Canalizando a los ángeles

René Cheng

LD Books

Edición Digital


Canalizando a los ángeles © René Cheng, 2016

D. R. © Editorial Lectorum, S. A. de C. V., 2016 Batalla de Casa Blanca Manzana 147 A, Lote 1621 Col. Leyes de Reforma, 3a. Sección

C. P. 09310, México, D. F.

Tel. 5581 3202

www.lectorum.com.mx

ventas@lectorum.com.mx

Primera edición: marzo de 2016

ISBN edición impresa: 9781539793243

D. R. © Portada: Carlos Varela

Características tipográficas aseguradas conforme a la ley.

Prohibida la reproducción parcial o total sin autorización escrita del editor.


Índice

Agradecimientos

Introducción

¿Qué son los ángeles?

Jerarquía angelical. Los nueve coros, órdenes o esferas celestiales

Ángel de la Guarda

Arcángel Miguel

Arcángel Jofiel

Arcángel Chamuel

Arcángel Gabriel

Arcángel Rafael

Arcángel Uriel

Arcángel Zadquiel

Arcángel Metatrón

Arcángel Sandalfón

Arcángel Anael o Haniel

Arcángel Ariel o Arael

Arcángel Azrael

Arcángel Jeremiel

Arcángel Raguel

Arcángel Raziel

Arcángeles de transición vida, muerte, cielo, existencia

El miedo, el amor, la fe

El ego, la mente y el corazón

El Decreto o el Verbo y su importancia. Co-creando nuestra realidad

Somos un imán y estamos conectados

¿Qué es la canalización, los chacras?

Experiencias y aprendizajes que quiero compartir contigo

La meditación Vipassana y la meditación angelical

Oración de protección

Invocación a los arcángeles

Padre Nuestro (original del arameo)

¿Cómo hacer un oráculo de ángeles o lectura angelical?

Los ángeles en nuestra vida diaria

Referencias


Agradecimientos

Agradezco con humildad y de corazón a:

Dios (Madre/Padre).

Todos los ángeles, arcángeles, a mi Ángel de la Guarda, corte celestial, seres de luz, maestros ascendidos (debería acreditar a los ángeles también como autores, ya que son en gran parte sus mensajes los que plasmo en este libro).

La vida.

Mi madre, padre y hermana. Virginia, Israel y Gabriel.

Mis maestros no ascendidos (todavía), en especial a Edgar, Alma, José Luis Aguirre, Juan Carlos Vives, Centro Loseling de Monjes Tibeta nos, Louise L. Hay y Doreen Virtue. Mis amigos, en especial a Chistis, Jorge y Omar.

Mis alumnos y suscriptores.

La editorial.

El/la lector/a de este libro.

A mí mismo y a mi ser superior.

Infinitas gracias y bendiciones a todos y cada uno, de corazón a corazón

Deseo que este libro te aporte los conocimientos y herramientas necesarias para realizar cambios en tu vida. Que sientas el gozo, la plenitud y alegría cuando invitas a los ángeles a tu vida. Ellos te ayudarán y guiarán en tu crecimiento y evolución, para tu bien mayor y el de la humanidad. ¡GRACIAS!

Namasté ¡Amén!


Introducción

La intención de este libro es brindarte una herramienta para mejorar cualquier aspecto de tu vida y, por ende, hacer de TU mundo, un mundo mejor. Si muchos hacemos esto mejoraremos a nuestro mundo y nuestras vivencias. Con mucho amor quiero compartirte mis experiencias. Desde que incursioné en el mundo holístico en el año 2008 mi vida dio un giro para bien. Este mundo holístico me apasiona cada día más y deseo contagiarte con esa pasión por la vida, mi entusiasmo por los ángeles. Este libro no pretende tener la verdad absoluta o la panacea, ni mucho menos tratar de convencerte de algo.

Creo firmemente que no hay casualidades, sino causalidades. Creo que el Universo funciona a través de la ley de atracción. Así que no es casualidad que hayas escogido este libro: por algo llegó a ti. Te pido de corazón que no te saltes partes, sino lo leas como está conformado el libro, para evitar malentendidos. Es como cuando ves una película: si le adelantas a una escena tal vez no le entiendas, por falta de información.

