Título original: Zero Frequency ®

Traducido del inglés por Julia Fernández Treviño

Diseño de portada y de interior: CB Messer

Maquetación: Toñi F. Castellón

© de la edición original

2020, Mabel Katz

© fotografía de portada: depositphotos.com/elenathewise

© de la presente edición

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A mi madre, Sara Naiman,

que falleció mientras yo estaba escribiendo este libro.

Ella era el viento que impulsaba mi vuelo

y siempre estará en mi corazón.

Todo lo que soy hoy

se debe a lo que he recibido de ella.

Este libro es para ti, mamá,

con mi mayor amor.

Agradecimientos

Creé y presenté mi primer entrenamiento de Zero Frequency® en 2010. Desde entonces he deseado escribir este libro. Sin embargo, debido a mi apretada agenda de viajes alrededor del mundo para impartir mis seminarios, siempre me pareció imposible poder hacerlo. Quiero agradecer especialmente a mi amiga Deborah Barnet por animarme durante todos estos años a que lo escribiera, hasta que finalmente en el verano de 2018 me dije a mí misma que tenía que encontrar la forma de escribir el libro.

Entonces contraté a Ruth Klein como coach de escritura, y Ruth trajo a Eliana Golden para que me ayudara a mantenerme en el camino y comprometerme con el trabajo. En realidad yo quería contratar a un escritor profesional, pero ellas no dejaban de animarme. «Sigue escribiendo, lo estás haciendo genial». Ambas comprendían la importancia del mensaje que yo estaba intentando transmitir en esta loca misión mía, entendían mi deseo de ayudar a la gente a transformar no solamente su vida personal sino también su vida profesional, ¡y hacer de este mundo un lugar mejor y más feliz!

Cuando consideré que el manuscrito estaba terminado, Anjanette Harper se ofreció a ayudarme a revisar y retocar el libro. Fue un antes y un después. Su ayuda aportó valor añadido, y «nuevas ideas» que fueron necesarias para que se convirtiera en el libro que estoy orgullosa de presentar hoy aquí. Muchas gracias a todos.

Mi profundo agradecimiento a Francesc Prims, que trabajó conmigo en el libro hace un par de años cuando pensé escribirlo en español. Finalmente decidí escribirlo en inglés, el idioma en el que mi inspiración fluye mejor. De cualquier modo, Francesc, tu colaboración, tu talento y tus ideas han sido una importante contribución para este libro, y se reflejan en él.

Muchísimas gracias a Bill Apablasa por todos tus aportes y consejos, y por tu apoyo.

Gracias al ancestral arte hawaiano de resolución de problemas, conocido como Ho’oponopono. ¡Ha transformado mi vida! Quiero agradecer también a Morrnah Simeona por actualizar este arte para los tiempos modernos.

Mi enorme gratitud a mi maestro, el doctor Ihaleakalá Hew Len, por los doce años que pasé bajo su tutela, siendo su discípula. Su guía me preparó para el trabajo que estoy realizando en el mundo, y me condujo a la creación de Zero Frequency®.

Gracias a mis estudiantes de todo el mundo, por su compromiso y su confianza.

Gracias también a las personas que organizan mis eventos en los diferentes países y a mi equipo de trabajo, por su dedicación, sus esfuerzos, su amor, y por creer en mi mensaje y ayudarme a divulgarlo.

Y por último, pero no por ello menos importante, GRACIAS a mis maravillosos hijos, Jonathan y Lyonel, y a mi nuera Corinne, por su amor incondicional, por su apoyo y su confianza. Son la bendición de mi vida y el mejor regalo que me ha dado Dios. Gracias por animarme a seguir adelante, independientemente de las circunstancias.

Introducción

«¿Por qué me cuesta tanto alcanzar mis sueños?».

«¿Qué más debo hacer para alcanzar por fin la abundancia económica?».

«¿Por qué sigo sintiéndome infeliz?».

Normalmente sucede. En los eventos presenciales, alguno de los asistentes me hace una de esas tres preguntas, o una versión de ellas. Las he respondido millones de veces. Y cuando esto sucede, sonrío. No me molesta escuchar la misma pregunta una y otra vez. Somos una familia. Somos la familia humana, y todos estamos buscando las mismas cosas: el sentido de nuestro propósito en la vida, la materialización de nuestros deseos, suficiente dinero como para disfrutar de la vida, paz en nuestras relaciones, paz en el mundo, paz en nuestra mente y en nuestro corazón.

