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Índice

Primera Parte. Música, emociones y significados personales

1) La música como camino

2) Delivery de sustancias: “Temblores y adrenalina”

3) Escala Londres-Lanús: “God Save the Peugeot”

4) La música y los elegidos: “Don musical y aprendizaje”

Test de Orientación musical

5) La música y los oyentes: “El infierno es el oído del otro”

6) Tocar con otros: “El equipo perfecto”

7) La música y el miedo a sobrevivir: ¿Qué haces además de tocar música?

8) Historias de alumnos: “...Arranco las clases pero nunca voy a practicar en la semana”

9) El artista y su ADN “Soy lo que soy”

10) Cantantes: ¿Súper-héroes o villanos? ¿Líderes o dictadores?

11) La maldición de elegir: ¿Y ahora qué hago?

12) Crónica viajera musical: “Tras los pasos del humano llamado Mozart”

13) “El triángulo de las Bermudas”: Escuela, creatividad y talento

Segunda parte. Claves para disfrutar y entender la música

Los tres mensajeros fundamentales: Melodía, ritmo y armonía

1) Melodía: Una explosión directa al corazón

2) Armonía: El mundo de las ideas

3) Ritmo: El impulso primal

4) Producción musical: Ajedrez Sonoro

5) El Concepto: La llave mágica del significado

6) Análisis de canciones: “El concepto sale a la cancha”

7) Guía para entender y disfrutar más de los géneros musicales

8) “La máquina de hacer hits: “Progresion Millenial”

9) Fin de Concierto

Introducción

Mientras comienzo a escribir este prólogo, están sonando los acordes de la canción firmada por Lennon-McCartney “All you need is love” (TRACK 1), una de las tantas expresiones musicales que han influido y moldeado nuestra cultura. ¿Qué será eso que nos atrae de la música? ¿Mero placer de los sentidos? ¿Ideales de la endiosada figura del artista? ¿Llenar un vacío que las palabras no ocupan y que solo el sonido puro expresa?

Todo libro sobre música necesita poder ejemplificar sus conceptos. Es por eso que recomiendo tener a mano una conexión a internet, ya que en distintos momentos te invitaré a escuchar ejemplos. Te perderás de mucho si asistís a un curso sobre degustación de vinos y no saboreás ninguno. Lo mismo sucede con este libro. La música debe sonar para estar viva. De otro modo, solo son ideas en la mente. Al sumarte a las propuestas auditivas ganarás puntos extras y tal vez, por qué no, empezarás a conocer nuevos artistas y estilos. El secreto de la música está en sí misma. Al escucharla se expresa en toda su dimensión. Por otro lado, el quehacer musical es un excelente pretexto para la autoobservación. El hacer música te muestra, te expone y te potencia. Es un amplificador de lo que uno es. Si ves a un grupo tocar verás sus relaciones: el bajista le tiene bronca a la frondosa melena del baterista; la cantante mira al cielo y reza para que el guitarrista baje el volumen; el pianista está enojado porque le escondieron las partituras. Las miserias y talentos también se expresan en este plano relacional-musical.

Recorreremos caminos que nos conectan con el fenómeno musical, desde nuestro cuerpo, mente y corazón. En mi experiencia, las personas que se han acercado a la música, siempre han encontrado un vehículo de realización y de disfrute. Tengan intenciones profesionales (o no), todos saben y reconocen en lo musical algo más que el simple hecho de pulsar una cuerda o una tecla. Algo en ellos les dice que se trata de algo más. La música les habla tanto a su cerebro como a su emoción. Les hace bien. Incluso aquellas personas que creen no conectar con la música, no podrían disfrutar de sus series y películas favoritas sin la construcción sonora que poseen.

En la Primera Parte del libro nos enfrentaremos cara a cara con aspectos vinculados a lo personal: emoción, psicología, mundo interno. En fin, todo aquello que hace que la música sea algo significativo para nosotros los humanos.

En cambio, en la Segunda Parte, me ocuparé muy en especial del aspecto técnico de la música. Allí encontrarás ideas, anécdotas y definiciones acerca de los elementos musicales. Se trata de una sección en la que, si bien comparto ideas y conexiones emocionales, priorizo las definiciones técnicas acerca de las bases de la música. Además, hablaré acerca de una apreciación integral que nos acercará a los secretos de cada obra.

Mi eterno agradecimiento es para todos los alumnos y colegas que me permitieron compartir su mundo musical, que no es, ni más ni menos, que mostrar lo que verdaderamente son: su humanidad, deseos, aspiraciones y, por supuesto, también, algún que otro dolor.

Agradecimientos

Estas páginas no hubieran sido posible sin la ayuda directa e indirecta de muchas personas. Gracias Meli, por el apoyo diario y continuo. Gracias a mis padres y hermana que apoyaron mi camino musical desde los primeros años de mi vida. Gracias a mis abuelos que sin quererlo me generaron el gusto por la música popular argentina: desde los tangos de Troilo a las chacareras santiagueñas. Gracias Fernanda Pampin por las sugerencias y correcciones en el texto. Gracias a todos los alumnos que, en estos casi veinte años han pasado por mis clases. Me emociona la confianza y respeto que han depositado en mi. Y por último gracias a vos que estas leyendo estas palabras. El sonido necesita oídos para existir. Del mismo modo, este libro toma relevancia en tus manos: jugando con él, escuchándolo y discutiéndolo. Agradecido por tu tiempo y por permitirme compartir este fascinante mundo de la música.