Te pido que abras tu mente y tu corazón cuando estés leyendo este libro. Con mucho respeto y amor trataré de compartir contigo un tema tan etéreo y sutil como es el de los ángeles. Los seres humanos somos seres muy diversos y, por lo tanto, nuestras creencias, valores, culturas, religiones, también difieren; pero creo que TODOS queremos vivir en paz, armonía, bienestar, abundancia, salud, amor, felicidad, balance, etcétera.

Creo que todos buscamos “la felicidad" Estoy convencido de que vivir feliz es un viaje interno. Es el proceso mismo de este viaje, no la meta. Hay diversas herramientas: la meditación, el yoga, la oración, la canalización, Reiki, etcétera, que enriquecen y facilitan nuestra vida. Tal vez haya momentos, cuando estés leyendo este libro, en que difieras de mí y tengas un punto de vista diferente, lo cual está bien; sólo trato de compartir MI verdad, mi realidad y mis experiencias. A través del tiempo, cuando hayas canalizado a los ángeles, notarás que estos seres de luz están aquí para apoyarnos, acompañarnos, guiarnos, protegernos y hacer nuestras experiencias más sutiles y amorosas.

Así me pasó a mí. A partir de una crisis personal, empecé a buscar ayuda. Fue entonces cuando conocí a mis maestros y a través de ellos conocí diferentes herramientas o disciplinas, como lo son: reiki, numerología, angelología, etcétera. Me di cuenta de que, como dice el dicho, “todos los caminos llevan a Roma" Este viaje de introspección es igual. No importa si lo haces a través de la meditación, de un libro, de yoga: todos llevan al mismo proceso, que desde mi punto de vista es el despertar de la conciencia o hasta a la iluminación. “La meta" no es una punto final o al cual llegar, sino el “viaje" que hace uno. Así que si partimos desde ese punto de vista, desde mi punto de vista muy personal, creo que ese “viaje” se denomina VIDA. Creo que nosotros escogemos nuestras experiencias ANTES de nacer. Si permites que esta idea sea válida, quita poder a la postura de la “víctima", del “por qué me pasan estas cosas". Estoy convencido de que somos co-creadores de nuestra propia realidad. Cuando reconocí a los ángeles, mis experiencias dejaron de ser “dolorosas” y entendí que soy co-creador de mi propia realidad, que los ángeles me apoyan en transmutar mis experiencias de “sufridas” a bellas. Pretendo transmitirte ese conocimiento en este libro, porque TODOS merecemos vivir en plenitud. TODOS fuimos hechos a “imagen y semejanza” de Dios. Por lo mismo, somos seres de LUZ, seres divinos. Todos podemos hacer una mejor versión de nosotros mismos cada día, ya que cada día es un comienzo nuevo.

Cuando me di cuenta de que los ángeles son seres de luz con amor incondicional, que ayudan a quien se lo pida, entendí que no estoy solo y que con su ayuda puedo realizar cualquier cambio en mi vida, para mi bien mayor. Estas mejorías empiezan internamente y luego se ven reflejadas en el mundo externo. Mejor salud, mejores relaciones, mejor trabajo, etcétera.

Todos contamos con esa capacidad de cambiar, de transformar lo “negativo” en “positivo”, y con la ayuda angelical este proceso es más fácil aún. No te pido que “creas” en los ángeles, sino que lleves a la práctica algunos ejercicios que daré en el libro y cuando veas que hay cambios positivos en tu vida tal vez permitas la idea de que sí existen y están presentes en nuestras vidas. Está bien que cuestiones su existencia, pero te invito a que les des una oportunidad para establecer una relación con ellos.

Tampoco quiero convencerte de nada. Sólo te pido que no te cierres a mis ideas, creencias o al libro. Asimismo, habrá momentos en los que hable de DIOS; si esta palabra te “incomoda”, por favor sustitúyela por UNIVERSO o aquella que sientas adecuada, según tu creencia.

