Cubierta El paisaje habitado

NOTAS

1. BENJAMIN, WALTER. «Sombras breves II», publicado originariamente en febrero de 1933 en el Kölnische Zeitung. Traducido por Jorge Navarro Pérez en Walter Benjamin, Obras Libro IV/vol. 1. Abada Editores, Madrid, 2010, p. 375.

2. Para los conocedores de la obra de Jacques Derrida, La Carte Postale, la intención declarada recordará en alguna medida a la que Derrida puso en ese trabajo. Reconozco la afinidad que puede encontrarse entre las intenciones; sin embargo el lector de La Carte Postale verá que este pequeño trabajo no puede compararse ni alcanza en absoluto a lo que considero una de las obras más originales y asombrosas de la literatura del siglo XX. V. DERRIDA, JACQUES. La Carte Postale. De Socrate à Freud et au delà. Flammarion, París, 1980. Traducción de Haydée Silva en Siglo Veintiuno Editores, México, 2001.

3. DELEUZE, GILLES Y GUATTARI, FELIX. Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia. Traducción de José Vázquez Pérez con la colaboración de Umbelina Larraceleta. Pre-Textos, Valencia, 1988, pp. 322-323.

4. ARISTÓTELES. La política, Libro I, cap. 2.

5. CALVINO, ITALO. Las ciudades invisibles. Nota Preliminar. Traducción de Aurora Bernárdez. Ediciones Siruela, Madrid, 1994, p. 15.

6. BOWLES, PAUL. El cielo protector. Traducción de Aurora Bernárdez. Alfaguara, Madrid, 1987, p. 290.

7. NIETZSCHE, FRIEDRICH. Así habló Zaratustra. IV Parte, «Entre hijas del desierto».

8. Cfr. DELEUZE, G. Y GUATTARI, F. Op. cit., tratado de la «Nomadología: La máquina de guerra», especialmente pág 385 y ss.

9. PLATÓN, República 614b-621d. Al final de la República, Platón relata el mito de Er al que nos referimos aquí. Cito por la traducción de Conrado Eggers Lan en Gredos, Madrid, 1986.

10. HOMERO. Odisea, canto XI, 14-19. Cito por la traducción de José Manuel Pabón, Gredos, Madrid, 1982.

11. Cfr. HESÍODO. Los trabajos y los días, 174-203.

12. CALVINO. I. Op. cit., p. 171.

13. DELEUZE Y GUATTARI. Op. cit., pp. 483-484, 506.

14. Una breve descripción de la hipótesis Gaia puede encontrarse en LOVELOCK, JAMES. «Gaia. Un modelo para la dinámica planetaria y celular» en Gaia. Implicaciones de la nueva biología. W.I. THOMPSON (ed.) traducción de Darryl Clark y Carletto Carbó. Kairós, Barcelona, 1989, pp. 80-94.

15. LATOUR, BRUNO. Pandora’s Hope. Essays on the reality of Sciences Studies, President and Fellows of Harvard College, 1999. El estudio titulado «La referencia circulante. Muestreo de tierra en la selva amazónica», puede leerse en castellano con traducción de Tomás Fernández Aúz en su libro La esperanza de Pandora, publicado en Gedisa, Barcelona, 2001.

16. Dado que el suelo permanece oculto bajo nuestros pies, una edafogénesis del suelo consiste en elaborar perfiles mediante la excavación de hoyos en el terreno. Un perfil consiste en la reunión de las sucesivas capas de suelo, denominadas precisamente con la palabra «horizonte». El agua de lluvia, las plantas, las raíces, las lombrices y los billones de bacterias transforman la matriz del lecho rocoso dando lugar a distintos «horizontes». Los edafólogos distinguen, clasifican y representan estos horizontes en una historia que es lo que denominan edafogénesis.

17. RECLUS, ELISÉE. La Montaña. Edición y presentación de Modesto Blanco Sánchez. Amarú ediciones, Salamanca, 1998, pp. 93-99.

18. PARACELSO. Libro de las ninfas, los silfos, los pigmeos, las salamandras y los demás espíritus. Obelisco, Barcelona, 2003.

19. NIETZSCHE, FRIEDRICH. El Caminante y su sombra, 16. «Donde es menester la indiferencia». Traducción de Alfredo Brotons Muñoz. Cito por la edición de Gredos, Madrid, 2009, p. 418.

