ÍNDICE

Introducción al “pensamiento mágico”

Metáforas de la magia

El fetiche

El cuerpo mágico

El cuerpo en el mito

Enfermedad sagrada

El cuerpo sagrado

Algunas deliberaciones

La identidad mágica

Dramaturgia corporal

Mitología del cuerpo de la mujer

Las Malinches

La Gradiva

El árbol simbólico

Máscaras del inconsciente

Relatos de máscaras

Del nagual al daimon

Parajes extraños

Casas alegóricas

La Torre de Babel

El laberinto

El Tamoanchan y el Tlalocan

El Palacio Ideal del cartero Cheval


Introducción
al “pensamiento mágico”

La magia y el “pensamiento mágico” son expresiones que se han aplicado de manera indiscriminada para cubrir y definir un amplio repertorio cultural. Las ciencias humanas y la literatura hacen uso de la magia y abusan en sus intentos por definir o aprovechar elementos que adornen sus trabajos con una opulencia exótica. Podemos revisar el rumbo que sigue este libro para cuestionar estos usos; con esta idea en mente nos adentramos en algunos textos que abordan el estudio de las costumbres y las ideas mágicas en muchos pueblos y culturas. En un tiempo imperaba la noción de que todo conocimiento debía medirse según criterios aceptados por reglas académicas y que todo conocimiento era accesible a los observadores de las culturas. Durante décadas el acercamiento derivaba de la construcción alrededor de ciertos términos dentro de toda una enciclopedia que abarca distintos pueblos; éste es el caso del vocablo mana originalmente empleado por los melanesios. Esta palabra junto con otras han servido como instrumentos para comparar creencias entre diversos grupos humanos y hablar de una esencia particular de los objetos. Varios escritores de la cultura empleaban esta noción para abordar los orígenes de toda religión. Desde la perspectiva de los objetos mágicos encontramos el paradigma del fetiche y todos los atributos que acompañan a la magia. La magia y el fetiche estimularon el interés en las vanguardias artísticas.

Pensamos que muchas de estas actitudes van perfilando una política cultural, o sea, una manera de abordar culturas que no pertenecen a quienes las describen pero que se quieren adquirir para enriquecer los espacios mentales. Una visión sobre los cuerpos mágicos se desprende de conductas, actitudes y posturas que se defienden y buscan separarse frente a toda una dimensión humana que nos parece distinta a la nuestra. Por las condiciones que prevalecen en torno a todas estas cuestiones procuramos mantener una mirada abierta a los rudimentos de lo mágico, no como adjetivos del conocimiento que se apliquen a todo, sino referidos a un núcleo de tradiciones y costumbres determinadas; lo contrario es lo que ocurre cuando consolidamos un capital de conocimiento que circunscribe al mundo cultural en las leyes y reglas de nuestras propias prácticas culturales. Estos matices del conocimiento cobran forma en el acervo de elementos que acopió Carl Jung bajo las normas del inconsciente colectivo y de las representaciones colectivas como criterios para “entender” un “pensamiento primitivo”. Un motivo que tanteamos se encuentra en el pequeño libro de Francisco Rojas, El diosero, que nos conduce a esa región del cuerpo mágico en la que participa toda una cultura de las plantas sagradas en México. Pero también recurrimos a dispositivos narrativos que nos dan acceso a una configuración mítica del cuerpo. Entre los casos que recogimos destaca la manera particular en la que los egipcios aludían a un cuerpo simbólico y a continuación sometimos a revisión la constitución de algunos dioses prehispánicos. Como consecuencia de estas incursiones brotan reflexiones diversas sobre las mitologías somáticas o mitologías corporales. Pero éstas no describen un comportamiento corporal sino una cultura en la que el cuerpo recoge sus recursos míticos.

Pero si lo anterior ocupa múltiples visiones sobre la magia, ¿qué podemos decir sobre sus protagonistas? La figura del curandero hace que nos remontemos a ciertas prácticas “mágicas” entre los nahuas. Por una cualidad narrativa y etnográfica escogimos la novela A War of Witches, de Timothy Knab, que gira en torno al curanderismo. Un escenario muy sugerente nos introduce ante otro paraje cultural en el cual visitamos distintas articulaciones de cuerpos simbólicos en manifestaciones artísticas y políticas. De manera que abordamos una dramaturgia corporal, por lo que entendemos los conflictos que se articulan en el cuerpo al basarse en un texto que se destina a ser representado. En esta dramaturgia se revisan aspectos de un modernismo en pugna con los esquemas corporales de sociedades muy conservadoras. El contraste entre el nivel de participación del curandero y el de una dramaturgia corporal brinda posibilidades para reflexionar sobre estrategias en la construcción de cuerpos simbólicos y cuerpos mágicos que se albergan en contextos culturales heterogéneos. Desde la fascinación por la identidad mágica alcanzamos otra manera de narrar el cuerpo entre las exposiciones estéticas de algunas culturas occidentales.