Desde mi punto de vista personal todos vinimos a este mundo con la misma misión de vida: gozar nuestra vida. Claro que todos siendo parte de un TODO (Dios, Universo, etcétera) tenemos diversas funciones, propósitos y misiones. Es como si el Universo fuera un gran reloj y cada ser humano, cada alma, un pequeño engrane del reloj. No hay nadie que sea mejor o peor que otro. Todos somos igual de importantes, valiosos y amados. En realidad no existe tampoco el concepto de “bueno” o “malo”: en el Universo todo es neutro. Según como yo entiendo el mundo, creyendo en la reencarnación, todos hemos sido víctimas o victimarios, gobernantes, gobernados, pobres, ricos, etcétera. Y cada alma viene a experimentar vivencias diferentes, porque somos tan diversos, pero también tan semejantes, que en nuestra existencia pasaremos por todas estas vivencias. Todos aprendemos en este viaje y todos dejamos huella. Igualmente, estoy convencido de que cada alma tiene voluntad propia (libre albedrío) y que existe una voluntad divina. Creo que muchas veces, cuando estas dos voluntades no coinciden, hay un conflicto. “Pero es que yo quería ese trabajo...”, decimos, por ejemplo. Y luego entendemos que tal vez no se da ese trabajo porque hay otro pensado para ti, que es para tu bien mayor. Canalizando a los ángeles te volverás más sensible a recibir sus mensajes y entenderás mejor muchas cosas: quién eres, qué quieres en realidad, cuál es el aprendizaje de equis o ye situación... En mi experiencia personal entendí el por qué de cierta vivencia con mayor facilidad y rapidez a través de los ángeles y sus mensajes. Por qué tal pareja dejó de serlo, por qué se me dificulta más dicha tarea que a otra persona...

De todo corazón, espero poder transmitirte mis experiencias y mi conocimiento en este libro, para que tu vida sea mejor y fluya en amor, paz, abundancia, salud, bienestar, compasión y respeto. Te agradezco de corazón que a través de este libro me permitas entrar en tu corazón y me regales tu confianza y atención. Te mando muchas bendiciones (la palabra bendición significa Bien decir).

Namasté (del sánscrito, que significa Mi divinidad reconoce tu divinidad).


¿Qué son los ángeles?

Los ángeles son mensajeros de luz o de Dios.

La palabra ángel proviene del latín ángelus, que significa mensajero de luz, o del griego angelos, que quiere decir mensajero de Dios.

Se dice que son el pensamiento vivo de Dios.

Si lees diversos libros religiosos, partiendo de las tres grandes religiones monoteístas, desde la Biblia (cristianismo), el Corán (islamismo) o la Torá (y dentro de ella la Cábala, judaísmo), notarás que en todos se mencionan a los ángeles. Fuera de estas tres religiones, en todas las creencias y culturas, tal vez con otros nombres, también están presentes o representados de una o de otra forma, tal vez como deidades, como en el hinduismo. A muchas personas les incomoda hablar de estos seres porque los asocian con una religión y la incomodidad surge por el descontento o desacuerdo con la religión misma, no con los ángeles. Los ángeles existen, creas en ellos o no. No hablaré mucho de religión, pero sí mencionaré de vez en cuando a una, como referencia. No se trata de convertirte a alguna, ni de que formes partes de ella o de una secta.

Yo experimento a los ángeles como frecuencias de muy alta vibración que provienen de la misma fuente que nosotros, del amor incondicional, o a mi punto de vista, Dios.

A diferencia de nosotros, los ángeles no tienen voluntad propia, o libre albedrío: están al servicio de Dios y de la humanidad. Así que la única condición que nos ponen es invocarlos para que nos ayuden, apoyen y guíen (se hagan presentes ellos o sus mensajes). No lo pueden hacer por sí mismos, esto es, por su propia voluntad, ya que no la tienen. Esto explica el por qué a la pregunta: “Si existen los ángeles, ¿por qué permitieron que pasara tal situación?” Tiene que ver también con la voluntad divina que menciono en la Introducción. A diferencia de los ángeles, nosotros los humanos SÍ contamos con voluntad propia. Cada uno de nosotros puede decidir qué hacer o no hacer, en qué creer o no. Lo hacemos constantemente, consciente o inconscientemente. Esta voluntad humana es respetada por la corte celestial, esto es, Dios y los ángeles. Te daré un ejemplo para darme a entender con más facilidad. ¿No te ha pasado que te entercas en una situación, sabiendo que no tendrá un resultado favorable? Por decir algo, tu madre te pidió que te llevaras un suéter al salir de casa, por si llegara a hacer frío, pero por rebelde te niegas y por consiguiente pasas frío y tal vez hasta te resfrías. Haz de cuenta que tu madre es un ángel y decidiste no escucharle o percibirle. Ese es tu libre albedrío y no puedes culpar al ángel por no haberle hecho caso y por pasar frío. Es la ley de dharma (significa dádiva, dar, acción) y karma (efecto, reacción, resultado o consecuencia de una acción). Los ángeles respetan nuestras decisiones, nuestro libre albedrío. Cuando decides hacerlos parte de tu vida, involucrarlos, invitarlos, ten la certeza de que gustosos acceden a ello. No hay situación que sea demasiado difícil o insignificante para ellos. Una de mis primeras experiencias fue con un tema tan banal como el de encontrar un espacio para estacionar mi automóvil. Fui a una plaza comercial que estaba sumamente concurrida y le pedí a los ángeles que me ayudaran a dar con un espacio. Apenas acabé de hacer mi petición, salió un automóvil, brindándome el espacio deseado. Así de sencillo y eficaz.

