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Juan de Betánzos

Suma y narración
de los incas
Edición anotada por Marcos Jiménez
de la Espada

Créditos

ISBN rústica: 978-84-9007-134-2.

ISBN ebook: 978-84-9007-135-9.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 9

La vida 9

Suma y narración de los incas 11

Capítulo I. Que trata del Con Tici Viracocha, que ellos tienen que fue el Hacedor, y de cómo hizo el cielo y tierra y las gentes indios destas provincias del Perú 14

Capítulo II. En que se trata cómo salieron las gentes desta tierra por mandado de Viracocha y asimismo de aquellos sus viracochas que para ello enviaba; y como el Con Tici Viracocha asimismo se partió, y los dos que le quedaron, a hacer la misma obra, y cómo se juntó, al fin de haber esto acabado, con los suyos, y se metió por la mar, adonde nunca más le vieron 16

Capítulo III. En que trata del sitio y manera en (así) que tenía el lugar do ora dicen y llaman la gran ciudad del Cuzco, y del producimiento de los Orejones y según que ellos tienen que producieron y salieron de cierta cueva 19

Capítulo IV. En que trata cómo Ayar Mango se descendió de los altos de Guanacaure a vivir a otra quebrada, donde, después de cierto tiempo, de allí se pasó a vivir a la ciudad del Cuzco, en compañía de Alcaviza, dejando en el cerro Guanacaure a su compañero Ayar Oche hecho ídolo, como por la historia más largo lo contará 22

Capítulo VI. En que trata de cómo había muchos Señores en la redondez del Cuzco, que se intitulaban reyes y Señores en las provincias donde estaban; y de cómo se levantó de entre estos un Señor Chanca que llamaron Uscovilca, y cómo hizo guerra él y sus capitanes a los demás Señores, y los sujetó, y cómo vino sobre el Cuzco, teniendo noticia de Viracocha Inca, y de cómo Viracocha Inca le envió a dar obediencia, y después se salió Viracocha Inca a cierto peñol, llevando consigo todos los de la ciudad 26

Capítulo VII. En que trata cómo después de quedado Inca Yupanqui en la ciudad, Uscovilca envió sus mensajeros a Viracocha Inca como supo que se había retraído al peñol; y cómo asimismo, sabido que Inca Yupanqui se quedaba en la ciudad y al fin que se quedaba, y cómo le envió sus mensajeros asimismo al Inca Yupanqui; y cómo Inca Yupanqui envió a pedir socorro a su padre y a las demás provincias en torno de la ciudad, y lo que entre ellos pasó 31

Capítulo VIII. En que trata del ser y virtudes de Inca Yupanqui, y de cómo, apartado que fue de sus compañeros, se puso en oración; y cómo tuvo, según dicen los autores, revelación del cielo; y cómo fue favorecido y dio batalla a Uscovilca y le prendió y mató en ella, y de otros casos y cosas que acaecieron 35

Capítulo IX. En que trata cómo Inca Yupanqui, después de haber desbaratado y muerto a Uscovilca, tomó sus vestidos e insignias de Señor que traía, y los demás capitanes prisioneros que había traído, y las llevó a su padre Viracocha Inca, y las cosas que pasó con su padre, y cómo ordenó el padre de lo matar, y cómo se volvió Inca Yupanqui a la ciudad del Cuzco; y cómo desde cierto tiempo murió Viracocha Inca, y de las cosas que entre ellos pasaron en este medio tiempo; y de una costumbre que estos Señores tenían en honrar los capitanes que de la guerra venían victoriosos 39

Capítulo X. En que trata de cómo Inca Yupanqui hizo juntar su gente y les repartió el despojo; y lo que se hizo de la gente que el Viracocha le diera por la oración que a él hiciera; y cómo tuvo nueva de la gente que hacían los capitanes de Uscovilca, y de cómo fue sobre ellos y los venció, y cómo, después de esto, tornó otra vez a partir el despojo que en esta batalla hubieron; y de las cosas que en este tiempo pasaron 48

Capítulo XI. En que trata de cómo Inca Yupanqui hizo la Casa del Sol y el bulto del Sol, y de los grandes ayunos, idolatrías y ofrecimientos que en ello hizo 54

