NY barrio por barrio BROOKLYN

Los neoyorquinos y los turistas adoran Brooklyn por su famoso puente y porque ofrece algunas de las postales más conocidas de la ciudad de los rascacielos. El que en sus tiempos fuera refugio de artistas e intelectuales ahora se ha convertido en una mezcolanza racial en un entorno arquitectónico agradable. Está poblado de parques de dimensiones asombrosas, galerías de arte y zonas muy características, como Brooklyn Heights, donde uno se reencuentra con edificios de ladrillo y escalinatas de acceso flanqueadas por barandillas de hierro forjado. Además del arte vanguardista y clásico que atesoran sus salas de arte, en Brooklyn se localizan dos zonas de ocio entrañables para la ciudad: el Gleason’s Gym, el gimnasio más antiguo de la ciudad que ha sido plató de rodaje para multitud de películas; y el encantador y decadente parque de atracciones de Coney Island, que transporta a muchos neoyorquinos a su infancia.

Este barrio, el más poblado de Nueva York, ha sido hogar e inspiración para muchos artistas, como los escritores Walt Whitman y Truman Capote o el músico Bob Dylan, entre otros. Sus hermosas vistas urbanas, rica historia y su especial vitalidad hacen del barrio un lugar que marca las ultimas tendencias aun cuando muchas de sus calles y edificios evocan un pasado no muy lejano de colonos e inmigrantes.

Hoy abundan en este pedazo de Nueva York los buenos restaurantes, las tiendas de diseño, los conciertos de música contemporánea... De hecho, lo que una vez fueron áreas industriales han sido reconvertidas en espacios de arte y cultura emergentes que son visitadas por la gente amante de saber qué es lo último que se cuece en esos ámbitos.

La diversidad racial de los habitantes de este barrio es muy amplia. Aquí se encuentra el considerado principal suburbio negro de la ciudad, también un barrio de judíos ortodoxos, un barrio antillano, otro árabe, otro italiano y uno con las típicas familias blancas acomodadas.

Brooklyn tiene personalidad y arquitectura propias. Son famosas sus casas clásicas de piedra marrón y algunas de las calles señoriales llenas de historia que nada tienen que envidiar a Manhattan. Conocido es también cierto orgullo de quienes habitan este barrio, anexionado a la ciudad de Nueva York en 1859.

Puente de Brooklyn

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