20. BLANCHOT, MAURICE. La Bestia de Lascaux. Traducción de Alberto Ruiz Samaniego. Tecnos Editorial, Madrid, 1999, p. 25.

21. CHAR, RENÉ. «La Béte innommable». Este poema pertenece al libro de Char La Paroi et la Prairíe (1952).

22. Estas palabras de Bruce Lee, el primer experto en artes marciales que triunfó en la industria cinematográfica de Hollywood, las enuncia el famoso luchador en la entrevista rodada por John Little, Bruce Lee in his own words, (1998). Pasajes de esta película fueron usados en un anuncio publicitario de una marca de automóviles en esa tendencia de la publicidad capitalista de apropiarse de los iconos populares heterodoxos al sistema.

23. DELEUZE, GILLES. La isla desierta y otros textos. Traducción de José Luis Pardo. Pre-Textos, Valencia, 2005, p. 18.

24. Para saber más de la historia y controversias sobre el Reino de Redonda puede consultase: https://es.wikipedia.org/wiki/Reino_de_Redonda

25. CHATWIN, BRUCE. Los trazos de la canción. Traducción de Mónica Barnett. Ediciones Península, Barcelona, 2005, p. 331.

26. BENJAMIN, WALTER. Pequeña historia de la fotografía, en Obras, libro II, vol. 1. Traducción de Jorge Navarro Pérez. Abada Editores, Madrid, 2007, p. 394.

27. DELEUZE, G. L’image-mouvement. Cinéma I. Les Éditions de Minuit, París, 1983. Traducción de Irene Agoff en Paidós, Barcelona, 1984, p. 263.

28. SCHELLE, K.G. El arte de pasear. Edición de Federico L. Silvestre y traducción de Isabel Hernández. Diaz y Pons Editores, Madrid, 2013, p. 69. El jardín de Wörlitz a orillas del Elba en Dessau pasa por ser el primer jardín a la inglesa de Alemania. Mandado construir por el príncipe Leopoldo III entre 1769 y 1773, lo realizaron F.W. Erdmannsdorff y J.F. Eyserbeck.

29. GÓMEZ DE LIAÑO, IGNACIO. Paisajes del placer y de la culpa. Técnos, Madrid, 1990.

30. Ibid., p. 108.

31. BENJAMIN, WALTER. Sobre el lenguaje en cuanto tal y sobre el lenguaje del hombre, en Obras, libro II, vol. 1. Traducción de Jorge Navarro Pérez. Abada Editores, Madrid, 2007, pp. 144-162.

32. VON HOFMANNSTHAL, HUGO. Una Carta (De Lord Phillipp Chandos a Sir Francis Bacon). Traducción de José Muñoz Millanes. Pre-Textos, Valencia, 2008, p. 129.

33. Ibid., p. 135.

34. DELEUZE, G. Y GUATTARI. F. Mil mesetas, op. cit, p. 262.

35. NIETZSCHE, F. La filosofía en la época trágica de los Griegos, (1875). Traducción de Luis Moreno Claros. Gredos, Madrid, 2009.

36. Ibid. p. 216.

37. DELEUZE, G. Nietzsche y la filosofía. Traducción de Carmen Artal, Anagrama, Barcelona, 1971, p.156. Refiriéndose a F. Nietzsche, en Más allá del bien y del mal, §197.

CUADERNOS
DE HORIZONTE

El paisaje
habitado

CARLOS MUÑOZ
GUTIÉRREZ

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Título de esta edición:
El paisaje habitado

 

Primera edición en
LA LÍNEA DEL HORIZONTE EDICIONES:
diciembre de 2015

 

© de esta edición:

LA LÍNEA DEL HORIZONTE EDICIONES:

www.lalineadelhorizonte.com
info@lalineadelhorizonte.com

 

© del texto: Carlos Muñoz Gutiérrez

 

© de la maquetación y el diseño gráfico:
Víctor Montalbán | Montalbán Estudio Gráfico

© de la maquetación digital: Valentín Pérez Venzalá

 

Imagen de cubierta:
Japan Travel Poster, hacia 1930 (detalle)

 

isbn (ePub):978-84-15958-38-3 | ibic: hpn; rgc

 

