no hablemos, sé que siempre estáis ahí y sé que siempre estaréis. ¡¡¡¡Mil gracias por ello!!!!

Unidad 0 Conceptos técnicos y definiciones preliminares

En esta unidad:

0.1. Objetivos

0.2. Definiciones previas

0.3. Formato de planos

0.4. Planos de situación y emplazamiento

0.5. Planos de detalle

0.6. Plantas de situación

0.7. Simbología básica empleada en las plantas de situación

0.8. Escalas: interpretación, conversión de unidades

0.9. Croquis: concepto y diferencias básicas respecto de los planos

0.1. Objetivos

Al finalizar esta unidad didáctica el alumno deberá:

•  Aprender algunos de los conceptos básicos empleados en emergencias: peligro, riesgo, daño, emergencia, autoprotección y plan de autoprotección, entre otros.
•  Distinguir entre los distintos formatos en los que se puede presentar un plano (A0, A1, A2, A3, A4…).
•  Distinguir entre las diferentes vistas que puede presentar un plano (alzado, planta, perfil, sección, sección de detalle…).
•  Conocer, interpretar y manejar la distinta simbología empleada en los planos de emergencias.
•  Obtener medidas reales (anchuras de pasos, puertas, ventanas, pasillos, longitudes de recorridos de evacuación…) a partir de mediciones realizadas en los planos (interpretación y utilización de escalas).
•  Diferenciar entre planos y croquis.

0.2. Definiciones previas

0.2.1. Peligro y riesgo

El Anexo III del RD 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia define el PELIGRO como la probabilidad de que se produzca un efecto dañino específico en un período de tiempo determinado o en circunstancias determinadas.

Otras definiciones lo definen como cualquier fuente o situación con capacidad de producir un determinado daño. Estos pueden ser lesiones, daños a la propiedad, daños al medioambiente o una combinación de todos ellos.

Se trata, por tanto, de una característica intrínseca del elemento considerado ya sea un equipo, una instalación, un producto, una operación, el ambiente de trabajo, etc.

En el peligro reside un daño potencial.

El RIESGO es la probabilidad de que un determinado peligro se materialice en daño (entendiendo como tal la consecuencia final y no deseada de un riesgo). En nuestro caso, riesgo profesional será la materialización de un determinado peligro que está presente en el medio laboral. Así, existe el riesgo de caída de altura, atrapamiento por máquinas, quemaduras de la piel por un ácido, aparición de silicosis por inhalación de polvo de sílice o sintomatología de asfixia por inhalación de humo durante un incendio.

Dicho en otras palabras, un determinado peligro presente en una actividad se convierte en riesgo profesional cuando existe la probabilidad de que un trabajador llegue a estar en contacto directo con él. Por ejemplo, un determinado recinto de un edificio con una elevada carga térmica (más adelante estudiaremos este concepto y lo que significa) sin ningún medio de detección y/o extinción de incendios es un PELIGRO potencial que constituirá un RIESGO cuando en dicho recinto existan personas que lo habiten bien por cuestiones laborales bien por otro tipo de cuestiones.

Una determinada máquina trabajando sin protecciones es un PELIGRO potencial; constituirá un RIESGO cuando un trabajador se aproxime a sus engranajes accidentalmente o empiece a trabajar en esas condiciones con ella.

Cuando finalmente el RIESGO se materializa en un DAÑO podemos decir que estamos ante una situación de emergencia que requerirá, en función de sus características (incendio, explosión, amenaza de bomba, caída de un rayo, inundación, nevada… pero también infartos de miocardio, atrapamientos o lesiones con maquinaria o equipos de trabajo que requieran evacuación inmediata a un centro hospitalario…) de una actuación inmediata por parte de un colectivo personal.

0.2.2. Emergencia

Antes de definir la Autoprotección y el Plan de Autoprotección hay que preguntarse: ¿qué es una emergencia?

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define EMERGENCIA como «situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata».

El diccionario Larousse define EMERGENCIA como «acción de emerger, lo que acontece cuando, en la combinación de factores conocidos, surge un fenómeno que no se esperaba».

El Oxford Advanced Learner’s Dictionary of Current English, de A. S. Hornby, define EMERGENCIA como «suceso o situación seria que precisa una acción inmediata».