Capítulo XII. En que trata cómo Inca Yupanqui hizo juntar los señores de toda la tierra que hasta allí a él eran sujetos, y cómo fortaleció e hizo repartir las tierras en torno de la ciudad del Cuzco; y cómo hizo hacer los primeros depósitos de comidas y otros proveimientos que para el bien de la república en el Cuzco eran necesarios 60

Capítulo XIII. En que trata de cómo se juntaron, después de un año pasado, los señores caciques, y cómo Inca Yupanqui hizo reparar los dos arroyos que por la ciudad del Cuzco pasan; y cómo casó los mancebos solteros que había, y cómo dio orden en el proveimiento de comidas que en la ciudad del Cuzco eran necesarias y república dél 65

Capítulo XIV. En que trata cómo Inca Yupanqui constituyó y ordenó la orden que se había de tener en el hacer de los orejones, y los ayunos, ceremonias y sacrificios que en el tal ordenar se habían de hacer, constituyendo en este tiempo que esto se hiciese, una fiesta al Sol, la cual fiesta y ordenamiento de orejones llamó y nombró Raymi 71

Capítulo XV. En que trata de cómo Inca Yupanqui señaló el año y los meses y los puso nombre, y de las grandes idolatrías que constituyó en las fiestas que así ordenó que se hiciesen en los tales meses; y de cómo hizo relojes de Sol por los cuales viesen los de la ciudad del Cuzco cuando era tiempo de sembrar sus sementeras 79

Capítulo XVI. En que trata cómo Inca Yupanqui reedificó la ciudad del Cuzco, y cómo la repartió entre los suyos 82

Capítulo XVII. En que trata de cómo los señores del Cuzco quisieron que Inca Yupanqui tomase la borla del Estado, viendo su gran saber y valerosidad, y él no la quiso recibir, porque su padre Viracocha Inca era vivo, y si no fuese por su mano, que no la pensaba recibir; y cómo vino su padre Viracocha Inca y se la dio; y de cierta afrenta que después desto hizo a su padre Viracocha Inca, y de la fin y muerte de Viracocha Inca 89

Capítulo XVIII. En el cual se contiene cómo Inca Yupanqui Pachacuti juntó los suyos, en la cual junta les mandó que todos se aderezasen con sus armas para cierto día, porque quería ir a buscar tierras y gentes que ganar y conquistar y sujetar al dominio y servidumbre de la ciudad del Cuzco; y cómo salió con toda su gente y amigos, y ganó y conquistó muchos pueblos y provincias, y de lo que en la tal jornada le acaeció a él y a sus capitanes 98

Mariano I. De Rivero y Diego Tschudi 103

Libros a la carta 107

Brevísima presentación

La vida

Juan de Betanzos escribió en Cuzco alrededor de 1551 la que se considera una de las primeras obras de carácter indigenista. Suma y Narración de los Incas narra de forma directa la historia de las culturas desarrolladas en los territorios andinos desde milenios atrás y también relata minuciosamente el encuentro con los españoles. Fue escrita muy poco después de haber sido conquistado el Imperio inca, a partir de los testimonios orales de ancianos que guardaban la memoria del pasado.

Juan de Betanzos se casó con la esposa principal de Atahualpa, lo que le permitió relacionarse con las elites indígenas y conocer las leyes y el orden social de ese mundo.

Suma y narración de los incas1

que los indios llamaron Capaccuna, que fueron Señores en la ciudad del Cuzco, y de todo lo a ella sujeto, que fueron mil leguas de tierra, las cuales eran desde el río de Maule, que es delante de Chile, hasta de aquella parte de la ciudad del Quito; todo cual poseyeron y señorearon hasta que el marqués don Francisco Pizarro lo ganó y conquistó y puso debajo del yugo y dominio real de Su Majestad, en la cual Suma se contiene la vida y hechos de los Incas Capaccuna pasados. Agora nuevamente traducido y recopilado de lengua india de los naturales del Perú por Juan de Betánzos, vecino de la gran ciudad del Cuzco. La cual Suma e historia va dividida en dos partes.2

TABLA de los Incas y Capaccuna, Señores que fueron destas provincias del Perú.

1.º Mango Capac [Manco Capac].

2.º Chincheroca [Sinchi Roca], su hijo.

3.º Lloque Yupanque [Lloque Yupanqui], su hijo.

4.º Capac Yupanque [Capac Yupanqui], su hijo.

