John Harold Caicedo
Una semilla para cada día
© 2020, John Harold Caicedo
©Primera edición 2020 Portable Publishing Group LLC, 30 N Gould St, Ste R, Sheridan, WY 82801,
Estados Unidos de América.
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ISBN: 978-1-953540-19-5
“Cuando yo oro, yo creo, cuando yo creo, yo veo, cuando yo veo, yo vivo, cuando yo vivo, yo adoro, cuando yo adoro, Cristo es mi vida y por lo tanto: le adoro, lo vivo, lo veo, le creo y le oro”
(Harold Caicedo)
DEDICADO A MI SEÑOR JESUCRISTO
Este devocional es el fruto de varios años de trabajo, a través de los cuales fui enviando día a día cada mensaje a líderes y pastores en Estados Unidos y Latinoamérica.
La compilación de muchos de ellos da como resultado este libro que ahora tienes en tus manos y que espero que pueda ser para ti de mucha bendición.
A medida que lees este devocional, cada día te invito para que no solo sigas el contenido de cada mensaje, sino además para que medites en lo que Dios te quiere decir mientras van transcurriendo tus jornadas con Jesús a tu lado.
“Una semilla para cada día” surge con el anhelo de proveer una meditación permanente en la Palabra de Dios y con el propósito de seguir creciendo a nuevos niveles espirituales cada día más.
Mi agradecimiento supremo al Señor Jesucristo que me permite disfrutar de mi labor pastoral, guiando una hermosa congregación en California, USA, y que me da la oportunidad de dedicar tiempo para escribir y meditar diariamente en lo que Él representa para mi vida.
También agradezco a mi linda esposa, mis preciosos y amados hijos y mis hermosos nietos que son mi inspiración constante y mi ayuda permanente.
A mi mamá y a mi familia también los llevo siempre en mi corazón, mientras trabajo con dedicación día a día. Y mi papá, que siempre me acompañó desde mis inicios en la congregación, pero desafortunadamente falleció hace unos años atrás. Él hubiese sido el más feliz con el fruto de esta labor.
Al hermano Jorge Torrejón, quien se encargaba de enviar los mensajes a todos sus contactos en diferentes lugares del mundo, y quien también falleció hace un tiempo atrás.
Agradezco a la congregación de la Iglesia Cristiana El Sembrador por darme el privilegio de ser su pastor, orar por mí y darme el soporte que necesito para no desfallecer.
Espero que este libro que tienes ahora en tus manos, sea una gran bendición para tu vida y que puedas crecer mientras recibes “una semilla para cada día”.
Pastor John Harold Caicedo
California, USA.
UNA SEMILLA PARA CADA DÍA
Dedicatoria
CONTENIDO
Un llamado a la consagración
ENERO
Enero 1
Tarea equivocada
Enero 2 Id por todo el mundo
Enero 3 Terminando bien la carrera
Enero 4 Sed santos
Enero 5 Dios te habla hoy
Enero 6 ¿Un mundo sin Dios?
Enero 7 El valor de la cruz
Enero 8 Guiados por la Palabra de Dios
Enero 9 La gloria de Jesús
Enero 10 Serás bendición
Enero 11 Siempre firmes
Enero 12 Desatando ligaduras de impiedad
Enero 13 El poder del amor
Enero 14
Examíname, pruébame y guíame
Enero 15 Yo estaré contigo
Enero 16 Guiados por una visión
Enero 17 Escuchando al Señor
Enero 18 Una promesa para ti
Enero 19 Un doble pecado
Enero 20 ¿En quién confías?
Enero 21 Tu Dios será mi Dios
Enero 22 Un día más
Enero 23 Devolviendo bien por mal
Enero 24 Casa de oración para todas las naciones
Enero 25 Un corazón ardiente
Enero 26 Lo haré de nuevo
Enero 27 Permaneced en mí
Enero 28 Yo soy el camino
Enero 29 Trastornando al mundo
Enero 30 Cegados a lo espiritual
Enero 31 Muéstrame tu gloria
FEBRERO
Febrero 1 De mañana
Febrero 2 Más denuedo
Febrero 3 Fuego del cielo
Febrero 4 Mis ovejas
Febrero 5 Escrito está
Febrero 6 Ay de mí si no anunciare el evangelio
Febrero 7 Un día de ganancia
Febrero 8 “Levántate y resplandece”
Febrero 9 Háblame Señor
Febrero 10 Dime con quién andas……
Febrero 11 Pedid y se os dará
Febrero 12 Vivir con pasión
Febrero 13 Sacia mi alma
Febrero 14 No temas
Febrero 15 Sé una luz en este día
Febrero 16 “Esperando en Él”
Febrero 17 Escúchalo a Él
Febrero 18 Descansando en la paz de Dios
Febrero 19 La familia de Jesús
Febrero 20 “En esto pensad”
Febrero 21 Perseguidos por el bien
Febrero 22 En las alas del ángel
Febrero 23 Pureza de labios
Febrero 24 La motivación de mi vida
Febrero 25 Hechos a la manera de Dios
Febrero 26 Un amor sin igual
Febrero 27 Yo y mi casa
Febrero 28 El Rey de Gloria
MARZO
Marzo 1 Alguien toca tu puerta
Marzo 2 Fueron oídas tus palabras
Marzo 3 Derrotando a los gigantes
Marzo 4 Un amor sin igual
Marzo 5 En la casa de mi Padre
Marzo 6 Nunca estás solo/a
Marzo 7 Mirando hacia el futuro
Marzo 8 Dios te está buscando
Marzo 9 Una nueva oportunidad
Marzo 10 Mudado en otro hombre
Marzo 11 Mi mayor herencia
Marzo 12 La rendición es completa
Marzo 13 Un pueblo especial
Marzo 14 Un mundo hambriento de esperanza
Marzo 15 Renunciando al mundo o renunciando a Jesús
Marzo 16 Nacer de nuevo
Marzo 17 Buscando respuestas
Marzo 18 En el nombre de Jesús……que predica Pablo
Marzo 19 El lado bueno de las pruebas
Marzo 20 La fuente del agua viva
Marzo 21 Errando el blanco
Marzo 22 ¿Gente de poca fe?