El concepto de Emergencia se asocia así a la reacción humana que debe tener lugar para contrarrestar las consecuencias de dicho suceso, si da lugar a una situación de riesgo, catástrofe o calamidad.

Otras definiciones de Emergencia que podemos encontrar en la web son:

Situación que aparece cuando surge un suceso inesperado que causa daños en las personas, bienes, los servicios o el medio ambiente.

Fenómeno durante el cual surge un patrón debido a las interacciones de un campo de actividad dada. Para los expertos en ciencias cognitivas la conciencia es un fenómeno emergente que surge de las interacciones realizadas por los nanotubos del cerebro. El lenguaje es otro fenómeno emergente que surge en base a la práctica en el manejo de circuitos nerviosos.

Psicobiología: La emergencia designa un fenómeno particular de aparición de nuevas propiedades en un sistema. Se dice una propiedad «emergente» cuando solo existe en la totalidad del sistema que funciona y que ella no puede reducirse a los elementos que compone este sistema, ni tener existencia en el exterior ellos.

Todo estado de perturbación de un sistema que puede poner en peligro la estabilidad del mismo. Las emergencias pueden ser originadas por causas naturales o de origen técnico.

Las EMERGENCIAS tienen cuatro fases:

1. Previa. Se pueden controlar y minimizar los efectos, por lo tanto se pueden detectar y tomar las medidas respectivas.
2. Iniciación de la emergencia.
3. Control de la emergencia.
4. Análisis post-emergencia.

Se califican según su origen (tecnológico, natural o social) y su gravedad (conato, emergencias parciales y generales).

Las emergencias tecnológicas son aquellas que ocurren por fenómenos tales como incendios, explosiones, derrames y fugas.

Las naturales podrían ser del tipo salida de agua en una gran extensión, procedente de un manto acuífero o el incendio forestal provocado por la caída de un rayo sobre un árbol o de inundaciones provocadas por fuertes precipitaciones en una determinada zona o región.

Las emergencias sociales son aquellas que generan una situación de «fuera de control» que se presenta por el impacto de un desastre (pánico generalizado durante el cual se da una situación de caos total).

De una manera general se puede definir EMERGENCIA como «cualquier situación no deseada y que ponga en peligro la integridad tanto de las personas como de las dependencias que las albergan, exigiendo una actuación rápida ante la misma».

Como se puede ver en la Figura 1, causas naturales, tecnológicas o sociales pueden dar origen a una emergencia que tenga efectos sobre las personas, las propiedades o el medio ambiente.

Figura 1. Causas y efectos de una emergencia.

Las actuaciones para hacer frente a una emergencia pueden ser de distintos tipos y comprenden:

La prevención, de carácter general, que incluye códigos de buenas prácticas para evitar que surjan dichas situaciones y las pautas de actuación general ante las mismas una vez manifestadas.

El estado de alerta junto con la preparación ante la misma: hace referencia a las medidas de carácter específico a tomar para minimizar los posibles daños que con toda probabilidad surgirán producto de la emergencia.

La intervención o respuesta: son las actuaciones específicas a realizar durante la emergencia.

La recuperación y reanudación de actividades: una vez finalizada la emergencia toca evaluar el alcance y los daños cometidos por la misma así como realizar/tramitar las diligencias pertinentes para la vuelta a la normalidad lo antes posible.

Por ejemplo: si analizamos cualquier situación de emergencia poblacional (esto son, emergencias lo suficientemente importantes/graves como para afectar a una población/ciudad entera) tales como el huracán Katrina en agosto de 2005 en Nueva Orleans, el terremoto que afectó a la central nuclear de Fukushima en marzo de 2011 o la tormenta tropical Andrea, en junio de 2013 en Florida, observamos como para cada una de ellas podemos aplicar los cuatro puntos analizados anteriormente:

La prevención constituiría en estos casos las pautas de actuación general ante las mismas, mantener la calma, permanecer en los lugares seguros o refugios destinados a tal efecto, seguir en todo momento las del personal de seguridad/protección civil… Se podrían también incluir en este punto los simulacros de evacuación/actuación.