Te daré otro ejemplo de cuándo y por qué no funciona una petición a los ángeles. En esta escena, Juan pide: “Quiero que Lupita sea mi novia; ángeles, por favor, hagan que me ame y corresponda”, sabiendo que Lupita no tiene interés alguno de antemano, pero nos entercamos con el resultado. Esto no puede funcionar, porque los ángeles respetan la voluntad de Lupita, que no quiere una relación con Juan. No puede haber un conflicto de voluntades, sino al contrario: éstas deben estar en sincronía.

Lo mismo pasa con la voluntad divina o de Dios y esto explica por qué no sanó alguna persona por más que lo deseamos; es parte del plan divino y del aprendizaje de cada alma, lo cual es respetado por los ángeles.

A los seres humanos nos encantan las garantías, pero el Universo no funciona así. Pero si Juan pide de manera diferente y si está dentro del plan divino, entonces su petición se hará realidad, se manifiesta.

El tema del Decreto lo trataré más tarde, pero siguiendo a Juan, éste pudo haber pedido: “Decreto aquí y ahora que mi pareja sentimental llega a mí en el momento justo y para mi bien mayor y el de ella. Ángeles, les pido que me ayuden a reconocer esto, en su momento; abran mi corazón”. Así el Universo y los ángeles confabulan en favor de Juan y de la pareja para Juan, que tiene la misma voluntad.

Te preguntarás entonces qué sentido tiene el decretar y pedir, si ya todo forma parte del plan divino. La magia consiste en entender el funcionamiento del Decreto, voluntades, pensamientos positivos y plan divino. La buena noticia es: los ángeles nos ayudan en todo este proceso. Pueden aligerar y abrir caminos. Nos ayudan a cambiar nuestros enfoques y reconocer nuestras virtudes, nuestra divinidad. Elevan nuestra frecuencia energética para atraer situaciones, personas, emociones, resultados y relaciones positivas. Nos ayudan y guían a conocernos mejor, saber cuál es nuestra esencia, nuestros propósitos, nuestras virtudes y las de los demás.

Los ángeles son seres con todas las virtudes imaginables: amor, compasión, paz, abundancia, armonía, generosidad, paciencia, serenidad, tranquilidad, sabiduría, misericordia, etcétera. Como seres humanos, hemos querido entenderlos y para ello clasificarlos. Supongo que queremos facilitarnos el entendimiento de transformar lo intangible en tangible. Es como las imágenes de la Virgen o de Cristo que nos facilitan el “verles”. Todos los ángeles cuentan con todas las virtudes; de hecho, no creo que sean entidades tan limitadas, individuales, sino que se entrelazan y forman parte de la Fuente misma. Aún dicho esto, daré una explicación de sus jerarquías, sus virtudes específicas, para que sean más tangibles. Es como cuando queremos partir el agua para entenderle o clasificarle y le ponemos nombres (Océano Pacífico, Índigo, Mar Rojo). Todos ellos forman parte del agua, que refiriéndose a los ángeles sería el Universo, Dios, la Fuente, el Todo, Cosmos o como quieras denominarle.

En el cristianismo se dice que la cantidad de ángeles es inmensa en número, sin especificar. La Cábala maneja 72 ángeles, denominados “los nombres de Dios”.

En la numerología magistral el número 22 representa a los ángeles.

Se dice que la Virgen María es la madre de todos los ángeles (al igual que nuestra madre celestial). Los ángeles no tienen género, pero sí poseen energías más femeninas o masculinas, esto lo veremos más adelante. Aclaro esto para no crear confusiones cuando me refiera a mi ángel y hable de ÉL: me refiero al artículo de la palabra y no al género del mensajero de luz.

