La práctica de la docencia universitaria no se corresponde con las recomendaciones de la investigación educativa, pues se basa en un enfoque centrado en la materia y el docente, frente a otros posibles más centrados en el aprendizaje y en la actividad del estudiante. En gran parte esto se debe a la ausencia de una formación docente inicial y a la falta de programas adecuados de formación para el profesorado en activo. Es urgente, por tanto, desarrollar estrategias de formación docente en la universidad orientadas por los hallazgos de la investigación y que promuevan cambios reales en las prácticas de aula.
La investigación sobre formación y desarrollo docente nos indica que los cambios en la práctica no son fáciles ni rápidos, pues implican una ruptura con la cultura mayoritaria. Suelen ser procesos graduales y progresivos que requieren contextos formativos seguros, el apoyo de una comunidad de aprendizaje y el acompañamiento crítico de formadores con experiencia. También nos aporta evidencias de que la formación separada de la acción no provoca cambios, y que es necesaria una estrategia basada en la reflexión sobre la práctica, el diseño y experimentación de cambios controlados y la evaluación y publicación de los resultados.
Este libro se divide en dos partes bien diferenciadas. En la primera se presentan fundamentos relacionados, bien con el modelo de enseñanza-aprendizaje que consideramos debe ser el referente de los procesos de formación y mejora, bien con diferentes corrientes, tradiciones y estrategias que, de una u otra manera, pretenden impulsar la formación y el desarrollo docente en la universidad.
Así, el Capítulo 1 describe y analiza las evidencias disponibles sobre la superioridad de las estrategias de enseñanza activa en Educación Superior. Se describen también diferentes modelos de enseñanza que, con matices diferentes, tratan de poner el foco en la actividad del estudiante y que pueden servir de orientación para el cambio: la enseñanza basada en problemas, retos, proyectos o casos, la investigación en el aula de docentes y estudiantes, la clase invertida, etc., y, por último, se describen dos experiencias concretas de aprendizaje activo en nuestro país.
El Capítulo 2 muestra cómo la investigación-acción representa una perspectiva adecuada para la mejora de la docencia en Educación Superior. Más concretamente, se informa de la propuesta de las Lesson Study, que, aunque proviene de otros niveles educativos, representa una alternativa válida para la construcción de un pensamiento y una práctica docente consciente y fundamentada, basada en la investigación sobre la práctica.
El Capítulo 3 profundiza en otra propuesta de mejora de la docencia universitaria: el movimiento Scholarship of Teaching and Learning (SoTL). En este caso, se trata de poner en evidencia la necesidad de adoptar una perspectiva académica sobre el trabajo docente, lo que implica, entre otras cuestiones, incorporar los valores propios de la actividad investigadora (rigor, basarse en la evidencias, hacer público los resultados, sometiéndolo al juicio crítico de la comunidad implicada, etc.)
El Capítulo 4 realiza una panorámica de las investigaciones que se han realizado en los últimos tiempos sobre los resultados de diferentes propuestas o/y programas de formación docente en Educación Superior, presentando los resultados y conclusiones más destacadas.
El Capítulo 5 propone cinco principios de síntesis sobre la formación docente del profesorado universitario, coherentes con lo dicho en los capítulos anteriores y con el Programa de Formación e Innovación Docente del Profesorado (FIDOP) de la Universidad de Sevilla, y con los Ciclos de Mejora en el Aula (CIMA), que son la estratégica básica del mismo. En el capítulo se describen también nueve módulos formativos para iniciar al profesorado en el diseño, experimentación y evaluación de CIMA de progresiva amplitud y profundidad.
En la segunda parte del libro (capítulos, 6, 7, 8 y 9) se presenta el Proyecto de investigación realizado por una parte de los autores de este libro para analizar los resultados del Programa FIDOP, en términos de la progresión docente de los participantes desde antes de empezar el Curso General de Docencia Universitaria (CGDU) (línea de actuación central del programa) hasta un año después de acabado.
El Capítulo 6 informa de los objetivos, la muestra, el contexto, los instrumentos y las técnicas de análisis utilizadas durante la realización de los dos estudios que componen el proyecto. El primero, cuya muestra son todos los participantes de un año en el CGDU, donde se inician en los Ciclos de Mejora, y de unos tres meses de duración; y el segundo con nueve casos representativos de toda la muestra a los que se les hizo un seguimiento durante un año.
El Capítulo 7 da cuenta de los resultados del primer estudio, tanto en términos de la evolución individual de cada docente para cada categoría y subcategoría del Proyecto, como en el de la presentación de una hipótesis de “progresión de los modelos docentes en Educación Superior”, que integra los grandes modelos ofrecidos por la bibliografía, juntos con otros que han emergido de los datos de esta investigación.
Por último, los Capítulos 8 y 9 recogen dos informes resumidos de sendos Estudios de Casos de una sub-muestra representativa de los tipos de evoluciones encontrados en el estudio 1 y en los que se han tenido en cuenta las opiniones de los estudiantes y las observaciones directas en el aula.
Por último el lector encontrará al final del libro la bibliografía unificada de todos los capítulos.
Esperamos que el libro sea de interés para los formadores de profesores y para responsables de programas de formación en docencia universitaria, pero también para profesores y profesoras que hayan iniciado el camino de mejorar su docencia o, simplemente, que estén preocupados por el desarrollo de sus clases y quieran empezar a cambiarlas.