Es muy probable que también tú te lo hayas preguntado alguna vez. Tal vez estás leyendo esto porque has intentado encontrar tu propio camino y te sientes frustrado con los resultados que has obtenido hasta el momento. Espero que hayas encontrado este libro porque todavía sigues creyendo que es posible sentirte plenamente satisfecho y feliz. ¿Tal vez en lo más profundo de ti sabes que existe un camino más fácil para alcanzar todo lo que deseas?

Cualquiera que sea la razón que te haya hecho elegir este libro, debes saber que no estás solo. A todas esas personas encantadoras que en mis seminarios y talleres de Zero Frequency® me hacen las mismas preguntas profundas y sinceras, suelo decirles: Sí, hay una forma más fácil de hacerlo. De hecho, yo la he encontrado.

Algunos de ustedes probablemente me conozcan a través de mi trabajo de toda la vida con Ho’oponopono, el ancestral arte hawaiano de resolución de problemas, una práctica que ha sido para mí una filosofía de vida que me ha nutrido y sostenido tanto en las buenas como en las malas épocas. Al principio, esta antigua práctica implicaba reunir a toda la familia para que cada miembro pidiera perdón a los demás en presencia de un moderador. La ­sanadora hawaiana Morrnah Nalamaku Simeona actualizó Ho’oponopono con el fin de que pudiera aplicarse en los tiempos modernos. Morrnah dijo: «El propósito principal de este proceso es descubrir la Divinidad dentro de uno mismo. Ho’oponopono es un profundo regalo que nos permite tener una relación de cooperación con la Divinidad que hay dentro de nosotros, y aprender a pedir que las palabras, las obras, las acciones, o los pensamientos erróneos sean limpiados en cada momento. El proceso reside esencialmente en la libertad, en liberarse completamente del pasado».

He estudiado, practicado, y enseñado los principios de Ho’oponopono durante más de veinte años. Y continuaré haciéndolo con mi corazón lleno de gratitud. Gracias a haberme dedicado a estudiar Ho’oponopono descubrí la forma más fácil de alcanzar la paz, la felicidad y la abundancia.

En mi propia vida experimenté el poder transformador de la práctica de Ho’oponopono. En tiempos de sufrimiento o incertidumbre, este proceso me sostuvo como si fuera una niña pequeña, y me condujo hacia mi verdadero ser. Todo fue mucho más fácil en cuanto aprendí a soltar y a confiar en este camino. El dinero comenzó a fluir hacia mí. Las oportunidades empezaron a llegar a mi buzón de entrada. Disfruté de vivir mis relaciones más íntimas en armonía. Mis días estaban llenos de trabajo, y me gustaba tanto lo que hacía que no parecía un trabajo. Las preocupaciones y la ansiedad desaparecieron. El pasado ya no me atormentaba, y tampoco me involucraba en dramas ni conflictos. Los fracasos dejaron de existir. Lo que experimentaba en mi propia vida era extraordinario. Y lo que experimentaban otras personas que recorrían el mismo camino me maravillaba, y llenaba de alegría mi corazón. A lo largo del libro compartiré contigo algunas de esas historias para que puedas constatar el poder de Ho’oponopono.

Pero este libro te contará una nueva historia.

A lo largo de mi viaje personal me di cuenta de que era necesario presentar la verdad de una forma más práctica y moderna; una forma que hablara simultáneamente a la mente y al corazón. Quizás así sería posible eliminar muchas de las trampas mentales que nos impiden experimentar la verdad. Así fue como nació Zero Frequency®.

Desde que empecé a enseñar mi método he dado muchos entrenamientos y seminarios en treinta y ocho países, y ochenta y cinco ciudades. A través de estos eventos, y de otras actividades de difusión, he ayudado a millones de buscadores de todo el mundo. Cada día recibo mensajes de personas que gracias a la práctica viven en Zero Frequency® con mayor frecuencia y profundidad, y han conseguido lo que antes les parecía imposible alcanzar: la paz, la felicidad y la abundancia. Espero que Zero Frequency® te ayude también a ti, y que ya no tengas que luchar para alcanzar tus sueños. Es mi deseo que encuentres finalmente la felicidad y la paz que te ­mereces.