Marzo 23 Buscando una esperanza real
Marzo 24 Confiando de nuevo en El
Marzo 25 Viviendo una vida desafiante
Marzo 26 Escogidos y bendecidos
Marzo 27 ¿Te olvidaste?
Marzo 28 Cuenta conmigo
Marzo 29 Renovados por Cristo
Marzo 30 Lo sobrenatural de Dios en mí
Marzo 31 Un espíritu superior
ABRIL
Abril 1
¡Tenemos acceso!
Abril 2 Sanados para glorificar a Dios
Abril 3 Con Cristo en mis tormentas
Abril 4 La vida o la muerte
Abril 5 Como a ti mismo
Abril 6 Un mundo en necesidad
Abril 7 ¿Crisis u oportunidad?
Abril 8 Multiplicados por la mano de Jesús
Abril 9 El adiós de un viejo hombre
Abril 10 La oración que llega hasta los cielos
Abril 11 Alcanzando tu tierra prometida
Abril 12 Avivando un cementerio
Abril 13 Los excelentes de Dios
Abril 14 Hacedores de la palabra
Abril 15 Dios ha sido fiel
Abril 16 Yo conozco tus obras
Abril 17 Limpios y perfectos
Abril 18 ¿Qué haces aquí?
Abril 19 Investidos de poder desde lo alto
Abril 20 Pozos de agua viva
Abril 21 Una jornada con Jesús
Abril 22 Sana nuestra tierra
Abril 23 Preparados para la batalla
Abril 24 La guerra no es tuya sino de Dios
Abril 25 ¡Alegrémonos!
Abril 26 Caminando hacia la eternidad
Abril 27 El Dios eterno
Abril 2 Dios de maravillas
Abril 29 Cosas mayores que estas verás
Abril 30 Que tu sí sea sí
MAYO
Mayo 1 Los verdaderos discípulos
Mayo 2 Mirando el futuro con optimismo
Mayo 3 Conociendo al Dios Todopoderoso
Mayo 4 El silbo apacible de su presencia
Mayo 5 Caminando con el Maestro
Mayo 6 El deleite de la vida cristiana
Mayo 7 No te olvides de Dios
Mayo 8 Dando con generosidad
Mayo 9 El método de Jesús
Mayo 10 Agua de vida eterna
Mayo 11 Llamada local
Mayo 12 No tendrás dioses ajenos
Mayo 13 Una habitación para El Señor
Mayo 14 La fuente de tus decisiones
Mayo 15 Creyentes del monte o del campamento
Mayo 16 Decisiones
Mayo 17 El valor de su presencia
Mayo 18 Vivir y morir por Cristo
Mayo 19 En el nombre de Jesús
Mayo 20 Reyes y sacerdotes
Mayo 21 Apasionados por Cristo
Mayo 22 Unción para matar gigantes
Mayo 23 Invencibles con Cristo
Mayo 24 Recibiendo el fuego de Dios
Mayo 25 Nunca te dejaré
Mayo 26 Crea en mí un corazón nuevo
Mayo 27 La indiferencia
Mayo 28 Queriendo matar un sueño
Mayo 29 Un llamado a la guerra
Mayo 30 Todo ayuda para bien
Mayo 31 El Señor está en control
JUNIO
Junio 1 Gobernados por visiones celestiales
Junio 2 Soy el/la hijo/a de un Rey
Junio 3 Mi Hijo amado
Junio 4 Conforme a mi corazón
Junio 5 ¿Perspectiva de Dios o de los hombres?
Junio 6 Siempre listos para servir
Junio 7 Olvidar o recordar
Junio 8 Él puede hacerlo de nuevo
Junio 9 Mi porción diaria
Junio 10 Bendice alma mía
Junio 11 Tu mejor historia
Junio 12 Reinando con Cristo
Junio 13 Cuerpo de tigre, corazón de ratón
Junio 14 Dotados de poder y autoridad
Junio 15 Enviados para transformar el mundo
Junio 16 El lenguaje de la cruz
Junio 17 Dotados para el mundo espiritual
Junio 18 Enseñando acerca de las manifestaciones espirituales
Junio 19 Gracias Señor
Junio 20 De la angustia a la celebración
Junio 21 ¿Y dónde están los demás?
Junio 22 ¿Cómo no dar gracias?
Junio 23 El juez justo
Junio 24 Un final feliz
Junio 25 Dios puede cambiar tu vida hoy
Junio 26 La apostasía de nuestros tiempos
Junio 27 Volviendo al Edén original
Junio 28 Ganándolo todo, pero perdiendo el alma
Junio 29 La belleza está en los ojos del que mira
Junio 30 Tiempo de conquista
JULIO
Julio 1 Orar sin desmayar
Julio 2 Al Dios conocido
Julio 3 Dios siempre está trabajando
Julio 4 El que levanta mi cabeza
Julio 5 Dios ha sido bueno
Julio 6 Esperando con paciencia
Julio 7 ¿Y tú quién eres?
Julio 8 La perfecta creación de Dios
Julio 9 Creados con un propósito
Julio 10 Tu verdadero valor
Julio 11 ¿Identidad en crisis?
Julio 12 Visiones de Dios que cambian tu vida
Julio 13 Al banquete con Jesús
Julio 14 Yo quiero más de Cristo
Julio 15 ¿Volver a la normalidad?
Julio 16 Cristianismo o religión
Julio 17 La paja en el ojo ajeno
Julio 18 Trabajados y cargados
Julio 19 Los que esperan en Dios
Julio 20 Cada nación bajo su señorío
Julio 21 Predicando el evangelio eterno
Julio 22 No dejes de predicar
Julio 24 Instrumento escogido
Julio 25 Un clamor del alma
Julio 26 Conociendo las señales
Julio 27 Regocijándonos en tiempos difíciles
Julio 28 Una segunda oportunidad
Julio 29 ¿Visiones celestiales o terrenales?