El estado de alerta junto con la preparación ante las emergencias: cuando es posible saber con antelación que la situación de emergencia se va a manifestar (como es el caso de huracanes, tormentas tropicales, inundaciones o algunos terremotos cuya actividad sísmica se detecta previamente) la población afectada pasa a un estado de alerta continuada (partes meteorológicos con mucha más frecuencia de lo habitual, mediciones terrenales sismológicas extraordinarias…) al tiempo que implementan todas las medidas preventivas específicamente destinadas a paliar los efectos de esa emergencia en cuestión v. gr. la improvisación de refugios o sitios seguros tales como pabellones deportivos u otros recintos públicos reforzando la seguridad en zonas más débiles como ventanas o tragaluces en los techos.

La intervención o respuesta: para estos casos en concreto pasarían por la actuación específica durante el tiempo que dura la emergencia: permanecer en áreas seguras, no quedarse solo, salir a la calle lo imprescindible…

La recuperación y reanudación de actividades: la vuelta a la normalidad en este caso estaría marcada por las actividades posteriores al huracán, terremoto, inundación, tormenta… encaminadas a restaurar la situación de normalidad lo antes posible (atención a posibles heridos, búsqueda/rescate de personas desaparecidas, arreglos de carreteras, restauración de servicios básicos tales como el abastecimiento de agua potable o la electricidad, etc.).

En este punto hay que hacer una matización importante: la actuación que exige una emergencia es muy diferente según quién la realiza:

Los servicios profesionales de respuesta a la emergencia como bomberos, policía o ayuda médica, tienen en esta actividad su razón de ser. Su trabajo es, expresado de forma gráfica: 24/7, es decir las 24 horas del día los 7 días de la semana.

Por el contrario, en una empresa u organización su razón de ser es la consecución de los objetivos de su actividad. Así, la Gestión de Emergencias es solo una tarea más que la dirección ha de gestionar, tanto por la obligación legal que impone la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, como por la Responsabilidad Social de la empresa para con sus trabajadores y la comunidad de la que forma parte.

Muchos de los conceptos relativos a emergencias son válidos para los dos enfoques y de hecho deben ser compatibles y estar coordinados, ya que la Gestión de Emergencias en una empresa u organización sería mucho más difícil, e indudablemente mucho más costosa, si no se contara con la existencia de los servicios profesionales de respuesta a la emergencia. Además, ¿quién te dice que el día de mañana no vayas a trabajar en uno de estos servicios?

Dado que este módulo pertenece al Ciclo formativo de grado superior «Prevención de Riesgos Profesionales» dentro de la Familia profesional «Instalación y Mantenimiento», el enfoque que se va a seguir es el del ámbito empresarial, aunque en otros capítulos se hace también referencia a la Gestión de Emergencias de una manera más institucional.

En toda actividad desarrollada relativa a las emergencias se deben contemplar una serie de actividades cuyos objetivos son los siguientes:

•  Identificación de los peligros.
•  Análisis de sus consecuencias.
•  Evaluación del riesgo.
•  Entrenamiento de los trabajadores.
•  Control del diseño de modificaciones.
•  Procedimientos de operación.
•  Procedimientos de mantenimiento.
•  Investigación de accidentes/incidentes.
•  Auditoria de seguridad.
•  Registro y archivo.
•  Elaboración de los Planes de Emergencia o Planes de Autoprotección.

Por ejemplo: para alcanzar los objetivos expuestos en los puntos «a», «b» y «c» debemos comenzar preguntándonos:

A continuación hay que preguntarse:

Con estos elementos se analiza la posibilidad de repetición:

De la misma forma se analizan los distintos objetivos, para con todo ello tomar decisiones que incidan no solo en la REDUCCIÓN DEL RIESGO, sino en MINIMIZAR SUS CONSECUENCIAS, mediante una RESPUESTA adecuada.

0.2.3. Autoprotección

Aunque en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua no viene específicamente definida la AUTOPROTECCIÓN como tal, podríamos desmembrarla para intuir su significado:

Por una parte tendríamos:

Auto-: Del gr. αυτο-

1. elem. compos. que significa ‘propio’ o ‘por uno mismo’. AUTOsugestión, AUTObiografía, AUTOmóvil.

Y por otra tendríamos:

Protección: Del lat. protectio, -onis.

f. Acción y efecto de proteger.

Proteger: Del lat. protegere.

1. tr. Amparar, favorecer, defender.
2. Resguardar a una persona, animal o cosa de un perjuicio o peligro, poniéndole algo encima, rodeándole, etc.