Entonces, ¿qué es Zero Frequency®? En varios continentes me han hecho esta pregunta muchas personas, tanto los jóvenes como los mayores. Dicho simplemente, Zero Frequency® es nuestra forma o condición natural, lo que realmente somos. Es la magia de vivir veinticuatro horas al día y siete días a la semana en la inspiración, libres de las cadenas de nuestra programación subconsciente, y de todas nuestras ideas, memorias y creencias preconcebidas. Cuando estamos en Cero, somos nuestro ser auténtico, somos capaces de acceder a nuestros verdaderos talentos y dones naturales. Nos sentimos felices y estamos en paz en todo momento cuando no dependemos de nadie ni nada exterior a nosotros. Soltamos, fluimos; y lo que es correcto y perfecto para nosotros llega a nuestra vida de una forma fácil y sin esfuerzo.

Quienes creen en la numerología afirman que los números tienen vibraciones. El número cero resuena con las vibraciones de la eternidad, el fluir y la plenitud. También representa las opciones. Es el alfa, el comienzo, y el omega, lo más elevado. Cero es el símbolo del infinito, y se cree que nos acerca más a Dios. Es también el símbolo de la nada, a menudo lo percibimos como algo negativo por naturaleza. ¡Pero nada más lejos de la verdad! En realidad, es en la nada donde experimentamos la ausencia de todas las memorias, pensamientos, creencias y acciones que nos han inhibido. Es en la nada donde todas las respuestas son reveladas.

Cuando estás en Cero te conectas con la sabiduría del Universo. Y aún más, eres uno con el Universo. En Cero, no tienes miedo. No piensas ni te preocupas demasiado. No temes el fracaso, el rechazo, ni ningún otro resultado específico. Cuando dejas de pensar en cómo conseguirás lo que anhelas, te mueves con más confianza en la dirección que marca el deseo de tu corazón. Tú confías y permites que la misma frecuencia te lleve a todos los lugares y te abra las puertas, esas puertas que nunca imaginaste que podrías atravesar. En Cero, te mueves a tu propio ritmo. Tú sabes que no hay límites; las respuestas y las soluciones ­simplemente surgen en tu mente. Sabes cosas pero no estás seguro de cómo has llegado a saberlas. En Cero, estás realmente feliz y en paz contigo mismo, con tus seres queridos, con tu comunidad y con el mundo.

Zero Frequency® te cautivará, abrirá tu corazón, y cambiará y enriquecerá tu vida espiritual y material para siempre. Te dará la clave de lo que te falta para desbloquear el estado psicológico que no te permite manifestar tus sueños y estar en paz.

Sospecho que estás aquí porque una parte muy profunda de ti mismo sabe que hay mucho más en el mundo de lo que puedes tocar con tus manos o ver con tus ojos. Esa parte de ti que busca y se cuestiona es tu ser real, el que vive más allá de las máscaras de la nacionalidad, la religión, la política, la profesión, las cuentas bancarias, y todas las demás ilusiones de la vida. Esta parte de ti es quien realmente eres, un alma que ha llegado a este mundo con un propósito y un destino específicos. Tal y como el gran místico hindú Osho afirmó en una ocasión: «Estás aquí porque tienes algo que realizar, algún mensaje que transmitir, algún trabajo que completar. No estás aquí accidentalmente, estás aquí con un propósito».

En cuanto adquieres la conciencia necesaria para comprender esta verdad, y el coraje para aceptarla, ella se convierte en la misión de descubrir cuál es tu ­propósito en la vida. Y esto solamente ocurrirá cuando descubras quién eres en realidad. Las dos cosas van juntas. Una no puede existir sin la otra.

Y esta búsqueda comienza y termina en Cero.

En este mismo momento acaso estés pensando: «Esto no parece nada fácil». Después de todo, ¡nunca hasta ahora ha sido una tarea sencilla descubrir quién eres! Yo espero que confíes en mí, y leas este libro hasta el final para poder experimentar Zero Frequency® personalmente. Recuerda, si tú decides conectar con Cero, y vivir en este estado, no tiene por qué ser una tarea difícil. No tienes que aprender un nuevo idioma ni sacrificar tu vida. No es necesario que comprendas cómo funcionan las cosas para que este camino sea efectivo para ti. No hace falta nada especial para practicarlo, y nunca puedes hacerlo mal. Simplemente tienes que practicarlo. La forma más fácil es sencillamente la forma más fácil.