Julio 30 Avivando la llama de tu visión
Julio 31 Buscando bendiciones en lugares equivocados
AGOSTO
Agosto 1 Más allá de la cruz
Agosto 2 Predicando sobre la piedra
Agosto 3 Entregando todo al Señor
Agosto 4 Las marcas de Jesús
Agosto 5 Prudentes o necios
Agosto 6 Dios está en control
Agosto 7 Un ladrón en mi casa
Agosto 8 Ciudadanos del reino de Dios
Agosto 9 Sálvate a ti mismo
Agosto 10 Quiero un papá nuevo
Agosto 11 Para que las obras de Dios se manifiesten
Agosto 12 Sobre ti fijaré mis ojos
Agosto 13 El peso de las tradiciones
Agosto 14 El poder de la palabra de Dios
Agosto 15 Eternidad en tu corazón
Agosto 16 La verdadera conversión
Agosto 17 Equipados para una nueva vida
Agosto 18 Nuestro amparo y fortaleza
Agosto 19 Por su gran amor
Agosto 20 El verdadero descanso
Agosto 21 Miembros de la familia de Dios
Agosto 22 Varón esforzado y valiente
Agosto 23 Llenos del Espíritu Santo
Agosto 24 El tamaño de tu Dios
Agosto 25 Espíritu de sabiduría y de revelación
Agosto 26 Sabiduría y misericordia divina
Agosto 27 El principio de la sabiduría
Agosto 28 Sabiduría de lo alto
Agosto 29 Se recibe gente fiel
Agosto 30 Un clamor desesperado
Agosto 31 La oración que cambia el mundo
SEPTIEMBRE
Septiembre 1 Anhelo por su presencia
Septiembre 2 Con fuerzas de búfalo
Septiembre 3 Derribando barreras de separación
Septiembre 4 Un pie en el mundo, un pie en el cielo
Septiembre 5 Pero yo os digo….
Septiembre 6 Tú eres aquel hombre
Septiembre 7 La iglesia sin mancha ni arruga
Septiembre 8 El Dios de la Biblia
Septiembre 9 Levantémonos y edifiquemos
Septiembre 10 Nunca te negaré
Septiembre 11 Santifícate
Septiembre 12 Cegados a las maravillas de Dios
Septiembre 13 Estar en el Espíritu
Septiembre 14 Preparando las nuevas generaciones
Septiembre 15 Cumpliendo los propósitos divinos
Septiembre 16 ¿Usando el nombre de Jesús?
Septiembre 17
Cristo, nuestra esperanza
Septiembre 18 El verdadero descanso
Septiembre 19 Con poder en su boca
Septiembre 20 Vimos su gloria
Septiembre 21 ¿Canales u obstáculos?
Septiembre 22 La mano de Dios sobre ti
Septiembre 23 Esclavos por amor
Septiembre 24 Dejando un legado
Septiembre 25 Cristo es la respuesta
Septiembre 26 Las preguntas de la vida
Septiembre 27 ¿Quién contra nosotros?
Septiembre 28 Uno más para Cristo
Septiembre 29 Sedientos por Dios
Septiembre 30 Siempre listos
OCTUBRE
Octubre 1 Escuchando la voz del cielo
Octubre 2 Viviendo en medio de lobos
Octubre 3 Amor sin límites
Octubre 4 Guiados por un mismo Espíritu
Octubre 5 ¿A quién vas a escuchar?
Octubre 6 Sabiduría celestial
Octubre 7 Valientes o cobardes
Octubre 8 Con su gran poder
Octubre 9 Apartados para Dios
Octubre 10 Una verdadera transformación
Octubre 11 ¡Sí, Dios es grande!
Octubre 12 Lo que tengo te doy
Octubre 13 El poder de la impartición
Octubre 14 ¿Tienes algo para dar?
Octubre 15 Las cosas viejas pasaron
Octubre 16 No es tuya esta guerra, sino de Dios
Octubre 17 La fuente de poder y autoridad
Octubre 18 ¿Apasionados por Dios?
Octubre 19 Un Rey que nunca muere
Octubre 20
Más son los que están con nosotros
Octubre 21 Un lenguaje transformado
Octubre 22 ¿Hasta cuándo?
Octubre 23 No dejes que tu pasado te alcance
Octubre 24 Tengo un sueño
Octubre 25 Amistad con el mundo, enemistad con Dios
Octubre 26 Mi mirada en Jesús
Octubre 27 Mi buen pastor
Octubre 28 ¿Gozosos en las tribulaciones?
Octubre 29 Antes que la lámpara se apague
Octubre 30 Trayendo luz en medio de las tinieblas
Octubre 31 Toma tu lugar
NOVIEMBRE
Noviembre 1 El consuelo de los afligidos
Noviembre 2 ¿Y dónde están los remeros?
Noviembre 3 Rompiendo barreras de separación
Noviembre 4 Al Dios no conocido
Noviembre 5 Esperando un avivamiento
Noviembre 6 Un llamado a la santificación
Noviembre 7 El más grande regalo
Noviembre 8 Cristianos del lugar santísimo
Noviembre 9 Cristianos del Lugar Santísimo
Noviembre 10 Entrando en su presencia
Noviembre 11 ¿Dios en medio de nosotros?
Noviembre 12 Lo dio todo por ti
Noviembre 13 Hasta que la muerte nos separe
Noviembre 14 Desesperados
Noviembre 15 Sígueme
Noviembre 16 Testigos
Noviembre 17 Caminando con Dios
Noviembre 18 El Dios de los imposibles
Noviembre 19 Antes de partir….
Noviembre 20 Edificando sobre buen fundamento
Noviembre 21 Mirando hacia adelante
Noviembre 22 Dos vidas, dos fundamentos
Noviembre 23 Cristo es la roca
Noviembre 24 Buena semilla y buena tierra
Noviembre 25 La generación del ruido
Noviembre 26 El lenguaje del reino
Noviembre 27 Colonizando para la gloria de Dios
Noviembre 28 Sin palabra y sin visión
Noviembre 29 Tu siervo escucha
Noviembre 30 Tiempo de desafíos
DICIEMBRE
Diciembre 1 Yo soy tu escudo
Diciembre 2 ¿Un Dios tan grande?
Diciembre 3 Cuidaos de los falsos profetas
Diciembre 4 Escuchando la voz de Dios
Diciembre 5 El sonido de la trompeta
Diciembre 6 Levántate Señor
Diciembre 7 ¿Por qué me persigues?