Las manifestaciones de una mitología corporal son numerosas y por ello escogemos algunos casos en Grecia y Roma. Desde los ritos eleusinos hay indicios de prácticas rituales enfiladas a crear estados alterados de la conciencia que forman parte de una composición del cuerpo mítico.

La mujer ha recibido una gama de relatos en distintos marcos y con cada uno se revelan actitudes culturales muy significativas; pero sobre una mitología del cuerpo de la mujer, la Malinche se muestra como objeto de varios acercamientos. Un motivo muy cautivador es el que se manifiesta en su aparición en diversas danzas y leyendas. Desde la perspectiva que tratamos pone de manifiesto las relaciones y los conflictos entre los pobladores amerindios y sus conquistadores. La Malinche estimuló un imaginario colectivo sobre el cuerpo mítico de la mujer. Incursionando en otra región mítica sobresale Gradiva por el lugar que ocupa en el discurso psicoanalítico y por la manera en que inspiró algunas creaciones del grupo surrealista, además del seguimiento que le imprime el escritor francés Robbe-Grillet, tan conocido por sus creaciones en el nouveau roman o novela nueva. Si la Malinche penetró tan profundamente en el imaginario mítico, Gradiva lo hizo en el ámbito narrativo. El cuerpo femenino de ambas figuras revela facetas muy variadas entre dos mitologías que presentan sus recursos propios de representación.

Otra parte de nuestro escrito aborda la idea del devenir animal, como alguna vez la tratara Deleuze, pero variando su sentido para visitar el dominio que despliega el totemismo y lo que denominamos pensamiento totémico. Aunque no se nos escapa lo problemático que resultan estos conceptos, nos anima la idea de trazar la “historia” del término, el cual consideramos íntimamente ligado a un amplio repertorio de transformaciones. En este sentido damos curso a cierto escrito de Jung en el cual discute las visiones de Miss Miller, quien será la protagonista de otras transformaciones.

Para este libro recogimos un conjunto de características sobre la magia que no podían obviarse. Hace un par de años nos paseamos por el museo Georges Pompidou cuando algo llamó nuestra atención, era una recreación del cuarto de André Breton con la conocida pared que acumulaba varios objetos “primitivos”. Esta recreación del museo es una réplica de la pared que se hallaba detrás del escritorio de Breton y que en su conjunto reunía objetos de las islas del Pacífico Sur, la isla de Pascua, Nueva Guinea y Nueva Irlanda, a la cual se agregaba la colección de los nativos americanos, del México prehispánico y de los Inuit. Me asaltó la duda de lo que significaba este traslado y qué impacto tuvo esa colección para Breton, así como todo lo que abarca una actitud sobre lo totémico desde la perspectiva surrealista. Las transmutaciones y los traslados míticos adoptan otro “rostro” con el nagualismo, durante esa mutación experimentada por el “artífice de transformaciones”, quien en el contexto visionario de las culturas nahuas podía transfigurarse en animal. Otro sesgo es el que se da cuando abrimos paso a un ejemplo literario con The Golden Compass, de Philip Pullman, en el que pudimos dar seguimiento a relatos sobre el devenir animal.

Al revisar distintos materiales literarios para registrar rasgos mágicos nos dimos cuenta de la importancia de los territorios míticos; en nuestras averiguaciones encontramos un caso relevante en las leyendas de Carlomagno. Sin embargo, la novela Wide Sargasso Sea, de Jean Rhys, la escritora dominicana, ofrecía un panorama muy revelador sobre la coyuntura entre la magia, la política y la identidad; lo cual significó que para nuestra propia perspectiva, que abundaba en las transformaciones del totemismo y del nagualismo, también debían colocarse sobre la mesa algunos de los recursos que modifican culturas e identidades y cómo también operan las transformaciones en el mundo narrativo.

Como punto final redondeamos con el tema de las construcciones míticas entre las cuales revisamos: la Torre de Babel, el Laberinto, y en el México prehispánico los mundos sagrados del Tamoanchan y el Tlalocan. Quisimos comprobar si otras construcciones tuvieron eco en sus propias mitologías y así dimos con el palacio ideal del cartero Cheval en Francia. Aquel singular facteur o cartero que pudo construir un palacio digno de sus aspiraciones y deseos imaginarios. ¿Cómo logró esa proeza? A través de este repertorio de edificaciones mágicas tuvimos oportunidad de jugar con las piezas de una mitología que se materializa y se hace tangible en sus construcciones.