También puedes preguntarte si Zero Frequency® es compatible con tu sistema de creencias espirituales. Cuando en este libro uso la palabra Dios me refiero a la fuente creativa universal. Algunas personas lo denominan poder superior. Otras lo llaman espíritu. Tal como dijo Julia Cameron en su libro El camino del artista, esta fuente creativa es como la electricidad. No tienes que creer en la electricidad para utilizarla. Cuando yo le digo a la gente que todos hablamos de lo mismo, esa es una buena noticia. Hay una verdad, pero existen diferentes formas de analizarla. Yo encontré el camino más fácil. ¿Ese camino es efectivo para todo el mundo? Sí. ¿Ese camino es para todo el mundo? No. Hay muchas personas que todavía siguen siendo adictas al sufrimiento, y a culpar o culparse, y quejarse. Algunas personas dicen que quieren cambiar, pero en realidad no es cierto. Yo pienso que tú sí quieres seguir el camino más fácil, y además creo que estás preparado para hacerlo.

Este libro le habla al corazón. A medida que lo leas puede que de pronto te encuentres deslizándote hacia el estado de Zero Frequency®. Tal vez te sientas creativo y en paz. Este libro te llevará a hacer un viaje interior y te enseñará a regresar a Cero, momento a momento. De manera que disfruta del viaje, porque puede inspirarte para aprender y practicar cómo estar en Cero, y vivir en este espacio.

Sin embargo, debes saber que este no es un viaje que va del punto A al B trazando una línea recta. No es una receta para la espiritualidad donde uno se ­encuentra a sí mismo sentado debajo del árbol ­Bodhi. * Cero es mucho más sutil. Es misterioso y elusivo y, como el mismo Ahora, lo encontrarás y lo perderás momento a momento. Cero es pura potencialidad. Es el inicio: el preciso momento en el que emerge una nueva idea, o un nuevo pensamiento surge en tu mente. Cero está antes de empezar a contar, y antes de que algo crezca. No es la cosecha, es la semilla.

Mientras lees un capítulo tras otro del libro no debes esperar que Cero se manifieste en la última página del último capítulo. Cero puede ocurrir en cualquier momento, en cualquier instante. Confía, suelta y conecta con el poder de Cero para transformar tu vida. ¿Estás preparado para renacer y conectar con todo tu potencial?

Celebro tu despertar y tu compromiso para asumir la responsabilidad de tu propio crecimiento espiritual: tu felicidad, tu paz, tu conciencia, tu libertad y tu abundancia. Estás a punto de emprender un viaje increíble hacia la conciencia. Y yo me siento feliz de acompañarte.

Comencemos.

* Según la tradición, árbol bajo el que se sentó Buda jurando no volver a levantarse hasta descubrir la Verdad. Así pasó varias jornadas y alcanzó el llamado estado de bodhi (despertar). De ahí su nombre.

Capítulo 1

Confía: el Universo
te está esperando

Cuando sigues tu camino natural, encuentras tu manera de fluir, y atraes los recursos que necesitas para alcanzar todo tu potencial.

Anónimo

Cinco días después de que el huracán María llegara a Puerto Rico, José Andrés, el chef ganador del premio James Beard, llegó a la isla en uno de los primeros vuelos comerciales que aterrizaron después del desastre. Andrés estaba allí para alimentar a la mayor cantidad posible de personas. No tenía ningún plan, no había pensado en ninguna estrategia, y no sabía si contaría con recursos suficientes. Y sin embargo, a lo largo de las siguientes semanas José y sus colegas chefs alimentaron a 3,6 millones de personas. Él no se detuvo a pensar. No estableció ningún objetivo. Simplemente empezó a cocinar.

En un artículo publicado en Bon Appetit, Andrés comentó: «Creo que la mayor lección es también la más simple: cuando te encuentres frente a un desafío, simplemente ponte manos a la obra. Quizás esto no sea muy profundo; quizás no sea una lección que puede hacerte ganar el premio Nobel, pero es una lección que te enseña a convertir los problemas en oportunidades. Si intentas hacerlo todo de golpe, te quedarás paralizado, bloqueado, y concertarás una reunión para planificar otra reunión. Y esto no son más que diferentes formas de posponer la acción. Nosotros no organizamos ninguna reunión. Simplemente empezamos a cocinar. Mil comidas el primer día, y luego el número se duplicó cada jornada. ¡Antes de que nos diéramos cuenta estábamos haciendo ciento cincuenta mil comidas por día!».