Diciembre 8 El lenguaje de Dios
Diciembre 9 Los propósitos de Dios para ti
Diciembre 10 Cambiando al mundo a través de la oración
Diciembre 11 El tiempo de la activación
Diciembre 12 Creados para cosas extraordinarias
Diciembre 13 Muerto en vida
Diciembre 14 Vida o muerte
Diciembre 15 Más de Dios o más del mundo
Diciembre 16 De muerte a vida
Diciembre 17 ¿Una obra inconclusa?
Diciembre 18 Más allá de mis límites
Diciembre 19 Decisiones definitivas
Diciembre 20 Una oración por avivamiento
Diciembre 21 Confrontando el pecado
Diciembre 22 Le pondrás por nombre Jesús
Diciembre 23 Un Dios rechazado
Diciembre 24 Os ha nacido un Salvador
Diciembre 25 De la eternidad a la eternidad (Feliz Navidad)
Diciembre 26 Poder para una gran misión
Diciembre 27 Enviado para sanarte
Diciembre 28 Tesoros en el cielo
Diciembre 29 Hasta hoy he sido infeliz, de aquí en adelante no
Diciembre 30 Anhelos para un nuevo año
Diciembre 31 Alistándonos para un nuevo comienzo
Sin duda que como hijos de Dios necesitamos renovar continuamente nuestra consagración al Señor.
Es fundamental que en nuestros días, podamos reafirmarnos en nuestra fe y buscar tener vidas que le agraden a Dios en medio de una sociedad que lo rechaza de la misma manera que rechaza los valores cristianos.
Hoy más que nunca se necesitan hombres y mujeres, adultos, jóvenes, niños, personas de todas las edades, razas y lenguas, que testifiquen del poder de Dios y que se propongan hacer una diferencia real en este mundo.
Y como hijos de Dios hemos comprendido que las armas de nuestra milicia no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas (2 Corintios 10:4).
Es por eso que es tan importante mantenernos día a día cerca de la Palabra de Dios y sus promesas para nuestras vidas.
Cuando tú y yo comenzamos a vivir en el temor de Dios, cuando comenzamos a buscarle con seriedad absoluta, cuando decidimos que Dios ha de ocupar el lugar primordial sobre nuestras vidas, cuando le permitimos al Espíritu Santo de Dios que sea el que controle nuestras vidas, entonces podemos experimentar vidas llenas de su presencia.
Este es el tiempo para buscar a Dios, para dejarnos moldear por Él, y dejar que su Espíritu Santo nos transforme, para que la presencia de Dios se haga sentir en cada acto de nuestra vida.
Debemos ser creyentes que entienden que tienen una misión en el mundo.
Que Dios nos ha puesto para que seamos luz y que debemos amar a los perdidos con la misma forma de amor que manifestó Jesucristo cuando estaba en este mundo, desarrollando su ministerio.
La consagración es dar mi vida a Dios para que Él haga Su voluntad en vez de la mía.
Significa que presente mi cuerpo como un "sacrificio vivo" a Él.
Los animales que se ofrecían a Dios en el Antiguo Testamento eran matados. Eran sacrificios muertos. Dios no me pide poner mi cuerpo sobre un altar para ser matado.
En vez de eso, Él pide que me convierta en "sacrificio vivo".
Esto quiere decir que Él desea que yo viva para Él.
Dios no quiere que yo le ofrezca mi vida antigua de egoísmo. Es la nueva vida en Cristo la que Dios quiere que le presente.
Prometo que estaré orando por ti para que no te rindas en la mitad de la jornada.
El Señor está levantando un pueblo que le represente, un remanente fiel que se mantenga firme aunque los vientos y las tempestades arrecien.
Por eso Dios te ha escogido a ti para que seas uno de ellos.
Que Dios bendiga este caminar en tu vida y al final podamos decir todos juntos: El Señor ha estado con nosotros, y nunca nos dejará.
Bendiciones:
Pastor Harold
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor” (Mateo 25: 23)
Un joven estudiante en sus trabajos de finales de cada periodo, estaba apurado porque tenía que entregar muchos proyectos. Pasó muchas noches sin dormir y días y días en la biblioteca escribiendo su trabajo final, hasta que finalmente lo entregó.
Tres días después los estudiantes recibieron sus tareas corregidas. Él encontró estas palabras de su profesor escritas en rojo: “Excelente investigación, buenas ilustraciones, maravillosa bibliografía. Nota 0…Tarea Equivocada”
Era algo muy bien desarrollado pero no era lo que se había pedido. Él había gastado horas y horas y todo su esfuerzo para hacer algo que no se le había mandado a realizar.
¿Podríamos imaginar la frustración de este joven al observar cómo toda su labor había sido en vano, pues al final los resultados no fueron los esperados?
Imaginémonos ahora que cuando lleguemos delante del Señor nos diga: Linda casa, gran trabajo, buen bote, lindos carros, gran salario. Nota 0…. Tarea equivocada.
Una vida malgastada en pos de lo que no se nos había asignado.
Que simplemente hayamos ocupado nuestra vida en tener muchas cosas, tesoros del mundo que después necesariamente quedarán en manos de otros, y no hayamos hecho tesoros para el cielo.
¿Te imaginas cómo será nuestra reacción al saber que ocupamos la única vida que tenemos en hacer cosas que no correspondían con la voluntad de Dios?
Es posible que en este tiempo te encuentres muy ocupado todos los días esforzándote por lograr una tarea que no se te ha encomendado. Si es así, al final el resultado será terrible pues descubrirás que gastaste lo mejor de tu tiempo y de tu esfuerzo en algo que Dios no mira con agrado.
Pregúntate en este día: ¿estaré haciendo la tarea equivocada? ¿Estaré escribiendo en las páginas de mi vida una serie de eventos que al final solo me causarán desazón y un sentido de fracaso?
Revisa bien lo que estás haciendo y pídele al Señor que te muestre su voluntad para que al final no tengas que lamentarte por todo lo que perdiste creyendo que era lo adecuado para tu vida.
Oración:
Al empezar este año quiero pedirte Señor que me guíes para hacer tu voluntad y no la mía. Que sea obediente a tu Palabra, a tu dirección y que cada día al llegar a mí cama para descansar pueda decir: Este ha sido un buen día porque he cumplido con la voluntad de Dios para mí.
Te ofrezco mi Dios cada día de este año que está empezando. Ayúdame a ser ese siervo bueno y fiel que al seguir tus huellas aprende a conocer el camino que lleva a la vida eterna. Amén.