Juntando ambos significados AUTO + PROTECCIÓN = AUTOPROTECCIÓN podríamos deducir que la autoprotección está basada en la propia defensión frente a un posible perjuicio o peligro mediante la adopción de una serie de medidas.

Ya de una manera más específica en el ámbito de las emergencias el Anexo III del RD 393/2007, del 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia define la AUTOPROTECCIÓN como un sistema de acciones y medidas, adoptadas por los titulares de las actividades, públicas o privadas, con sus propios medios y recursos, dentro de su ámbito de competencias, encaminadas a prevenir y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes, a dar respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencia y a garantizar la integración de estas actuaciones en el sistema público de protección civil.

0.2.4. Plan de Autoprotección

El Anexo III del RD 393/20071, del 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia define el PLAN DE AUTOPROTECCIÓN como el Marco orgánico y funcional previsto para una actividad, centro, establecimiento, espacio, instalación o dependencia2, con el objeto de prevenir y controlar los riesgos sobre las personas y los bienes y dar respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencias, en la zona bajo responsabilidad del titular, garantizando la integración de estas actuaciones en el sistema público de protección civil.

Otras definiciones de Plan de Autoprotección que podemos encontrar en la web son:

•  Organización de los medios humanos y materiales disponibles para garantizar la intervención inmediata ante la existencia de una emergencia que involucren mercancías peligrosas y garantizar una atención adecuada bajo procedimientos establecidos.
•  Conjunto de medidas que se aplican antes, durante y después de un desastre como respuesta al impacto del mismo.

La Dirección General de Protección Civil lo define como: «el mecanismo que determina la estructura jerárquica y funcional de las autoridades y organismos llamados a intervenir y establece el sistema de coordinación de los recursos y medios tanto públicos como privados». (Dirección General de Protección Civil, 1988).

La elaboración de un Plan de Autoprotección consiste en el análisis, diseño e implantación de un método de actuación que permita estar preparado ante una emergencia o suceso inesperado, saber qué acciones hay que realizar y quién y cómo debe hacerlas, en caso de que la emergencia tenga lugar, de forma que se minimice el daño causado en vidas, propiedades o medio ambiente, y cómo restablecer la actividad normal tras la emergencia en el mínimo tiempo posible. (Jordá Rodríguez, 2000).

Obviamente, los cuatro aspectos fundamentales que debe contemplar un Plan de Autoprotección, coinciden con las pautas de actuación frente a las emergencias vistas anteriormente y son:

•  la Prevención general ante una emergencia.
•  la preparación específica ante la misma.
•  la Actuación o Respuesta en caso de emergencia, y
•  la Recuperación posterior a la emergencia,

conceptos que han sido explicados cada uno de ellos de manera individual en el apartado anterior de actuación frente a las emergencias.

Por ejemplo: cuando se declara un incendio, en un lugar en el que se realiza una actividad empresarial, existen toda una serie de acciones que se pueden llevar a cabo para limitar su propagación y, por tanto, sus consecuencias. Estas acciones deben estar previstas y organizadas, contando con los medios técnicos y humanos de que se disponga, en el plan o planes de autoprotección que se hayan elaborado.

Un Sistema de Gestión de Emergencias es un sistema de supervisión del Plan de Autoprotección para que esté siempre operativo y actualizado, incorporando los cambios que se produzcan relativos a sucesos, personas, acciones o daños. (Jordá Rodríguez, 2000).

Por ejemplo: en el ámbito laboral, la instalación de un nuevo equipo puede dar lugar a un riesgo que antes no existía; la incorporación de una persona a un puesto de trabajo crea la necesidad de formación relativa al Plan de Autoprotección, en el que puede asumir ciertas funciones; una nueva distribución en planta (veremos este concepto un poco más adelante, en este mismo tema) de una zona de trabajo puede hacer que se modifiquen las vías de evacuación y la señalización existente, o la creación de un archivo debe llevar a considerar las medidas necesarias para recuperarlo, si se destruyera.

La experiencia demuestra la importancia decisiva de los planes de autoprotección que, de existir, potencian extraordinariamente la efectividad de instalaciones y equipos, incluso moderadamente dotados, y su inexistencia puede inhabilitar la más costosa y espectacular instalación.