5.º Mayta Capac, su hijo.

6.º Yngaroca Inga [Inca Roca Inca], su hijo.

7.º Yaguar Guacac Inga Yupanque [Yahuar Huacac Inca Yupanqui], hijo mayor.

8.º Viracocha Inga [Huiracocha Inca], su hijo.

9.º Ynga Yupanque Pachacuti Ynca [Inca Yupanqui Pachacutec Inca], hijo menor.

10.º Yamque3 Yupanque [Inca Yupanqui].

11.º Topa Inga Yupanque [Tupac Inca Yupanqui].

12.º Guayna Capac [Huaina Capac].

13.º Atagualpa [Atahuallpa], ¿su hermano? Los que después de la muerte de Atagualpa nombró el marqués Yngas: Topa Gualpa [Tupac Huallpa], Mango Ynga [Manco Inca].

El que nombraron los capitanes de Mango Inga: Saire Topa [Xairi Tupac], que agora está en las montañas.

Al Ilustre y Excelentísimo señor don Antonio de Mendoza, Visorey y Capitán general por Su Majestad en estos reinos y provincias del Perú.

Ilustrísimo y Excelentísimo Señor: Acabado de traducir y recopilar un libro que Doctrina cristíana se dice, en el cual se contiene la doctrina cristíana y dos Vocabularios, uno de vocablos, y otro de noticias y oraciones enteras y coloquios y confisionario, quedó mi juicio tan fatigado y mi cuerpo tan cansado, en seis años de mi mocedad que en él gasté, que propuse, y había determinado entre mí, de no componer ni traducir otro libro de semejante materia en lengua india, que tratase de los hechos y costumbres destos indios naturales del Perú, por el gran trabajo que dello vi que se me ofrecía y por la variedad que hallaba en el informarme destas cosas, y ver cuán diferentemente los conquistadores hablan dello, y muy lejos de lo que los indios usaron; y esto creo yo ser, porque entonces, no tanto se empleaban en sabello, cuanto en sujetar la tierra y adquirir; y también, porque, nuevos en el trato de los indios, no sabrían inquirillo y preguntallo, faltándoles la inteligencia de la lengua, y los indios, recelándose, no sabrían dar entera relación. Fácil cosa podría parecer escribir semejantes libros, y muy difícil contentar al lector; porque los ojos, conténtanse con que sea bien legible la letra, mas, el delicado, y experimentado juicio de Vuestra Ilustrísima Señoría requería estilo gracioso y elocuencia suave, lo cual ya, para presente y servicio que yo a Vuestra Excelencia hiciese, en mi falta, y la historia de semejante materia no da lugar, pues para ser verdadero y fiel traducidor, tengo de guardar la manera y orden del hablar de los naturales. Y viniendo al propósito, digo, que en esta presente escritura algunos ratos empleará Vuestra Excelencia los ojos para leella, la cual, aunque no sea volumen muy alto, ha sido muy trabajoso; lo uno, porque no le traduje y recopilé siendo informado de uno solo, sino de muchos, y de los más antiguos y de crédito que hallé entre estos naturales; y lo otro, pensando que había de ser ofrecida a Vuestra Excelencia. Hame sido también muy penosa, por el poco tiempo que he tenido para ocuparme en ella, pues para el otro libro de la Doctrina era menester todo; y sobre todo, añadióse al trabajo haber de dar fin a este libro en breve, agora que Vuestra Excelencia me lo mandó. Los nombres de los Ingas que los indios llamaron Capaccuna, que a su entender quiere decir, que mayor no lo hay ni puede haber, y cuyos hechos y vidas aquí escribo, la tabla de los cuales se hallará en fin de este prólogo, si alguno me quisiere redargüir que en la materia deste libro hay algo superfluo o que dejé algo de decir por olvido, será sin motivo, dicho de indios comunes que hablan por antojo o por sueños, que así lo suelen hacer, o porque a los tales reprendedores les parecía, cuando se informaban, que los indios comunes querían decir lo que ellos agora afirman contando estas cosas, no lo entendiendo retamente. Ni aun las lenguas, en los tiempos pasados, no sabían inquirir y preguntar lo que ellos pretendían saber y ser informados. Bien veo ser niñerías y vanidades lo que estos indios usaban y yo escribo aquí; mas, relatarlas yo siendo mandado, tengo de traducir como ello pasaba; y por tanto este libro reciba favor de Vuestra Excelencia.