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15)
Cuando leo acerca de la vida de Jesús, me doy cuenta de que sus palabras estaban destinada a producir grandes cambios en la vida de los seres humanos que lo escuchaban o que recibían sus milagros.
Jesús producía grandes alborotos, multitudes venían desde muchos lugares, los pueblos se movilizaban, nada quedaba igual después de que Jesús pasaba por allí.
Llegaba un leproso y se iba sano, le traían a un ciego y se iba viendo, le traían un paralíitico y se iba saltando, le traían un endemoniado y se iba libre.
¡Todo cambiaba!, la vida de las personas ya no podía ser la misma, los fariseos se sorprendían y tomaban más odio contra Jesús; los discípulos reconocían cada vez más que Aquel que los había llamado a seguirlo era en realidad El Maestro; las multitudes sabían que había algo en Jesús que no tenían los religiosos, fariseos, ni saduceos, ni escribas, algo que producía transformaciones.
Y cuando Él iba a partir de este mundo, les dijo a sus seguidores: Ustedes van a recibir este mismo poder para trastornar el mundo con el mensaje de salvación, ¡así que vayan por el mundo y cámbienlo!
Tienen todo: El poder, la autoridad divina, la Palabra que es eterna, la presencia de Dios con ustedes.
Los cristianos tenemos todo lo que se necesita para que a través de nuestra influencia el mundo no siga siendo igual sino que sea transformado. Hemos sido dotados del poder suficiente para producir grandes efectos a donde quiera que vayamos, pero quizás aún no hemos comprendido lo que tenemos y por supuesto, al no saberlo no podemos ponerlo en práctica.
Cada día es una nueva oportunidad para dar a conocer el mensaje más glorioso que transforma las vidas y tiene el poder de Dios para salvación.
Tenemos que calzarnos los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Tenemos que ir por el mundo y predicar lo que Cristo nos dijo y muchas vidas serán salvas y vivirán eternamente con El Señor en la gloria.
¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: Tu Dios reina! (Isaías 52:7).
¿A cuántos le vas a compartir hoy este mensaje? El que lo crea será salvo.
Oración:
“Oh Jesús, te ruego que ahora me llenes de tu amor y me aceptes y me uses para tu gloria. Hasta ahora no he hecho nada por ti, pero quiero hacer algo. Oh Dios, te imploro que me aceptes y me uses, y que sea tuya toda la gloria.” (David Livingstone)
“He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7)
Hay muchas historias en la Biblia de personas que empezaron muy bien pero terminaron mal.
Saúl fue uno de ellos. El primer rey de Israel que tuvo un inicio brillante, pero terminó desobedeciendo al Señor y fue sacado de su trono.
Salomón sin duda también lo fue, a pesar de un reinado esplendoroso, de haber construido el primer templo para El Señor y haber contemplado la gloria de Dios. Sin embargo, terminó adorando dioses ajenos e ídolos de las mujeres con las que se juntó para vivir.
Uzías comenzó muy bien. Dios lo bendijo al principio de su reinado pero al final murió leproso porque dejó que el orgullo se le subiera al corazón.
Las buenas intenciones no son suficientes para atravesar los tiempos difíciles. ¡Muchos seguidores no tendrán lo necesario para terminar la carrera!
O estás cambiando diariamente a la imagen de Cristo, o estás cambiando de vuelta a tu caminar en la carne. Qué gozo es conocer a aquellos que están corriendo bien la carrera. Ellos están creciendo en sabiduría y en el conocimiento de Cristo, distanciándose del mundo y sus placeres, y volviéndose cada vez más con una mente celestial. Sus sentidos espirituales están altamente ejercitados y su discernimiento de lo que es de Dios o de la carne está cada vez más aumentando. Mientras más envejecen, más hambrientos ellos están de Cristo. Ellos cortan todos los lazos con el mundo y con una intensidad que va aumentando, ellos anhelan estar con Cristo en su gloria. Para ellos, el morir es ganancia y el premio máximo es ser llamados a su presencia para estar a su lado para siempre. ¡No es el cielo lo que buscan, sino Cristo en gloria!
Y tú, ¿Cómo vas en tu carrera?
Oración:
Señor Jesús, hoy recuerdo que estoy en una carrera que me lleva hacia la meta final, la eternidad contigo en la gloria. Este día lo vivo con agradecimiento, con gozo, sabiendo que tú estás conmigo, que tus promesas son reales, que tú diste tu vida por mí para que hoy yo pueda vivir en el gozo de los redimidos que alaban al Señor sin cesar por sus grandes maravillas. Amén.
“porque escrito está: sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:16)
Dios es santo. Esa es su naturaleza. Así mismo todo lo que proviene de Él es santo.
La creación que le alaba y le reconoce, los hijos de obediencia que le aceptan, todo cuanto puedes percibir que viene de la mano de Dios está impregnado de Su propia esencia y como tal, debes considerarlo.
Si aprendes a mirar con ojos de agradecimiento todo cuanto te rodea, verás las cosas que antes no podías ver. Los animales serán tus amigos, las flores regocijarán tu alma, la lluvia será tu refresco y el calor del sol vendrá como un reconfortante alimento que nutre tu espíritu. Debes tratar cada cosa y cada persona como viendo a través de la figura de Jesucristo en medio de todo.
Los seres humanos han vuelto ordinario y común lo extraordinario de este universo.
Las cosas maravillosas que vienen de las manos divinas son regalos permanentes de gracia y de bondad y están destinadas a llenarte de la plenitud de Dios. Cuando puedas sentir la presencia de Dios en todo lo que ves y haces a diario, estarás más cerca de Dios porque Él está en todo cuanto puedas percibir.
Si no puedes ver lo santo y tratarlo en esa dimensión, estarás profanando las maravillas que Dios ha puesto en la tierra, incluyéndote tú mismo.
El deseo y el anhelo de una vida espiritual profunda no pueden saciarse en lo superficial. La dimensión del amor de Dios es profunda pero a la vez es visible. Sin embargo debes sintonizarte en la misma dimensión que Él te ofrece.