El Plan de Autoprotección definirá la secuencia de acciones a realizar al producirse la emergencia. Así, debe responder a las siguientes preguntas:

En general, los Planes de Autoprotección deberán desarrollarse en función de los siguientes condicionantes:

El lugar en el que tenga lugar la emergencia: no es lo mismo si se trata de una empresa situada en un lugar lejano a la población o si por el contrario está en plena urbe, de la misma manera que tampoco es lo mismo que dicha empresa estando integrada en el casco urbano de una ciudad desarrolle su actividad junto a un hospital o un colegio en lugar de compartir ubicación con otros lugares menos conflictivos desde el punto de vista de las emergencias.

Los medios humanos disponibles en cada momento para hacer frente a la situación de emergencia: no es lo mismo tener una plantilla de 100 personas o superior que tratarse de una empresa familiar de 10 o 15 personas, de la misma manera que también cuentan los turnos de trabajo o los períodos vacacionales en los cuales el número de personas puede verse sensiblemente disminuido.

La ocupación: hay que ver si en el establecimiento en cuestión únicamente hay personal de plantilla o por el contrario puede haber personal ajeno a las instalaciones y por tanto desconocedor de los protocolos de actuación y vías de evacuación (personal foráneo). También hay que ver el número de personas potencialmente existentes en el edificio en el momento de declararse la situación de emergencia.

La existencia o no de medios automáticos de detección, alarma y extinción, en caso de incendio.

Por ejemplo: las acciones de respuesta a una emergencia son diferentes si

a) se trata de una fábrica de tornillos o de material pirotécnico.
b) sucede durante la jornada laboral o de noche, durante la época de trabajo o en vacaciones.
c) es en un local privado o en un centro de pública concurrencia (cine, teatro, estadio de fútbol…).
d) si existen medios automáticos de detección, alarma y extinción (detectores de incendio, rociadores y timbres de alarma fundamentalmente), o por el contrario los únicos medios disponibles son los extintores y bocas de incendio equipadas (mangueras).

A continuación se ofrecen tres definiciones que tienen que ver con los aspectos fundamentales a contemplar por un Plan de Autoprotección ya vistos con anterioridad y que son contemplados por el Anexo III del RD 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia:

0.2.4.1. Plan de actuación en emergencias

Documento perteneciente al plan de autoprotección en el que se prevé la organización de la respuesta ante situaciones de emergencias clasificadas, las medidas de protección e intervención a adoptar, y los procedimientos y secuencia de actuación para dar respuesta a las posibles emergencias.

0.2.4.2. Planificación frente a posibles emergencias

Es la preparación de las líneas de actuación para hacer frente a las situaciones de emergencia.

0.2.4.3. Prevención y control de los riesgos

Es el estudio e implantación de las medidas necesarias y convenientes para mantener bajo observación, evitar o reducir las situaciones de riesgo potencial y daños que pudieran derivarse. Las acciones preventivas deben establecerse antes de que se produzca la incidencia, emergencia, accidente o como consecuencia de la experiencia adquirida tras el análisis de las mismas.

Todos estos puntos serán desarrollados de manera más profusa en temas sucesivos.

0.3. Formato de planos

Concepto de plano

En topografía (que es el concepto que nos interesa) se llama plano a la representación gráfica en una superficie y mediante procedimientos técnicos, de un terreno o de la planta (en el siguiente apartado definiremos este concepto) de un campamento, plaza, fortaleza o cualquier otra cosa semejante.

Concepto de formato

Se llama formato a la hoja de papel en que se realiza un dibujo, cuya forma y dimensiones en mm. están normalizados. En la norma UNE 1.026-2 83 Parte 2, equivalente a la ISO 5.457, se especifican las características de los formatos.

Dimensiones

Las dimensiones de los formatos responden a las reglas de doblado, semejanza y referencia. Según las cuales:

1. Un formato se obtiene por doblado transversal del inmediato superior.
2. La relación entre los lados de un formato es igual a la relación existente entre el lado de un cuadrado y su diagonal, es decir 1/ 2.
3. Y finalmente para la obtención de los formatos se parte de un formato base de 1 m2.

Figura 2. Reglas de doblado, semejanza y referencia.

Aplicando estas tres reglas, se determina las dimensiones del formato base llamado A0 cuyas dimensiones serían 1.189 × 841 mm.

El resto de formatos de la serie A, se obtendrán por doblados sucesivos del formato A0.

