A Carmen, otra vez.
Invocación
Hermanos dragones que estáis en los cuentos
y llenáis de ensueños nuestros pensamientos,
venid a traernos vuestra fantasía
en cada momento, de noche y de día.
Que nada os detenga. ¡Venid a nosotros!
A genios y duendes traed con vosotros,
a brujas y lobos, ogros y serpientes,
a Caperucitas y Bellas Durmientes...
Venid a traernos leyendas perdidas,
que están entre el polvo del tiempo escondidas,
para que los niños del mundo las lean,
y que por los siglos así siempre sea.
El país de los dragones
Dragonalia es el país
donde viven los dragones,
esos seres tan extraños,
enormes y voladores,
terror de bellas princesas
y pavor de labradores.
Los hay blancos, los hay rojos,
amarillos y marrones.
Por sus bocas echan fuego
y algunos hasta tizones.
¡Qué curioso es el país
donde viven los dragones!
Los oficios del dragón
Desde pequeño, al dragón
le gusta jugar con fuego,
hacer lumbres con sus llamas
y quemar algún trasero.
Por eso no es de extrañar
que haya dragones herreros
que, trabajando en la fragua,
pongan colorado el hierro.
También les suele gustar
trabajar de fontaneros.
Otros son calefactores,
cristaleros, fogoneros...
Pero lo que más les gusta
es trabajar de bomberos.
¿Dónde viven los dragones?
Si el perro en la perrera
y el gallo en gallinero;
si el lobo en la lobera
y el chivo en chivetero;
si el pez en la pecera
y avispa en avispero...
¿será, como tú esperas;
será, como yo espero,
dragón en dragonera?