No puedes experimentar amor si todo lo que tienes para ofrecer es amargura, egoísmo o desconfianza. En la renovación de cada día está implícito el amor de Dios y cuando abres tus ojos al amanecer sabes que allí está Él y que en todo lo que ves se representa el amor más grande y eterno que proviene de una fuente inagotable.
¡Sed santos en este día. Es un mandato de amor!
Oración:
Amado Dios, hoy celebro la vida, celebro tu misericordia nueva de cada mañana, celebro tu presencia conmigo. Sé que me has llamado a ser santo y al reconocer que en todo momento caminas conmigo, sé que debo vivir en la dimensión de tu presencia transformadora y bajo la obediencia que tú reclamas. Úsame entonces para tu gloria y sígueme transformando a tu imagen gloriosa.
“Mis ovejas oyen mi voz y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27)
El común de las personas no ha entendido que las parábolas de Jesús dibujan su propia vida.
Somos las ovejas que el pastor ha salido a buscar dejando atrás al rebaño.
Somos los hijos pródigos en busca del cual su padre sigue expectante mirando el horizonte.
Somos los siervos cuya deuda ha sido perdonada.
Somos los invitados al banquete con El Señor.
Hemos sido dotados de dones y talentos para edificar el cuerpo de Cristo.
Las palabras de Jesús hablan de ti y de mí. Hablan de su amor por nosotros, de su compasión, de la misericordia por el necesitado, de las recompensas por el buen trabajo, del tesoro escondido, la perla preciosa que se busca con esmero, la fe que se asemeja al grano de mostaza, los buenos administradores, el hijo obediente y tantas cosas más a través de las cuales El Señor nos sigue hablando cada día.
Dios te habla hoy. Su Palabra es eterna y sus verdades no pueden ser negadas. Su voz poderosa es sentida en el universo. El calma las tormentas, libera a los poseídos, sana a los enfermos, consuela a los afligidos y todo lo hace con el poder de su Palabra y la autoridad que viene de los cielos.
Y con esa misma voz te habla a ti.
Si eres oveja de su redil, tú sabrás escucharlo hoy y reconocerás el camino por el cual Él te quiere llevar. Mantente alerta, Dios te está hablando en este día. Obedece su voz y síguelo. Estás en el buen redil.
Oración:
Señor, saber escuchar tu voz es la mejor experiencia de mi vida. En medio de esta generación que a diario es sofocada por tantos ruidos quiero saber distinguir tu voz y seguirla. Soy tu oveja, pertenezco a tu redil y tú me conoces por nombre. Quiero entender hoy tus palabras. Quiero obedecer a la voz de tu llamado. Quiero hacer tu voluntad agradable y perfecta para mi vida en este día. Amén.
“a lo suyo vino y los suyos no le recibieron” (Juan 1: 11)
El ser humano ha perdido el rumbo y se encuentra a la deriva en medio de un océano que le aterra y que no sabe enfrentar. Decide por sí mismo y luego se queja de sus propias decisiones que no le satisfacen.
Al frente está la Palabra de Dios como un faro en la oscuridad, como un oasis en medio del desierto, como una fuente inagotable que invita a todos los que se acercan a beber de sus aguas, a saciarse en la plenitud de la presencia de Jesús, recibiendo de la misma fuente del agua para la vida eterna.
Sin embargo, los seres humanos pretenden negar su existencia y viven sin Dios, queriendo luego morir como herederos de un reino que jamás reconocieron.
“Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció” (Juan 1: 9-10).
La humanidad se contenta con luces fugaces o estrellas repentinas que así como aparecen en el firmamento de un momento a otro, también desaparecen sin dejar rastro.
Pero Jesús cambió las tinieblas por luz y al venir a este mundo invitó a los seres humanos a conocer una nueva realidad destinada a cambiar sus vidas para siempre.
Sin embargo, aún hay muchos que prefieren la oscuridad y sus tropiezos que la luz y su seguridad.
¿De qué lado estás tú? ¿Está tu camino siendo alumbrado por la luz de la Palabra divina?
En un mundo quebrantado, herido y perdido, solamente la guía del Pastor de pastores, arrojará luz en medio de tanta oscuridad y desaliento.
Cuando conozcamos más íntimamente a nuestro Dios, proclamaremos con nuestro testimonio la grandeza del que siempre nos amó, alabaremos con el corazón al dueño del trono celestial, acudiremos por fortaleza al que la posee y ante todo sabremos que siempre podremos contar con Jesús, pues su amor no se acabará jamás, ni la vida para los que creemos.
Oración:
“No tendría ningún valor nada de lo que poseo o llegare a poseer, si no tuviese relación con el reino de Cristo. Si algo de lo que poseo, puede servir para tu reino, te lo daré a ti, a quien debo todo en este mundo y en la eternidad.” (David Livingstone)
“y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio” (Juan 19:18)
Un hombre al visitar la Tierra Santa, se fijó que un joven vendía algo. Al acercarse escuchó al muchacho pregonar: "Vendo cruces baratas".
Este joven ofrecía cruces como mercadería sin valor, como simples materiales de venta corriente.
Y es posible que una simple cruz de madera o de metal carezca de mucho valor.
Muchas veces vemos cruces en diferentes lugares. En una montaña, en la torre de una iglesia, en una casa, en un jardín, en el cuello de alguien o dibujada en su cuerpo, en anillos, en pendientes y en otros artefactos. La vemos dibujada, grabada, en relieve, en miniatura o en gran dimensión, en materiales diversos y de todos los colores. Pero para
muchos esto no significa nada, es simplemente un símbolo más como cualquier otro de los que se usan en el mundo.
Sin embargo para el creyente es diferente. Cuando hablamos de la cruz de Cristo entonces todo cambia.
En la cruz entregó su vida Nuestro Salvador. La cruz evitó que todos nosotros fuéramos condenados.
La cruz de Cristo es el símbolo de sufrimiento, de dolor, de pasión, de derramamiento de sangre y de sacrificio. Pero también es símbolo de libertad, de perdón de los pecados, de redención eterna, de salvación para los creyentes.
No, la cruz no es barata. Lo costó todo. En ella se vivió el drama más impresionante que esta humanidad haya podido presenciar. En ella fue colgado el Salvador del mundo y en ella pronunció las últimas palabras de perdón, de amor y de reconciliación para la humanidad perdida.