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El paisaje habitado

INTRODUCCIÓN

I. PAISAJES DEL TERRITORIO

CIUDADES

EL DESIERTO

EL CEMENTERIO

EL INFIERNO

II. PAISAJES DEL ESPACIO

EL BOSQUE

CUEVAS

RÍOS

LA ISLA DESIERTA

PAISAJES SONOROS

III. PAISAJES DEL HORIZONTE

JARDINES Y PARQUES

ANIMALES

VERDADES

INTRODUCCIÓN

Las imágenes y la lejanía. ¿La potente afición por las imágenes no se alimentará posiblemente de una turbia oposición frente al saber? Yo contemplo el paisaje: el mar está muy liso en la bahía; unos bosques ascienden, como una inmóvil masa silenciosa hacia la cumbre del monte; arriba están las ruinas de un castillo, que llevan así varios siglos; el cielo resplandece despejado de nubes, con un azul eterno. Así es como lo quiere el soñador. Que este mar sube y baja en millo­nes de olas, que los grandes bosques se estremecen a cada nuevo ins­tante desde las raíces hasta la última hoja, que las piedras de la ruina del castillo continúan cayendo sin cesar, que en el cielo unos gases están luchando invisiblemente antes de llegar a formar nubes: el soñador olvida todo esto para entregarse a las imágenes. En ellas tiene sosiego, eternidad. Cada ala de pájaro que lo roza, cada ráfaga de viento que lo estremece, cada cercanía que lo alcanza lo desmiente sin duda. Pero también con cada lejanía de nuevo vuelve a construir su sueño, que encuentra apoyo en cada pared de nubes y se enciende en cada ventana iluminada. Y su sueño parece ser perfecto cuando logra quitarle a cada movimiento su aguijón, convertir la ráfaga de viento en un leve murmullo y las estampidas de los pájaros en las formas de una migración. Reprimir la naturaleza de este modo en un marco de pálidas imágenes es sin duda el deseo del que sueña. Hechizarlas, llamándolas de nuevo, ése es el talento del poeta.


WALTER BENJAMIN
Sombras breves II1

Los paisajes, aparentemente, son esas imágenes que deseamos perpetuar. Pintamos cuadros, fotografiamos, describimos en poemas o filmamos. No sabemos de dónde procede la fuerza de esas imágenes, si de nuestra mirada o de algo que aparece entre el caos perceptivo que el mundo nos ofrece o, más probablemente, de una combinación de ambas cosas; pero, me atrevería a decir, el hombre habita el mundo construyendo, representando o imaginando paisajes.

Algo ya en desuso, pero que inexplicablemente no se extingue, no se pierde, es la tarjeta postal. Propicias representaciones de paisajes con las que el remitente transmite noticias a un destinatario. No cualesquiera noticias; más bien, noticias anecdóticas, tópicos o mensajes triviales que atraviesan la imagen que los transporta; que se producen alrededor o inmersos en esa imagen. Son noticias de viajes y vacaciones que predisponen al remitente a compartir su mirada, su estado o sus novedades con amigos o allegados. Las postales han sido, y aun hoy como objeto de colección o sencillamente como tradición, el soporte representacional de los paisajes. Pero la postal tiene en su revés un espacio comunicativo, un aporte a la imagen que permite expresar al que ha seleccionado esa postal, y no otra, la relación que desea mantener con un destinatario a través de ella. Aún recuerdo los profundos dilemas que suponía seleccionar una postal. Hay que tener en cuenta muchos aspectos: lo representativo de la imagen en el contexto del lugar en donde uno se encuentra, la belleza o fuerza que expresa, la personalidad del destinatario, la relación con lo que se quiere transmitir. El momento de mandar postales era un momento inexcusable, obligado, que todo viajero debía realizar en cada etapa de su recorrido.

Este libro, dado que no somos ni soñadores ni poetas, quiere explorar precisamente el canto, el pequeño filo que separa y a la vez une el anverso y el reverso de una tarjeta postal, ese filo que compendia el afecto del que escribe ante la imagen que transmite. Atravesar la imagen para propiciar un saber que anime y comprenda el esfuerzo humano por fijar los momentos y hacerlos duraderos ante el cambio inevitable, pero imperceptible, que el horizonte muestra a una mirada que lucha por atrapar un instante, una eternidad. Comprender, entonces, el efecto que nuestras miradas y nuestras acciones producen en los espacios para crear paisajes y los que éstos producen a sus soñadores y poetas. Estos escritos no quieren ser una colección de tarjetas postales, sino una reflexión sobre el hecho de su existencia2, de la postal y del cuadro, de la fotografía y del poema y, aún antes, de las miradas que eligen y de las acciones que crean paisajes.

 

Así pues, ¿qué es un paisaje? Definimos paisaje