¡Imagina! Millones de personas necesitadas fueron alimentadas porque un hombre no se detuvo a pensar, ni a planificar, ni a fijar objetivos. ¡Simplemente se puso a cocinar! Hazañas sorprendentes pueden realizarse cuando seguimos nuestra Inspiración, nos permitimos fluir, y pasamos a la acción. ­Seguimos intentando resolver los problemas, como el de las personas sin hogar, mediante el pensamiento y la planificación. ¿Y si simplemente comenzáramos por hacer? Lo que nos impide realizar grandes cosas, cosas imposibles, son la preocupación y la planificación.

Quienes me escuchan se asombran cuando les digo que yo no establezco objetivos. «¿Y cómo consigues hacer las cosas?», me preguntan. En nuestra acelerada sociedad orientada hacia los logros y el éxito, parece una pregunta justa. En Estados Unidos, la mayoría de las personas creen que debemos planificar nuestro futuro y luchar para alcanzar nuestros objetivos y sueños. Existe toda una industria destinada a ayudarnos a gestionar mejor nuestro tiempo para planificar y establecer objetivos, para crear tableros con representaciones visuales de nuestras metas con el fin de visualizar nuestro futuro ideal. Sé que todos se sorprenden cuando les digo que yo no fijo objetivos. Y sé también que lo que realmente se están preguntando es: «Si no defines objetivos, ¿cómo has llegado a tener una vida tan feliz?». Ven mi satisfacción y quieren preguntar: «¿Cómo has alcanzado esa paz?». Quienes conocen mis libros, los viajes que hago para dar conferencias, y otros trabajos, ansían comprender: «¿Cómo lo has conseguido?».

Todo esto –mi vida feliz, mi satisfacción, mi trabajo alrededor del mundo– está al alcance de cualquiera. Yo no soy especial, ni soy una elegida, ni la vida me ha sonreído más que a ningún otro ser humano del planeta, incluyéndote a ti. Tu vida depende de tus decisiones. Yo decidí asumir la responsabilidad, y dejar de encontrar culpables y quejarme. Me convertí en una persona más humilde. Me di cuenta de que no sabía tanto como yo pensaba. Dejé de prestar atención a las opiniones y juicios de los demás. Perdoné. Tomé consciencia de que no tenía que ser perfecta, y empecé a aceptarme tal como soy. Presté más atención a los deseos de mi corazón y abrí mi mente, decidí soltar y confiar. Si estás buscando la forma más fácil de alcanzar la felicidad, la paz y la abundancia, te recomiendo este camino.

Yo no me fijo objetivos. No paso un montón de tiempo planificando ni pensando estrategias para mis siguientes pasos. Yo disfruto del presente. No tengo un tablero con representaciones visuales, y no recurro a afirmaciones. Y a pesar de todo, soy más feliz que nunca. Estoy haciendo un trabajo que me encanta. Estoy cumpliendo con mi misión en esta vida. No tengo preocupaciones económicas. No me inquieta cuál será mi siguiente aventura. Mis relaciones ­afectivas son armoniosas y satisfactorias. Las situaciones conflictivas pasan rápido. La vida es fácil. La vida es maravillosa. Estas son afirmaciones audaces, lo sé. Aun así, son verdaderas. Y lo son porque practico el ancestral arte espiritual hawaiano de resolución de problemas Ho’oponopono, el camino más fácil. Y son verdaderas porque vivo en Zero Frequency®.

Si has leído una gran cantidad de libros de crecimiento personal, ya sabes que a veces no es fácil hacer el trabajo que se indica en ellos. Demandan mucho de nosotros y producen resultados inconsistentes. Cuando las cosas no funcionan más allá de nuestros mejores esfuerzos y nuestra planificación, nos culpamos a nosotros mismos. Pensamos que debemos estar haciendo algo mal, o que quizás no estamos preparados para recibir todo lo que deseamos. Nada de eso es verdad. El afamado autor y maestro Michael Beckwith dice que las afirmaciones fuerzan nuestra mente subconsciente a enfocarse en mentiras porque estás afirmando algo que todavía no tienes. Él también dice que las afirmaciones son «herramientas de jardín de infantes» y que para «graduarse» tenemos que ser nosotros mismos. Zero Frequency® es un enfoque completamente diferente al uso de afirmaciones. Es un enfoque amoroso, y es la forma más fácil de acceder a la verdad.