La cruz sin Cristo es maldición, pero la cruz con Cristo es gloria por los siglos.
La cruz sin Cristo es muerte, pero la cruz con Cristo es vida eterna.
La cruz sin Cristo es castigo, pero la cruz con Cristo es redención de tus pecados.
¿Cuánto vale para ti la cruz de Cristo? En realidad lo vale todo.
Cuando sientas el gozo de tu redención, mira hacia la cruz.
Cuando pienses en la libertad que hoy en día disfrutas, mira hacia la cruz de Cristo.
Mientras disfrutas de tu nueva vida con Jesús, nunca olvides que la cruz lo costó todo y que sobre ella fue escrita tu salvación eterna.
Oración:
Señor Jesús, hoy te doy gracias por tu sacrificio en la cruz del Calvario. Diste tu vida por mí, aunque yo no hice nada para merecerlo. Pero si no hubiera sido por aquella cruz, aun estaría yo sumergido en mis pecados y condenado para siempre. Cómo no exaltar tu grandeza Señor. Cómo no darte gloria y honra todos los días de mi vida. Sufriste por mí, ahora yo vivo para ti y nadie me podrá separar de tu amor. Amén.
“Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105)
La Palabra de Dios es el pan que nos alimenta, el agua que calma nuestra sed y es el aire que respiramos. Sin Su palabra no hay vida. El verdadero cristiano ama la palabra y vive por ella.
Amamos la palabra en la manifestación diaria de amor al prójimo, que necesitado se acerca en busca de consuelo.
Amamos la palabra cuando nuestra vida es un reflejo de la obra del Señor en nosotros mismos y con este testimonio conducimos a otros a desear el conocimiento de esta verdad trascendental.
Amamos la palabra cuando buscamos con sed permanente al Señor y su verdad, y sentimos correr en nuestro interior los “ríos de agua viva” que identifican el gozo del verdadero creyente.
La Palabra de Dios está llena de consuelo, fortalecimiento, regocijo, sabiduría y guía, así como también de juicio, advertencia y promesas de salvación.
Es el todo en la vida cristiana, es el faro que ilumina y conduce a puerto seguro.
Cada vez que abres la Escritura, en realidad te abres al poder maravilloso de una palabra ungida por el Espíritu Santo que te da la guía para vivir. Por eso no podemos apartarnos de ella, pues de lo contrario, estaremos errantes, viviendo a la deriva y sin el verdadero alimento que nutre nuestro caminar diario. ¿Ya abriste la Palabra de Dios en este día? ¿Has meditado en ella? Si aún no lo has hecho, haz un alto en tu camino y abre el tesoro que El Señor te regaló. No desperdicies ni un solo día de tu vida, sin buscar primero la guía y la luz que Dios desea darte.
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” ( Josué 1: 8).
Oración:
Amado Salvador, te doy gracias en este día porque puedo acercarme a tu palabra con libertad y leer de esta fuente de vida eterna. Nos diste un regalo maravilloso para que caminemos de acuerdo a tu voluntad y hoy puedo acercarme a ella y saber que tú me sigues hablando a través de ella y lo seguirás haciendo por siempre porque tu palabra es viva, eficaz, poderosa y eterna. Amén.
“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese” (Juan 17:5)
La gloria de la creación no es mayor a la gloria de su Creador. Jesucristo deja en claro su procedencia y su gloria primera que viene a ser la misma gloria postrera. Es una gloria perpetua. No puede compararse con la gloria del mundo. Al volver al Padre sigue siendo lo que siempre ha sido, nuestro Señor lleno de gloria y majestad.
Su reino no es de este mundo, pero es aquí entre los seres humanos donde se manifiesta, por eso Él no se predicó a Sí mismo, ni a la Iglesia, sino el Reino de Dios y su manifestación evidente con su venida al mundo. La obra mediadora de Jesús es finalizada con su regreso a la casa del Padre.
Todo el peso del sufrimiento, del dolor, de la tortura, el desprecio, la soledad del Getsemaní, el abandono de sus discípulos, la traición de Judas, los insultos de quienes le juzgaron, las lágrimas mezcladas con sangre en la cruz del calvario, los azotes y las humillaciones, no serían comparables con la gloria que le esperaba, de la cual Él mismo ya había degustado desde antes de la fundación del mundo.
Jesucristo está dispuesto a morir en la cruz completando su obra de amor y estableciendo para todo ser humano la única opción posible de llegar al cielo a través de Él mismo.
Los ojos del mundo andan buscando respuestas en muchas partes, pero solo las podrán encontrar a los pies de la cruz, entendiendo el significado de esta obra redentora y sometiendo sus acciones al señorío de Jesucristo, mediador entre Dios y los hombres.
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:5-11).
Que tengas un día lleno de la bendición de Nuestro Glorioso Señor.
Oración:
Señor Jesús, tus discípulos no pudieron detenerse de contar tus maravillas y tu gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Hoy yo quiero hacer lo mismo. Quiero reconocer tu gloria y majestad. Quiero unirme al coro de ángeles que adoran sin cesar y a la creación entera que se inclina delante de tu presencia gloriosa. Desde el fondo de mi corazón quiero expresar mi adoración a ti, Rey de reyes y Señor de señores. Amén.
“y haré de ti una nación grande y te bendeciré y engrandeceré tu nombre y serás bendición”
(Génesis 12:2)
El llamado que Dios le hizo a Abraham no fue únicamente a poseer una tierra de abundancia, de leche y miel. Su llamado también fue a ser de bendición a donde quiera que el fuera.
No era únicamente lo que él y sus futuras generaciones iban a poseer, sino en lo que ellos, como pueblo de Dios, se iban a convertir.
Un pueblo poseedor de las promesas, con la presencia constante de Dios y con un propósito divino de engrandecer el nombre de Dios en donde ellos habitaran. Un pueblo guiado por la mano de Dios y que caminaba con el valor de una promesa divina.
Y el llamado para el pueblo cristiano de hoy en día es muy similar. También somos un pueblo que camina con promesas divinas, contamos con la presencia del Señor, su amor y su misericordia y también tenemos un llamado a ser de bendición.
¿Cómo eres de bendición para los demás? ¿Tienes conciencia del papel que tienes cuando eres parte de un pueblo escogido?