Alguna vez, antes de entrar en este mundo holístico (que por cierto significa total o integral), me cuestioné, como tal vez lo hagas tú: “¿Por qué contactar a los ángeles y no directamente al mero jefe, o sea, a Dios? No necesito de intermediarios”. Como mencioné al principio, los ángeles son los mensajeros de Dios, mensajeros de luz, y como energéticamente se acercan más a nuestra frecuencia los podemos captar con mayor facilidad. Dios (o el Universo) está en constante comunicación con nosotros, pero muchas veces se nos dificulta percibirle. Si así lo quieres, los ángeles nos facilitan ese puente de comunicación.

Los ángeles son omnipresentes (están presentes en todas partes), o sea, cuentan con la virtud de la ubicuidad. Esto explica cómo pueden estar presentes con todos y en el mismo tiempo o varios tiempos a la vez. Como Dios, son todopoderosos. Hay que entender también que el Universo es ilimitado, generoso y abundante; por consiguiente, hay suficiente para todos. Hago mención de esto porque puede haber personas que pidan “limitadamente” por culpa o miedo de que no alcance para todos o por no sentirse merecedoras. Todos somos merecedores, todos somos parte de la divinidad, nadie es mejor o peor. Aclaro esto aquí nuevamente por si creyeras que fulanito tiene mayor prioridad con los ángeles que tú por ser un “fiel creyente”. Todos somos iguales y tenemos la misma oportunidad de crear una relación con estos seres de luz. Todos somos amados por igual por los ángeles, sin importar credo, género, cultura, religión, etcétera. Cada día es una oportunidad nueva. Lo único que nos piden los ángeles es invitarlos a nuestra vida, invocarlos. 


Jerarquía angelical

Los nueve coros, órdenes o esferas celestiales

Tanto la Cábala (judaísmo) como la Biblia (cristianismo) coinciden en este orden con diversos nombres. Hay algunos textos religiosos que invierten el orden entre potestades y virtudes. Como mencioné anteriormente, creo que sólo se ha hecho esto para poder comprender con mayor facilidad lo intangible. Por lo mismo, mencionaré esta jerarquía brevemente. Si tienes mayor interés en este tema puedes abundar en libros de la Cábala y en el Libro de los secretos. Hay eruditos que llevan toda su vida estudiándola; tan extensa es. Cuando hablo de ángeles me refiero a TODOS los seres angelicales, sean serafines, arcángeles o ángeles (véase la jerarquía inferior). Asimismo, notarás que en ciertos textos religiosos mencionan a cierto arcángel en otro plano (esfera, coro, orden, sefirá o sefiroth) “que no le correspondería”. Como ejemplo: Metatrón es un arcángel y si ves abajo se le considera regente de los serafines. Cuando empecé a adentrarme en este estudio me di cuenta de que no es tan lineal ni estricto el orden y me preguntaba: “¿Cómo puede ser regente de un orden tan elevado (el de los serafines), estando en uno tan bajo (el de los arcángeles)?” A mi manera de entenderlo, todos los ángeles, independientemente de su “rango celestial”, pueden transitar por todos los planos; de hecho, sin que exista tiempo ni espacio. Recuerda: cuentan con el don de la ubicuidad y son omnipresentes. Somos los humanos quienes queremos clasificarlos para entender mejor sus funciones, su orden.

Primera esfera (los más cercanos a Dios, en la Cábala denominada Atziluth):

• Serafines (en la Cábala corresponde a Kether, la Corona, y la rige Metatrón).

• Querubines (en la Cábala corresponde a Chokmah o Hoch mah y la rige Raziel).

• Tronos (en la Cábala corresponde a Binah y es regida por Tsaphikiel).

Segunda esfera (en la Cábala corresponde a Briah):

• Dominaciones (en la Cábala corresponde a Chesed o Hes sed y es regida por Zadquiel).

• Potestades (en la Cábala corresponde a Geburah y es regida por Chamuel).

• Virtudes (en la Cábala corresponde a Tiphereth y es regida por Rafael).

Tercera esfera (en la Cábala corresponde a Yetzirah):

• Principados (en la Cábala corresponde a Netzah y es regida por Haniel).

• Arcángeles (en la Cábala corresponde a Hod y es regida por Miguel).

• Ángeles (los más cercanos a la humanidad, en la Cábala corresponde a Yesod y es regida por Gabriel).

 

Serafines (ángeles al servicio de Kether / La Corona, Metatrón, según la Cábala)

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