Tú tienes todo lo necesario. Tú estás preparado para recibir. ¡El Universo está esperándote! Ha llegado la hora de graduarse. ¡La hora de ser tu auténtico ser!

De acuerdo con Joe Vitale, autor de Cero límites, cuando luchamos por conseguir algo, sea a través de ejercicios de crecimiento personal (como son las afirmaciones), o a través de una definición práctica de objetivos, tenemos la ilusión de que controlamos la situación. Y sin embargo, obtenemos mejores resultados cuando abandonamos ese control y se lo ofrecemos al Universo. Verás, cuando fijamos objetivos y concebimos planes y estrategias, estamos actuando en base a la creencia de que somos los creadores. Pensamos y actuamos como si hacer realidad nuestros sueños dependiera únicamente de nosotros. Y aunque este es un enfoque más positivo y poderoso que lamentarnos por el estado de nuestra vida y comparar nuestras circunstancias con las de los demás, no es la forma más fácil de encontrar la verdadera paz, felicidad y abundancia. El camino más fácil es ir un paso más allá y cocrearlas con esa parte de nosotros que sabe más. ¿Y cómo lo hacemos? Dándonos cuenta de que no sabemos tanto como creemos saber. Permitiéndonos fluir y confiando en que el Universo conoce lo que es correcto y sabe cuál es la mejor forma de alcanzarlo. Observar, soltar, permanecer en Cero y dejar que el camino se despeje.

En un seminario empresarial que impartí en Holanda alguien me preguntó sarcásticamente: «¿De modo que usted no hace previsiones, ni planes de negocios?».

Mi respuesta fue: «¿Estaría usted dispuesto a preparar un tipo diferente de planificación empresarial? ¿Un plan que fuera distinto a lo convencional, o a lo que ‘‘sabemos’’ que es correcto? ¿Tal vez un proyecto empresarial que proceda de la Inspiración en vez del conocimiento? ¿Es posible que haya otras formas? Acaso usted ni siquiera necesite un plan para conseguir el préstamo para su negocio».

Entonces conté la historia de una pareja que había conocido en Israel. Ellos habían creado un programa de entrenamiento para el crecimiento personal muy interesante basado en un juego con unas cartas especiales. Me explicaron que habían conseguido su primer préstamo para su negocio gracias a su «entusiasmo». El empleado del banco les dijo que no reunían los requisitos para recibir el préstamo, pero que de cualquier modo se lo concedería porque tenían una gran fe en su producto, y porque ambos eran muy entusiastas. Entonces, ¡quizás nuestro amor y nuestra confianza en lo que hacemos y en lo que tenemos para ofrecer, funcione incluso mejor que una planificación comercial!

Si dejas de planificar y de fijar objetivos, te liberarás. Dios tiene muchas cosas reservadas para ti, cosas que jamás podrías siquiera haber imaginado o soñado. Al principio, al soltar sentimos que nos adentramos en lo desconocido. Es incómodo. Tendrás que estar dispuesto a salir de tu zona de confort (lo conocido). No obstante, cuando practiques una y otra vez, y comiences a ver los resultados, no harás otra cosa más que permitirte fluir y confiar. Y te gustará, te gustará porque de pronto las puertas se abrirán sin ningún esfuerzo por tu parte. Todo lo que tienes que hacer es atravesarlas. Y estarás inmerso en esa corriente perfecta.

Toma decisiones ilógicas

En 1997 estaba trabajando como contadora * experta en impuestos en una gran empresa CPA ** en Los Ángeles. Tenía un gran éxito profesional y ganaba un montón de dinero trabajando media jornada en una compañía dominada por hombres. ¿Qué más podía pedir?

En aquella época también me estaba divorciando después de veinte años de matrimonio. Tenía un trabajo seguro y un sueldo predecible. Lo lógico hubiera sido que continuara en la empresa. Sin embargo, decidí abrir mi propio estudio. Este impulso surgió de la nada, y no parecía ser una iniciativa muy sensata que pudiera considerarse seriamente.

en todo momento.