La norma establece para sobres, carpetas, archivadores, etc. dos series auxiliares B y C.

Las dimensiones de los formatos de la serie B, se obtienen como media geométrica de los lados homólogos de dos formatos sucesivos de la serie A.

Los de la serie C, se obtienen como media geométrica de los lados homólogos de los correspondientes de la serie A y B

Tabla 1. Series A, B y C en los formatos de planos.

Excepcionalmente y para piezas alargadas, la norma contempla la utilización de formatos que denomina especiales y excepcionales, que se obtienen multiplicando por 2, 3, 4 … y hasta 9 veces las dimensiones del lado corto de un formato.

Tabla 2. Formatos alargados especiales y excepcionales.

Figura 1.3. Esquema de doblado para formatos A0 y A1.

Figura 4. Esquema de doblado para formatos A2 y A3.

0.3.1. Márgenes: (1)

En los formatos se debe dibujar un recuadro interior, que delimite la zona útil de dibujo. Este recuadro deja unos márgenes en el formato, que la norma establece que no sea inferior a 20 mm para los formatos A0 y A1, y no inferior a 10 mm para los formatos A2, A3 y A4. Si se prevé un plegado para archivado con perforaciones en el papel, se debe definir un margen de archivado de una anchura mínima de 20 mm, en el lado opuesto al cuadro de rotulación.

0.3.2. Cuadro de rotulación: (2)

Conocido también como cajetín, se debe colocar dentro de la zona de dibujo, y en la parte inferior derecha, siendo su dirección de lectura, las misma que el dibujo. En UNE – 1.035 - 95, se establece la disposición que puede adoptar el cuadro con su dos zonas: la de identificación, de anchura máxima 170 mm y la de información suplementaria, que se debe colocar encima o a la izquierda de aquella.

0.3.3. Señales de centrado: (3)

Señales de centrado. Son unos trazos colocados en los extremos de los ejes de simetría del formato, en los dos sentidos. De un grosor mínimo de 0,5 mm y sobrepasando el recuadro en 5 mm. Debe observarse una tolerancia en la posición de 0,5 mm. Estas marcas sirven para facilitar la reproducción y microfilmado.

0.3.4. Señales de orientación: (4)

Señales de orientación. Son dos flechas o triángulos equiláteros dibujados sobre las señales de centrado, para indicar la posición de la hoja sobre el tablero.

En la siguiente figura se pueden observar cada una de las referencias (1), (2), (3) y (4) referidas con anterioridad:

Figura 5. Elementos que componen un determinado formato de trabajo.

0.4. Planos de situación y emplazamiento

Se define plano de situación como aquel plano que permite obtener como dato la situación general de la empresa o local donde se va a realizar el Plan de Autoprotección.

Generalmente se utilizarán mapas provinciales donde se reflejen las distintas localidades, y entre estas se ubicará con un punto el local objeto del Plan de Autoprotección.

En emergencias son importantes dado que permiten observar de una manera rápida las principales autovías y carreteras de entrada y salida de una determinada población.

Figura 6. Plano de situación.

Se define plano de emplazamiento como aquel plano que refleja de manera detallada la ubicación de las instalaciones objeto de la realización del Plan de Autoprotección indicando los accesos y viales más próximos así como los cruces y avenidas (si las hubiera) o carreteras de acceso cercanas a la ubicación de los locales. Es un plano muy importante puesto que es el que permite visualizar el acceso de las instalaciones objeto de la situación de emergencia a los medios de ayuda exterior en caso de que estos sean necesarios.

Figura 7. Plano de emplazamiento.

0.5. Planos de detalle

Son aquellos planos que surgen como ampliación de otros en una parte o sección muy concreta y que permiten con ello obtener una visión más detallada de los elementos existentes. Generalmente suelen dibujarse en hojas aparte y a otra escala mayor aunque en ocasiones también se pueden ver en la misma hoja del plano primitivo. No se suelen emplear para la elaboración de los planes de autoprotección si bien es bueno conocer de su existencia por si acaso.

Figura 8. Plano de detalle.

0.6. Plantas de situación

Es aquel plano que nos permite ver «a vista de pájaro» y en 2D todos los detalles de un determinado local, habitación o habitáculo objeto de estudio para la realización del Plan de Autoprotección.