Un médico honesto que atiende a sus pacientes pensando solo en su bien, es bendición.
Un profesional que asiste a su trabajo cotidiano, pensando en realizar a conciencia su trabajo y dar beneficio a su compañía, es bendición.
El maestro que procura guiar a sus alumnos por el mejor camino, es de bendición.
Un ama de casa que realiza sus tareas cotidianas con alegría dando lo mejor de sí misma y recibiendo con la mejor sonrisa a su familia, es una gran bendición.
Un joven obediente y colaborador en los quehaceres del hogar, responsable con su estudio y con el cuidado de sí mismo, es una bendición.
Un ministerio que busca el crecimiento de su congregación y que no desea más que servir al Señor a través de sus actividades, es una gran bendición.
Entonces piénsalo bien: ¿serás hoy de bendición para alguien?
Ese es tu destino como hijo/a de Dios. Empieza ahora mismo.
Oración:
Ser de bendición para otros significa ser portador de aquello que Dios mismo ha derramado sobre mi vida como un/a hijo/a de Dios. Tal como Abraham a quien se le designó una vida en la que no solamente recibiría bendición, sino también lo sería para otros, de la misma manera hoy quiero dar de gracia lo que he recibido de gracia. Sin duda, hoy he recibido grandes bendiciones, ahora mismo saldré para ser de bendición para alguien más. Ese es mi llamado. Amén.
“será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará” (Salmo 1:3)
Al mirar un árbol solo vemos a simple vista el tallo, las hojas, es decir todo lo externo, pero no conocemos nada de sus raíces, si están fuertes o débiles, si se alimentan de los materiales orgánicos de la tierra o están podridas.
Cuando el viento fuerte arrecia, aquellos que no tienen sus raíces fuertes no solo se vienen abajo sino también arrastran con lo que encuentran a su paso. Pero los que tienen raíces fuertes, estos se sostienen soportando el vendaval y al final su victoria es permanecer erguidos, cuando muchos ya han caído. Lo que cuenta no es la apariencia externa sino la fortaleza de su interior.
Así somos los seres humanos. Tenemos una apariencia en nuestro exterior que puede ser muy aceptable a los ojos de los demás, pero nuestra verdadera fortaleza está en el interior y es la que nos permite soportar con firmeza las tormentas que la vida nos depara.
Nuestro Señor Jesucristo nos enseñó que separados de Él nada podemos hacer.
Por eso la fuente de nuestra fortaleza está en Él y quien aprende a conocer al Señor envuelve su vida de Su presencia y camina con la convicción de que todas las cosas deben ser colocadas bajo la dirección de Aquel que proclamamos y de quien dependemos para poder vivir con seguridad.
Antes de salir de tu casa en este día, acude primero ante Aquel que te ciñe de poder y te sustenta. El que renueva tus esfuerzas y te permite estar preparado/a para las batallas que afrontarás durante el día.
Él es tu fortaleza y tu refugio y mientras avanzas en este día que Él te ha regalado, podrás experimentar Su presencia y estarás siempre firme. “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza” (Salmo 46:1-3).
Oración:
Señor Jesús, en este día puedo reconocer que mi fortaleza no está en mí, sino que viene directamente de ti. Por eso Pablo me invita a fortalecerme en ti Señor y en el poder de Tu fuerza. (Efesios 6:10). Hoy quiero ser como ese árbol plantado junto a las corrientes de agua, porque si es así, estaré listo/a para dar fruto y todo lo que haga en este día será prosperado. Amén.
“¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?”(Isaías 58:6)
¿Te gustaría vivir una vida completamente libre de ataduras? ¿Serías feliz si nunca sintieras cargas de opresión de tal manera que pudieras vivir cada día de tu vida sin ese peso encima de ti? ¿Experimentarías un verdadero gozo si esa oscuridad en la que a veces vives, se convirtiera en luz, la preocupación se convirtiera en tranquilidad y sosiego y la gloria de Dios se manifestara continuamente sobre tu vida? ¿Has meditado en el porqué de tu debilidad espiritual o la sequedad que a veces tienes o el poco deseo de obedecer al Señor?
En los tiempos de Isaías las tradiciones del pueblo se habían transformado de tal manera que todo estaba impregnado de pecado. Hasta los actos religiosos estaban llenos de orgullo, de vanidad y de apariencia.
El Señor manda a Isaías: “¡Clama a voz en cuello; no te contengas! Alza tu voz como trompeta, y declara a mi pueblo su transgresión y a la casa de Jacob su pecado”. (Isaías 58:1)
El Señor le dice a su pueblo: Me están buscando, pero me están buscando mal, están en pecado y están en rebelión.
De pronto el pueblo se perdió, es decir, ya no respetaban a las autoridades, ni del gobierno, ni las espirituales, eso es rebelión. Tenían un pecado tremendo de orgullo.
Se creían justos y decían que no habían dejado la ley de Dios. Estaban cumpliendo a su manera de ver, pero no se humillaban a Dios y no le preguntaban: “¿Señor voy bien en la búsqueda?”.
Él no sólo quiere que cumplamos con ciertos requisitos religiosos; Él desea que toda nuestra vida refleje el amor de Dios.
¿Eres justo con los demás? ¿Eres honesto contigo mismo y con los que te rodean? ¿Pueden los demás confiar en ti? ¿Es tu vida tan clara que cualquiera puede saber lo que sea de ti?
Hay muchas cosas en nuestra vida que son religiosas pero no necesariamente son cosas de Dios.
No todo lo que se hace en su nombre le agrada a Él, porque en muchas ocasiones se hace solo para satisfacer un deseo personal, pero no para lograr un propósito de adoración.
Por eso en este día regálate un tiempo para meditar en tu vida espiritual, ora, reflexiona y pídele a Dios que “examine tu corazón y te guíe en el camino eterno” (Salmo 139: 23-25).
Oración:
Amado Dios, mi oración en este día es para que me ayudes a descubrir cualquier área de mi vida que no esté conforme a lo que tú pides de mí. Examíname, permíteme entender si hay cosas que estoy haciendo equivocadamente y si es así, guíame de nuevo para que tome el camino adecuado de obediencia y santidad. Soy posesión tuya, enséñame entonces a conocer tu voluntad. Amén.
“el amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece”
(1 Corintios 13:4)