Excelentísimo Señor: La vida y estado de Vuestra Excelencia, Nuestro Señor prospere con mucha felicidad.


1 La presente edición se basa en la de Marcos Jiménez de la Espada de 1880. (N. del E.)

2 Todo lo que en este epígrafe se anuncia desde la vuelta de Inca Yupanqui al Cuzco, falta en el texto del capítulo. Debió ser distracción de Betánzos; porque, según su historia, Viracocha no muere ni debe morir hasta el cap. XVII.

3 Yamque o Yamqui es nombre que equivale a título de alta y rancia nobleza; pero aquí creo que lo puso el copiante por equivocación en lugar de Inca.

Capítulo I. Que trata del Con Tici Viracocha,4 que ellos tienen que fue el Hacedor, y de cómo hizo el cielo y tierra y las gentes indios destas provincias del Perú

En los tiempos antiguos, dicen ser la tierra y provincia del Perú oscura, y que en ella no había lumbre ni día. Que había en este tiempo cierta gente en ella, la cual gente tenía cierto Señor que la mandaba y a quien ella era sujeta. Del nombre desta gente y del Señor que la mandaba no se acuerdan. Y en estos tiempos que esta tierra era toda noche, dicen que salió de una laguna que es en esta tierra del Perú en la provincia que dicen de Collasuyo, un Señor que llamaron Con Tici Viracocha, el cual dicen haber sacado consigo cierto número de gentes, del cual número no se acuerdan. Y como este hubiese salido desta laguna, fuese de allí a un sitio ques junto a esta laguna, questá donde hoy día es un pueblo que llaman Tíaguanaco, en esta provincia ya dicha del Collao; y como allí fuese él y los suyos, luego allí en improviso dicen que hizo el Sol y el día, y que al Sol mandó que anduviese por el curso que anda; y luego dicen que hizo las estrellas y la Luna. El cual Con Tici Viracocha, dicen haber salido otra vez antes de aquella, y que en esta vez primera que salió, hizo el cielo y la tierra, y que todo lo dejó oscuro; y que entonces hizo aquella gente que había en el tiempo de la oscuridad ya dicha; y que esta gente le hizo cierto deservicio a este Viracocha, y como della estuviese enojado, tornó esta vez postrera y salió como antes había hecho, y a aquella gente primera y a su Señor, en castigo del enojo que le hicieron, hízolos que se tornasen piedra luego.

Así como salió y en aquella misma hora, como ya hemos dicho, dicen que hizo el Sol y día, y Luna y estrellas; y que esto hecho, que en aquel asiento de Tíaguanaco, hizo de piedra cierta gente y manera de dechado de la gente que después había de producir, haciéndolo en esta manera: Que hizo de piedra cierto número de gente y un principal que la gobernaba y señoreaba y muchas mujeres preñadas y otras paridas y que los niños tenían en cunas, según su uso; todo lo cual así hecho de piedra, que lo apartaba a cierta parte; y que él luego hizo otra provincia allí en Tíaguanaco, formándolos de piedras en la manera ya dicha, y como los hubiese acabado de hacer, mandó a toda su gente que se partiesen todos los que él allí consigo tenía, dejando solos dos en su compañía, a los cuales dijo que mirasen aquellos bultos y los nombres que les había dado a cada género de aquellos, señalándoles y diciéndoles: «éstos se llamarán los tales y saldrán de tal fuente en tal provincia, y poblarán en ella, y allí serán aumentados; y éstos saldrán de tal cueva, y se nombrarán los fulanos, y poblarán en tal parte; y así como yo aquí los tengo pintados y hechos de piedras, así han de salir de las fuentes y rios, y cuevas y cerros, en las provincias que así os he dicho y nombrado; e iréis luego todos vosotros por esta parte (señalándoles hacia donde el Sol sale), dividiéndoles a cada uno por sí y señalándoles el derecho que deba de llevar.»


4 Aunque en todo el MS., que nos sirve de original se halla este nombre escrito constantemente Contitiviracocha, nosotros seguimos a la mayoría de las autoridades en la materia, que escriben tizi, tici, ticci, tizci y ticsi. Bien es verdad que la segunda t del titi de Betánzos, puede ser una tz o t suave, como la de los vascongados e ingleses.